El próximo 30 de agosto a las 21:00 horas, el músico y compositor jalisciense José Meyer Ibarra se presentará en la Sala 3 del Conjunto de Artes Escénicas Santander para ofrecer una experiencia única que combina música, narrativa y visuales. Su concierto invita a reflexionar sobre la melancolía, destacando su importancia en la vida como una vía para conectar con las emociones más profundas, a través de un viaje auditivo y visual que promete cautivar al público.
José Meyer Ibarra, nacido en Guadalajara el 13 de octubre de 1987, cuenta con más de 20 años de trayectoria profesional en la música. Es ampliamente reconocido por ser la voz principal de la banda Thermo, uno de los proyectos más emblemáticos del rock nacional durante la década de los 2000, así como por liderar su proyecto solista, José Meyer Ibarra y Los Bravos de Occidente.
A lo largo de su carrera, José ha realizado giras nacionales e internacionales, presentándose en países como Estados Unidos, Colombia y Perú. Su discografía incluye seis álbumes —dos como solista y cuatro con Thermo— entre los que destaca “Bajo El Control del Radar” (2007), grabado en Suecia. Además, ha sido doblemente nominado a los premios MTV VMA en las categorías de “Mejor Artista Nuevo Norte” y “Mejor Artista Independiente”.
Su experiencia sobre escenarios ha incluido importantes recintos como Pepsi Center, Foro Sol, Auditorio Telmex y Teatro Diana, así como festivales de gran relevancia como Vive Latino, Machaca Fest y SXSW. Durante su carrera, ha compartido escenario con bandas y artistas nacionales e internacionales de la talla de MXPX, Misfits, Frank Turner, y José Madero, entre otros.

La Entrevista
José Meyer no solo compone canciones, construye espacios. En esta conversación íntima, el músico nos habla de su proceso creativo, su postura ante la inteligencia artificial en la música, y su próxima presentación en el Conjunto Santander, donde promete una experiencia sensorial que va más allá del sonido.
José, tú trabajas mucho con las texturas sonoras. ¿Cómo describes tu proceso al crear sonidos y texturas?
José Meyer: Fíjate que pienso cada canción como una casa que estoy construyendo. Cada habitación tiene una atmósfera, una textura, una sensación distinta. A veces es como un lienzo lleno de capas, otras veces solo un trazo de lápiz, un gesto mínimo. Me interesa mucho abstraer la canción y representarla visualmente, como si fuera una obra. Creo que abordar la música desde otras lógicas —como el diseño, la arquitectura o la pintura— permite expresar ideas que a veces son difíciles de escribir. Es más intuitivo, más emocional.
¿Y qué tanto te permites experimentar o romper con tus propios métodos?
José Meyer: Mucho. No soy dogmático. Creo que en el arte hay que desafiarse constantemente. Siempre les digo a mis estudiantes en la Facultad, por que también doy clases en la Universidad de Guadalajara: hay que experimentar, aunque eso implique equivocarse. La música hoy está muy presionada por la industria, por los algoritmos, por la velocidad. Pero yo defiendo el derecho a tomarse el tiempo, a equivocarse, a sentir. Si algo no funciona, das tres pasos atrás y lo vuelves a intentar. El proceso creativo debe ser humano, no una máquina de producción.
Justamente hablando de máquinas… ¿qué opinas del uso de inteligencia artificial en la creación musical?
José Meyer: Son herramientas poderosas, sin duda. Si se usan con criterio, pueden ayudarte a destrabar ideas. Pero yo nunca he usado IA para componer. Me interesa que la música nazca de un proceso interiorizado, emocional. Me preocupa que las plataformas estén usando IA para generar canciones en masa, armonizar catálogos, y eso nos pone en desventaja a quienes creemos en el proceso artesanal. No estoy en contra, pero sí cuestiono. Hay que adaptarse, sí, pero sin perder la esencia.
Y ahora que te presentas en el Conjunto Santander, ¿cuáles son tus expectativas?
José Meyer: Estoy muy emocionado. No es solo un foro, es un espacio cultural de altísimo nivel, con un compromiso real con la difusión artística. Fui seleccionado a través de una convocatoria de la Universidad de Guadalajara, y eso me honra mucho. El 30 de agosto será una fecha muy especial. Además de la música, estoy trabajando en la parte visual del show, que para mí es fundamental. Creo que la música debe tener un mensaje, y lo visual ayuda a reforzar la narrativa. Me gusta que la gente se conecte con sus emociones, que se permita ser vulnerable. Hay pocos espacios donde eso ocurre, y la música es uno de ellos.
¿Será entonces una experiencia sensorial más compleja?
José Meyer: Exactamente. No quiero que sea solo un concierto. Quiero que sea una experiencia donde el público comprenda, sienta, se vea reflejado. Que haya una riqueza visual y auditiva que lo haga más disfrutable. En Guadalajara hay muchas escenas emergentes, sobre todo de mujeres artistas que están haciendo cosas increíbles. Pero necesitamos más foros, más presupuesto, más apoyo. Hacer música independiente es un reto, pero también una oportunidad para construir propuestas que trasciendan.