At Eternity’s Gate es la historia de Vincent Van Gogh realizada por Julian Schnabel (2018) y protagonizada por Willem Dafoe, la película narra la historia del pintor holandés y nos sumerge en un viaje contemplativo. Paseamos por la vida de Van Gogh y su etapa más prolífica. Entre  paisajes, girasoles, autorretratos y su ya icónica habitación están el grueso de su trabajo por el que paseamos los 110 minutos del filme.

La película devela a un ser humano ansioso por conocer la naturaleza hasta sus más recónditos lugares, vemos a un Vincent explorador, en travesías diarias a través de largas caminatas donde intentaba entender el comportamiento de la naturaleza, el movimiento y la esencia en cada espacio dado, trabajando desde ahí su proceso creativo.

 

Schnabel nos muestra pacientemente ese proceso, vemos a detalle cada instante, cada pincelada y los matices que lo llevaron a crear sus 75 obras más importantes. Las  conversaciones que tiene con  Paul Gauguin me parecen una pieza fundamental para entender su pensamiento y visión pictórica, porque al tener un ingenio esquizoide, Vincent no pintaba la realidad sólo por representar lo ya existente, sino que intentaba desmembrarla y a la vez hacerla infinita.

Creo que lo que hace único a Vincent Van Gogh es justamente esa nula pretensión de volverse eterno desde su ser hombresu búsqueda incansable por entender la vida, plasmándola en las imágenes que combinaba a partir su mente turbulenta. El actor Willem Dafoe hace una interpretación extraordinaria sumado al gran parecido que, más allá de la caracterización, tiene con el artista holandés.

Así como las conversaciones que tiene con Paul Gauguin, hay momentos en la película que develan situaciones clave para entender la obra de Vincent: los movimientos de cámara rápidos que de pronto ya te tienen con la mirada de cabeza, los acercamientos a su rostro y a la expresión en sus ojos.  Pero, sin duda lo que hace de la película una muy buena pieza es la muestra detallada de su ingenio esquizoide en relación con los colores cálidos. En la historia del arte no ha existido otro pintor que trabaje la melancolía en una mezcla de calma y furor que se entrelazan en un bucle constante. Finalmente algo también elemental en la película es la conversación que tiene con el sacerdote, interpretado por Mads Mikkelsen en la parte final de la película. Una conversación delirante e hiriente.

Todo lo demás que rodea la vida de Vincent Van Gogh, nosotros como amantes de sus obras o simples espectadores,  observamos cómo hace eco en situaciones como: la locura entendida desde la literalidad, la ausencia del dinero, la protección del hermano Theo, la vida del artista en una Francia exquisita, la fama en la posteridad, la marginación, el exilio en un psiquiátrico y muchos otros factores, que si bien son parte de lo que fue en vida Vincent Van Gogh, en ocasiones los traslapamos pare entender su obra pictórica. Considero que la película de Julian Schnabel nos permite dar un paso más allá de los lugares comunes que abrazan la vida del pintor holandés y por ello la vuelve una pieza audiovisual valiosa.

 

Aquí puedes ver la película aunque doblada en español: