No se van las lluvias

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“He intentado agitar el pañuelo  para decirte adiós, pero ya estabas  demasiado lejos. Tal vez ni  te hayas dado cuenta” A. Tabucchi No se van las lluvias. Hoy me ha despertado el golpeteo de las gotas en la ventana...

La soledad de los salmones

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Obviamente, para Perrucha Todos sabemos que el salmón inicia un viaje sin retorno cuando va a desovar, por ello nadie debería tener lástima hacia ellos ni debería intentar salvarlos. Los salmones saben que van a...

Espectador

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Los ojos saltones del hombre que en la actualidad es de Monte Castro como antes lo fuera de General Rodríguez, antes de Villa Riachuelo, antes de Lincoln -hombre que conserva gratos recuerdos de sus...

Quizá un viernes

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Perrucha: Quisiera pensar que leerás esto un viernes. Pero es difícil saberlo. En primer lugar porque no acostumbras a leerme. Pero principalmente porque -nadie lo sabe-, el tiempo, la rutina, la vida, terminaron hace tres...

Tiempo roto

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Leo sobre Alma Rattenbury. Es claro que el día que se separó de su esposo Francis en realidad no fue un día: fueron muchos. La ruptura había ocurrido desde antes, en su niñez, en...

El rito

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Como siempre, para Perrucha    Cuando era niño había comerciantes ambulantes que ofrecían en las calles menjurjes que prometían expulsar los parásitos intestinales. Apoyándose con un altavoz señalaban los peligros a la salud al padecer...

El loco hermoso

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Conjeturo que él lo sabía, porque no tenía un pelo de zonzo. Pectorales, abdominales, bíceps y tríceps sólidamente fortalecidos, marcados en sus contornos por la huella de la desmesura y la perfección. Esa armonía...

El miedo es un río oscuro

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A diario bajo un momento para darle las buenas noches con un beso suave en la comisura de los labios. Lo hago siempre en el mismo punto, muy cerca de su piercing, donde la...

Infantil

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—Cuando era chiquita me soñaba una casa —dice la mujer. Que era una casa. Que yo era una casa en cuyas tejas los pájaros no sabían posarse. Se desprendían, resbalaban, no sé; alguno no...

Cuatrocientas

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Ocurrirá hoy. Ojalá resulte memorable. Digna esta Mariela para ser “la cuatrocientas”. Tal vez se lo diga. Tal vez no pueda contenerme, y ya que se fue estableciendo circulación confesiva... Sí, si funciona como...

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