Disclaimer: los años han enseñado a este escritor a odiar los festivales, pero este estuvo bueno. Todo comentario es responsabilidad del nivel de su azúcar.
La tarde era linda y la gente interesante. A las 15:00hrs comenzó a llegar el lente amarillo, de ese que popularizaron las jeans; cuquitas para el cabello, de esas que popularizó Irán Castillo (si tienes menos de 30, googlea); pantalones estilo Fred Durst (ídem). Cuando Puma Blue sacó el sax, recordamos la huella que UB40 y Conjunto Primavera habían dejado en esta nación.
Quizá sea la tristeza, quizá ya se nos volvió melancolía desde que las Spcie Girls se separaron (y que el mundo nunca superó), pero hay algo en el festival E-choes que nos regala una hermosa depresión.

Cometimos el error de no matar a nuestro pasado y los 2000s volvieron para matarnos a nosotros. La vacuidad flota en el aire, pero en estos tiempos de aire sucio ¿dónde no? Así que no hay más que agradecer que esta vez, la cheve a sobreprecio y vendida a través de mecanismos engañosos, por buena suerte estaba fría y sabiamente administrada. El siguiente artista en fila fue Two Feet quien más que un recital ofreció un coqueteo permanente y fluido.


Este festival nos recordó el principio básico de la humildad y a no olvidar que estábamos en Tesistán, motivo por el cual nos presentó a Zimmer90 que en un parpadeo bien podrías confundirles con Daft Punk… pero versión económica. Es broma (como todo en este artículo). Este trío de morritos house son una bomba a punto de explotar. Los tiempos de Dios son verdaderamente perfectos, así que nos ha dado a Los Ángeles negros, pero… al hacia el principio de la noche, llegó Cuco a decirnos que no hay final para la mexicanidad transfronteriza.


Si me permiten la palabra: los pochos (aka todos los migrantes) heredarán la tierra (aka todo lugar que uno pueda llamar hogar) Cuco usa la imagen de la virgen de Guadalupe y rosas con corazones sangrantes, nada menos original para un mexicoamericano, pero cuando canta su arte está en hablar con la música, (ahí es donde si le haces caso a la virgen), el vato sabe y lo sabe. Un festival organizado de manera inteligente que puso al centro la diversión de los espectadores y las ganas de explorar carteras.

Una noche para no olvidarse que San Francisco Tesistán también sabe “chillear”. La noche y el Festival, cerraron con Foster the People, la bandita estelar, pero quizás fue a media tarde y comenzando la noche cuando la explanada vibró más fuerte y la gente olvidó lo lejos que estaban para emprender el viaje de regreso.

























