El documental, Ahora que estamos juntas, ópera prima de Patricia Balderas Castro, que explora la experiencia de un grupo de mujeres ante el acoso y el abuso sexual callejero, llegará a los cines este 23 de noviembre. La cinta tuvo su estreno nacional dentro de la edición número 20 del Festival Internacional de Cine de Morelia, con una nutrida asistencia e interés del público.

Sinopsis: A partir del encuentro inesperado con un grupo de mujeres que busca habitar sin miedo las calles de la ciudad, Patricia inicia un viaje íntimo y colectivo para entender las violencias que ha vivido.

El documental muestra un registro potente de las marchas feministas en la Ciudad de México, así como el diálogo que las colectivas tienen y sus acciones para socializar el tema del acoso callejero. La manera en que Patricia nos lleva a la reflexión e identificación con las situaciones planteadas, es muy valiosa, debido a su honestidad. Nos muestra que lo íntimo está estrechamente vinculado a lo social, y que todo aquello por lo que debemos luchar como mujeres viene desde tiempo atrás, tanto en nuestra historia personal como colectiva.

Chloë Roddick, Patricia Balderas y Mayra Véliz. Cortesía: Calouma Films

La entrevista

Seguro te lo han preguntado en algunas ocasiones, pero me es inevitable traer a colación lo que ha ocurrido con el caso del feminicidio de Ingrid Escamilla retomado en tu documental, ¿qué ha significado la resolución que sabemos ocurrió hace unos días contra su asesino, tanto para ti también para el colectivo las colectivas que retratas en la película?

Patricia Balderas: Evidentemente es un primer paso de justicia, pero realmente es como voltear a ver justo el sistema y darte cuenta de todo lo que se tiene que hacer mediáticamente todo lo que se tiene que hacer, desde la organización civil o desde la presión llevada desde la organización civil, para que pueda tener avances un caso de denuncia, es tristemente. Además, creo que son pocos los casos que realmente tienen una respuesta, porque evidentemente detrás de este caso hubo una gran movilización por parte de mujeres organizadas que se encargaron de ejercer presión, sin embargo, qué pasa con las familias que incluso no conocen los protocolos que implica ir a denunciar o que no hay recursos.

Entonces, sí, el caso de Ingrid, es un primer paso de justicia, pero pero hay muchas cosas qué transformar detrás. Hay un sistema penal que evidentemente no está funcionando y que genera una gran impunidad para muchísimas mujeres. Hay que trabajar en exigir instancias que promuevan el autocuidado y con perspectiva de género que permita entender a los servidores públicos –y a la sociedad en general– qué tan profunda puede ser la herida cuando se está hablando de víctimas de feminicidio.

Patricia Balderas. Crédito: Piano Distribución

Todo ello tiene que ver con lo que trata tu película, de la lucha por el espacio público y el cuerpo y su expresión que han librado y que seguimos librando las mujeres todo el tiempo, ¿ piensas que a corto plazo veremos un mayor avance o que va a llegar también un momento de de estancamiento en los próximos años?

Patricia: Creo que ha habido varios momentos de estancamiento. De alguna manera, a partir del 2016 que surge la Primavera violeta, a partir de esta marcha del 24 de abril que se hace en todo el país, pues hay una fuerza increíble, hay un momento de encuentro de las mujeres como, pero no es gratuita, ese movimiento se da porque hay mujeres que vienen trabajando desde muchos años atrás, muchas colectivas de mujeres, familias y madres que son buscadoras, entonces, lo que sucede en ese momento en el 2016 es más bien como un momento coyuntural que nos da muchísima fuerza a muchas otras mujeres. Esa fuerza todavía permanece, pero también se ha transformado, muchas mujeres también muestran un cansancio, porque, volvemos a lo mismo, pensemos en todo lo que implica sostener una lucha

Ahora, hay ciertos logros, claro, muchísimas más mujeres jóvenes se están también involucrando, están muchísimo más cercanas, se están informando, y eso ayuda justo a que una lucha puede ser permanente. Es triste porque no tendría que ser permanente, sin embargo es necesario, y creo que que no es que tenga un estancamiento sino que hay momentos que ayudan a replantear cosas, replantear los caminos a seguir, pero creo que a nadie de nosotras a ninguna se nos olvida cuál es la exigencia, que es tener una vida libre de violencia y que se garanticen nuestros derechos, tener acceso a la justicia. Así que, considero que al final no lo vería como momentos de estancamiento sino como momentos necesarios donde colectivamente necesitamos respirar y necesitamos dialogar para poder hacer saber hacia dónde avanzamos.

Fotograma de la película. Cortesía: Piano Distribución

Esto me lleva a preguntarte por el énfasis que pone el documental sobre el acoso y la violencia callejera y cotidiana que vivimos las mujeres, lo abordas de manera fuerte y a la vez muy sensible e íntima, ¿cómo fue el proceso para lograrlo, fue muy orgánico o lo tenías muy pensado desde un inicio?

Patricia: Fue muy orgánico, en realidad creo que al principio hasta era muy académico porque yo traía como toda la investigación y evidentemente había mucho trabajo de campo también, pues desde el inicio de la investigación hablé con muchísimas mujeres, éramos un grupo o somos un grupo donde trabajábamos estas ideas, tomamos un taller sobre apropiación del espacio público, entonces, en realidad llegó el momento donde la realidad me rebasó, ya no era solo abordarlo desde la teoría o desde la academia o el marco teórico sino más bien era como empezar a cuestionar otras cosas dentro de nuestras propias vidas.

Así, este proceso se fue dando muy orgánico, y tampoco era muy esperado, yo quería decir que el acoso sexual callejero impacta y deseaba plantear cómo defendernos, cómo acompañarnos en esta autodefensa, y es importante porque nos colocaría de otra manera en el ámbito de lo público, llámese la calle, el transporte, las pantallas, este hablar en incluso no está en la mesa de tu casa porque a lo mejor nadie te deja hablar o te interrumpen todo el tiempo, así que hablar de este apropiarte de esos espacios públicos, de ahí que la apuesta me rebasó, y esto hizo que yo misma comenzara con esta introyección y esta concientización de las violencias que para mí es muy fuerte, al final me transforma, cambia mi vida, de tal modo que al revisar el material que iba grabando lloraba todo el tiempo. Sin embargo, todo eso hizo que lo que está en pantalla sea una apuesta muy honesta de colocar lo que yo sentía al hablar de estos temas porque me estaban atravesando. Y cierto que no me esperaba que fuera tan fuerte, no me esperaba que fuera así, y lo fue no y lo sigue siendo porque es un proceso y es un proceso que no se va acabar.

Fotograma de la película. Cortesía: Piano Distribución

Sí, por eso como mujeres sentimos tanta identificación cuando vemos tu documental, por esa honestidad que mencionas y que se percibe en la película, y también el cómo relacionas todo el registro que hiciste de las marchas, de los diálogos con tus compañeras en los colectivos, con tu historia personal y familiar. Es muy significativo y valioso cómo ligaste todo hacia las mujeres que nos han precedido: nuestras madres, abuelas, y las luchas silenciosas que han llevado a cabo.

Patricia: Es que fue la parte más intensa de mi proceso creativo. Yo sabía que había un tema con mi mamá que en cierta manera yo estuve evadiendo mucho tiempo, muchos años, y yo empecé la película el 2015 la terminé en 2022, y la última entrevista fue la de mi mamá que se hizo en 2021 porque evidentemente me daba pavor hablar con ella sobre esto, a pesar de que hablábamos del tema, nunca hablábamos de nuestras propias experiencias, y me daba un poco de miedo porque al final este enojo que de cierta manera tenía con mi mamá, me daba vergüenza, porque yo misma trataba de entender cosas y al final también entendí que ese era el el punto fuerte de la película. Entender que toda esta culpa que sentía, toda esta vergüenza que sentía por justo por era resultado de este sistema opresor, y que no tenía por qué juzgar a mi mamá, sino comprender por qué actúo de la forma en que lo hizo.

Fotograma de la película. Cortesía: Piano Distribución

Y realmente me lo tuvieron que decir, eso es lo triste, que alguien me lo tuvo que decir, pero también es la riqueza de hablarlo, es la riqueza del poder dialogar, de poder tener o poder generar espacios seguros donde podamos colocar estas experiencias con otras mujeres, porque evidentemente fue una mujer quien me lo dijo y es a partir de ahí donde cambio mi chip, me haca caer en cuenta que es el sistema el que hace que todo el tiempo nos culpemos a nosotras, cuando en realidad hay un Estado que debería posibilitarnos espacios libres de acoso, y que como sociedad también tenemos una responsabilidad de transformar las cosas. Entonces es un poco eso, ayudar a soltar, reconocer a estas mujeres que, como tú dices, desde los silencios han hecho una lucha, tal vez una lucha no nombrada pero que cumplió con dar la batalla, y en este momento tenemos que reconocerla porque no llegamos aquí gratuitamente.

Por cierto, ¿tú mamá ya vio la película?

Patricia: Sí, pero no la he visto en pantalla grande y yo creo que eso va a ser fuertísimo porque la primera vez que la vi en pantalla sentí otra cosa muy muy muy distinta, muy fuerte. También me da un poco de miedo, pero tanto mi mamá como yo estamos muy consciente desde el arranque de este documental de lo que significa colocarlos en pantalla, y creo que también el hecho de que lo hagamos juntas nos llena de confianza, de fuerza.

Por último, Ahora que estamos juntas tiene un gran potencial como recurso en el terreno educativo, ¿has pensado en proponerla para proyectarla en centros educativos?

Patricia: sí, sí, claro, una de nuestras apuestas con la película es justo hacer la campaña de impacto para llegar a centros educativos, pues sí creemos que es súper importante que estos materiales puedan verse justo como material didáctico que detone diálogos acompañados con especialistas, porque en su momento necesitaremos generar contención, porque van a salir muchas cosas, muchas dudas, así que pienso que deberá ser una proyección pensada, acompañada estratégicamente. De modo que sí estamos buscando recursos para poder este pues hacer esta campaña. Creemos que de esos son los espacios a los que es necesario llegar, los diálogos con las adolescencias, con los juventudes son súper necesarios, incluso me encantaría comenzar a hablar de estos temas con niñas o niños, aunque esto requeriría una acompañamiento aún más cuidadoso.

Fotograma de la película. Cortesía: Piano Distribución

TRAILER

FICHA TÉCNICA

Título: Ahora que estamos juntas

Directora: Patricia Balderas Castro

Guión: Patricia Balderas Castro

Producción: Patricia Balderas 

Producción ejecutiva: Bandada Films

Producción de impacto: Impacta Cine

Directora de foto: Patricia Balderas Castro

Postproducción: Alfonso Coronel

Duración: 82 min.

Formato: Digital 

Edición: Patricia Balderas Castro y Claudia Ruiz Capdevielle

Género: Documental

País: México

Idioma: Español

Reparto: Tommy Castro Martínez, Karen Condés, Diana Alva, Cerrucha, Romina Coffeen Córdova, Sarabi, Josefina Millán, Ana Laura Velázquez Moreno, María Fernanda H. T., Jocelyn Ramírez López, Aida Cerda Cristerna, María, Valeria Maqueda, Matilde Chávez Fernández y Stephany Reyes. 

Música: Aldo Max Rodríguez

CARTEL