Tuvieron que pasar 7 temporadas completas para que volviera a saber de Game of Thrones. De nuevo, las redes despertaron mi curiosidad. Un video de alguna parte del mundo, en un bar temático, cientos de personas eufóricas a gritos desgarradores festejaban una batalla de GOT. La desquiciante y orgásmica forma de disfrutar la escena nuevamente me llamó al streaming ilegal.

Y sí, comencé de nuevo desde aquella puerta congelada, con la mente fresca. Dejando a un lado todo el odio acumulado en tanto tiempo por causas que no quiero comentar (dicen nunca hables mal de quien alguna ves fue tu amigo), y también, olvidando el bajo presupuesto de las primeras temporadas, claro está que hasta la misma maravillosa Breakin Bad flaqueó en su primer temporada, la cual es muy corta y por poco se queda sin Jeesie Pinkman, por causa de una huelga de escritores.

Volviendo a GOT, es maravilloso como poco a poco te atrapa la serie. Es cierto que el romance es la parte más maravillosa del noviazgo, pero es un hecho que la serie no fue maravillosa desde un principio, podría ser bien comparada con una rola del buen rock progresivo de Pink Floyd, glaseada con la más esquizofrénica rola de Primus.

Incesto, putas, tetas. Son los lujos que se puede dar HBO en sus producciones y GOT goza de eso y mucho más. ¿Qué esperar de la octava temporada? Una serie de maravillosos episodios en formato cinematográfico, algunos proyectados en salas de cine y miles de bares en todo el mundo, llenos de eufóricos fans, de románticos momentos y de dragones azules.

¿Quién ganará? ¿El ego humano o el carismático señor de la noche azul? A mi parecer, creo que el trono de hierro terminará fundido por ese celeste fuego y el mundo humano congelado en su totalidad, víctima de lo que siempre fue su mal, destruirse mutuamente. Y sí, así es la vida misma, somos fríos. Podemos estar en una hermosa plaza y fríamente nos podemos ignorar gracias a nuestros dispositivos móviles e «inteligentes», somos fríos al exigir por que no nos contestan al ver que las palomitas se pusieron azules, somos fríos al juzgar a diestra y siniestra con un solo clik y destruir la vida de alguien, donde en ocasiones terminan fuera de control y de este mundo.