Enrique Planas (Lima, 1970) es un destacado escritor y periodista cultural peruano. Su debut literario, “Orquídeas del Paraíso” (1996), trascendió las páginas al ser adaptado al teatro y galardonado con el Premio del IV Festival de Teatro Peruano Norteamericano. Su segunda novela, “Alrededor de Alicia” (1999), fue merecedora del Premio de Novela del Banco Central de Reserva del Perú, consolidándolo como una de las voces más prometedoras de su generación.
Entre sus obras destacan también las novelas “Puesta en escena” (2002), “Otros lugares de interés” (2010), “Kimokawaii” (2015) y “Chicas Bond” (2022), además del libro de prosas breves “Demasiada responsabilidad” (2018). Su talento y originalidad fueron reconocidos por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que lo incluyó entre los «25 secretos mejor guardados de la literatura latinoamericana».
Orquídeas del Paraíso
En un rincón remoto de la Amazonía, el pequeño pueblo cauchero de Patacala se convierte en el escenario de una lucha por la supervivencia, la identidad y la justicia. Aquiles, hijo de un gobernador asesinado, se ve forzado a reinventarse tras el brutal ascenso al poder de Silveira, un despiadado mercenario autoproclamado tirano perpetuo. Su única oportunidad de eludir la muerte: ocultar su verdadero ser.
Bajo la guía de Nanay, la reina del burdel local, Aquiles se transforma en Orquídea, una aprendiz de prostituta que rápidamente se convierte en la flor más deseada de Patacala, incluso por Silveira. En esta vorágine de sensualidad, poder y venganza, el texto de Planas se despliega como una narración hipnótica que explora los límites de la identidad y el deseo en un entorno donde las reglas son dictadas por la naturaleza y el instinto.
La Entrevista
¿Cómo tejes la ficción y los datos históricos en tu novela?
Enrique Planas: No trato de pensar en términos de una novela histórica per se. «Aquí es el paraíso» podría leerse como una novela con claves históricas, pero no busco crear personajes icónicos que me aten a una deuda con la realidad. En general, no intento forzar la realidad en mis escritos. Lo importante es crear la ilusión de estar leyendo algo desvinculado del presente, algo que ocurrió hace cien años. Escribo desde la libertad, lo que me evita problemas sobre dónde empieza la historia y dónde la ficción. Al sumergirte en la historia, todo te envuelve, y lo que quiero es que el lector sienta que está leyendo ficción, aunque esté basado en hechos históricos. Una vez que el libro sale al público, son los periodistas y críticos quienes pueden decidir si es una representación de la historia, pero eso ya no depende de mí.
¿Cuál es el mayor desafío que enfrentas en este proceso?
Enrique Planas: El desafío es que el lector se sienta tan inmerso en la historia que no pueda dejar de pensar en los personajes y sus destinos. Quiero que compartan la obsesión que uno tiene al escribir, que empaticen con los personajes. La creación de personajes es un proceso fascinante y lo disfruto mucho. Aunque no lo quieras, siempre vas a reflejar parte de ti mismo en tus personajes y los enriquecerás con personas que has conocido o de las que has oído hablar.
¿Cómo construyes tus personajes, especialmente en «Orquídeas del Paraíso»?
Enrique Planas: Escribir «Orquídeas del Paraíso» fue interesante porque el protagonista es un adolescente. Aunque lo escribí cuando tenía 24 años, hay una proximidad entre el autor y el personaje. Al final, soy todas las personas en la novela: soy el protagonista, pero también soy todas las mujeres, el padre, el asesino. Construir personajes es como hacer una colcha de retazos, usando piezas de personas que has conocido o imaginado.
¿Cuál es tu perspectiva sobre la literatura contemporánea y dónde ves tu novela en este contexto?
Enrique Planas: Cuando escribí mi primera novela, había una especie de carrera por ver quién publicaba más joven. Afortunadamente, tuve un amigo que me aconsejó tomarme mi tiempo para encontrar mi voz. En ese momento, predominaban las novelas urbanas, pero yo opté por escribir algo diferente, ambientado en la selva. Creo que las novelas más interesantes hoy en día tienen que ver con la posibilidad de meterse en la mente de un personaje y entender su mundo interior. Hay una tendencia a alejarnos de los problemas urbanos y a explorar nuestra relación con la naturaleza y las atrocidades que se están cometiendo contra el medio ambiente.
¿Qué recomendaciones darías a los jóvenes aspirantes a escritores que desean embarcarse en el mundo de la literatura?
Autor: No suelo dar consejos porque creo firmemente que los mejores aprendizajes vienen de la propia experiencia. En mi taller de creación literaria, les explico a los jóvenes que no esperen de mí una lista de libros para leer o consejos de cómo hacerlo, ya que cada persona tiene gustos y necesidades diferentes. Escribir es un camino arduo, con pocas recompensas inmediatas, pero si verdaderamente sienten la pasión por la escritura, les diría que no se rindan. La clave está en encontrar su propia voz y perseverar, incluso cuando el reconocimiento tarde en llegar. Si desean escribir, deben hacerlo con convicción y dedicación, sin esperar validación externa.