Introducción y respuestas: Rojo Córdova. Preguntas: Comikk.

En realidad no son tantos los artículos o libros especializados que hablen sobre la historia y desarrollo del eslam de poesía en México. Quizá el primer bosquejo se da en El regreso de los bardos de Eduardo Ribé en el número de junio-julio de 2008 de la revista Tierra Adentro, texto que habla sobre cómo poco a poco por esos años, desde contextos urbanos, además de letrados, se comenzaba a generar literatura más allá de lo impreso en espacios alternativos y oficiales.

Por supuesto que una cosa es la poesía en voz alta/spoken word en nuestra extensa geografía mexicana y otra muy específica todo lo que implica la generación de una escena eslamera local. La primera puede ocurrir con o sin el beneficio de la escucha de una audiencia, por lo general supeditada a la cuarta pared teatral, pero la segunda, el eslam, no puede ser sin el diálogo constante con la comunidad que va conformando. La realidad es que mientras el primero es un estilo de urdir letras, el segundo es un evento donde caben todos los estilos de urdir letras, desde los académicos, hasta los más rasposos, desde los más experimentados, hasta los novísimos, desde los textos con la precisión más matemática hasta los improvisados.

El eslam de poesía mexicano nace oficialmente el 19 de febrero de 2005 en el X-Teresa Arte Actual, un Génesis performático cuyo Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio continúa salvajemente a dentelladas hasta el día de hoy en donde sea que los eslameros decidan encender el fuego (el juego) de la palabra compartida y germen de la nosotridad, que inherentemente lleva el poetry slam desde su nacimiento en los años 80 en Chicago.

Somos pocos los que desde la escena misma hemos cronicado los pesares y milagros de nuestro acontecer eslamero. Está Edwing Roldán y Pilar Rodríguez en la revista Voices of México, está Mimi Kitamura desde un alias periodístico en el portal de Novedades, está el material documental de José Luis Ramos Colín, que junto con todos los sabrosos cortes y tutoriales del Circuito Nacional Poetry Slam Mx, embellecen el You Tube. Además de mi charla TEDx al respecto y mi antología ESLAMEX. Pero el trabajo que veremos el próximo año coordinado por Comikk (integrante del mismo circuito nacional y del Colectivo POM) será un parteaguas en este tipo de archivística mexa dedicada a estas justas literarias llamadas eslam.

Comikk pretende sacar a la luz un amasijo de preguntas realizado a organizadores de eslams de poesía oriundos no sólo de múltiples estados de nuestra república sino también de países europeos, africanos, latinoamericanos y hasta asiáticos. Este libro llevará el nombre de Las palabras intactas y definitivamente marcará un antes y un después en la archivística eslamera mexa. Pero también en el diálogo con nuestros pares internacionales así como en la profesionalización de los nuevos cuadros eslameros que gusten acercarse a tejer sus propios eventos y jugar a generar comunidad a partir de la palabra y la escucha atenta.

A continuación, comparto como adelanto de dicho libro, mi sección de preguntas/respuestas sobre mis experiencias desde hace ya 10 años en estas lides literarias.

1. ¿Qué es el Poetry Slam Para ti ?/ ¿Por qué es importante el Poetry Slam? / Platícanos sobre tu Slam, desde cuándo existe y por qué decidiste crearlo/ ¿Con qué problemas difíciles te has enfrentado y cómo los has solucionado? / Críticas, evolución, posturas, consejos para el Slam mexa… / ¿Qué le dirías a lxs slammers Mexicanxs?

El eslam de poesía comenzó siendo un refugio para mí por allá del 2008. Casi una década después lo veo como una palestra para llegar y compartir todo lo que aprendo en todas mis actividades: siendo maestro/ siendo alumno, en la producción, gestión, organización, conducción, pero también en todo el espectro de las artes escénicas que he cultivado todos estos años. El eslam que yo llevo se trata de una mixtura que ama transversalizar todos los registros posibles pero siempre desde las letras y la creación-acción (poiesis). Es un semillero de talentos nuevos compartiendo el micro con creadores más experimentados. Para mí ahí radica la importancia del eslam que llevo, porque sólo puedo hablar del el mío, los demás tienen el derecho de generar las narrativas que gusten con esta herramienta social llamada poetry slam. Para mí, reitero, la importancia de estas justas literarias radica en la generación de comunidad y nosotridad, porque gracias a eso generamos redes y le hacemos bien a nuestro ecosistema cultural, al oxigenarlo e interdisciplinalizarlo con el talento y voces de quien guste venir a jugar con todos los que estemos acá formando/latiendo/nutriendo/dialogando/hackeando el nosotros.

Llevo organizando eslams desde febrero de 2009 y actualmente coordino y conduzco el ciclo eslamero más longevo de la República Mexicana. En un sólo lugar (por todos los rincones del Centro de Cultura Digital) desde el 2012 he llevado a cabo ya casi 50 eventos de poetry slam llenos de mil y una peripecias a favor y en contra. No me alcanza una cuartilla para enumerarlos y hablar al respecto, sólo diré que lo más importante para alguien que organiza uno de estos ciclos o eventos es que  debe tener control editorial total del mismo además de libertad de expresión acompañada de responsabilidad y diplomacia con el espacio (técnicos, directivos)… cosa que ya de entrada es un toma y daka  para el que nadie te puede preparar ya que siempre estarán presentes una variedad móvil de factores. Lo que nos toca a los organizadores es formarnos directo en las tablas e ir viendo qué herramientas nos pide cada espacio/evento/directivo e ir afilando todo eso para ser lo más flexible posible pero sin perder la escencia de nuestras propuestas.

Algo que se debe tener en cuenta desde el momento uno en que alguien quiere organizar un ciclo eslamero es que debe ir acompañado de muy diversos mecanismos que generen redes alrededor de dicho eslam para que le den no sólo identidad sino para que sea un agente rizomático y no vampírico, esto es, que tenga, por ejemplo: su dinámica propia de organización del eslam, talleres/laboratorios constantes, trabajo con la comunidad inmediata del espacio donde se organiza el ciclo, generación de contenido propio/ slang propio para compartir en redes sociales y por lo tanto cierto conocimiento de community management, porque haciendo esto la red se amplia y ayuda al resto del ecosistema eslamero/cultural.

Pero si sólo algunos generan este tipo de actividades que activen a la comunidad (la renuevan constantemente) y otros sólo se esperan para absorber el talento de otros eslams, entonces, gente, estamos ante dos tipos de organizadores claramente diferenciados, el rizomático (el que abre surcos para el crecimiento de la escena) y el vampírico (el que sólo caza los nuevos cuadros sin generar tránsito de talentos nuevos de otras disciplinas, de otros zonas de la ciudad, de otros países). Ese va a ser uno de los retos para los organizadores que vienen. Darse cuenta de cuál es su mercado cultural y cómo irlo nutriendo y enriqueciendo para formar una voz única en su entorno (urbano/digital) pero al mismo tiempo incentivando a los demás para que hagan lo propio y se organicen para, por ejemplo, no organizar eslams en la misma fecha/hora que los otros compañeros, generar un ambiente de cordialidad entre los eslameros aunque no se compartan los mismos puntos de vista, generar una especie de reuniones (con los que se pueda, en la dinámica que se pueda lograr mayor consenso) para organizar eslams regionales o temáticos, o generar entre todos la carpeta/gestión para pedirle recursos a instituciones, fundaciones o demás.

2. Cuéntanos concisa y libremente sobre tus experiencias internacionales con el Poetry Slam (Chicago, Argentina, Bélgica, Cuba… ) y también cómo observaste tu intervención y contribución desde la lejanía al Poetry Slam mexicano, siendo tú un Slammer que ha logrado presentar su trabajo fuera de la república, representando de miles de formas al país y la escena.

De entrada creo que si se desea empezar a jugar con tus pares internacionales debes comenzar a cultivar desde ya el hermoso y complejo arte de las relaciones públicas. Es una triste (?) realidad el hecho de que como artista/creador eres tú y sólo tú el responsable de vender tu obra (¿venderte como obra? ¿vender-publicitar tu propuesta?). ¿Mi recomendación? Ubica las capitales más importantes donde el fenómeno eslamero está ocurriendo, aprende por lo menos dos lenguas a parte de la tuya y comienza a asistir y a conocer las opciones donde se programe spoken word/poesía en voz alta/ poesía performática y aprende, platica, ve si existen libros o documentales o antologías donde se teorice y ve dialogando con tus pares nacionales e internacionales sobre lo que a ti te interesa generar/germinar en tu propuesta poietica (por poiesis). Y así poco a poco podemos insuflar cada vez por más flancos nuestra escena nacional y eso es lo que he hecho en La Habana, Buenos Aires, Chicago y Bélgica: generar redes y ser un embajador de las letras eslameras, nacionales y latinoamericanas, pero también un constructor de puentes y generador de posibilidades para que sean más los cuadros eslameros que viajen al extranjero, por supuesto.

En resumen: CONOCER, QUIÉNES están haciendo QUÉ en DÓNDE y CÓMO.

 

 

 

 

 

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(Ciudad de México, 1986). Poeta-performer, tallerista, gestor/promotor cultural, productor, antologador, actor y escritor enfocado en explorar las posibilidades de la oralidad, el hip hop y la lírica interdisciplinaria. Es reconocido por ser uno de los principales impulsores de los eslams de poesía y spoken word en México. Su obra incluye poemas en soporte audiovisual así como impresos (algunos traducidos al inglés, holandés y alemán); incursiones en el teatro, instalación sonora, arte acción y cine (Hecho en México, de Duncan Bridgeman; y Somos lengua, de Kyzza Terrazas). Fue finalista de los Premios Ciudad de México 2016 en la categoría Actividad Escénica del Año por el ciclo anual Micrófono abierto: lo que se lee con el oído, que coordina y conduce cada mes en el Museo Universitario del Chopo. Su ciclo de eslams de poesía en el Centro de Cultura Digital es reconocido por ser el más longevo de la República Mexicana con 54 eslams organizados y conducidos mensualmente desde junio de 2012 hasta septiembre del 2018. Parte de su obra fue mencionada y analizada en los libros Beyondthe Page. Poetry and Performance in Spanish America, de Jill S. Kuhnheim, editado por University of Arizona Press (2014); y en GUIDA LIQUIDA AL POETRY SLAM. La rivincita della poesía, de Dome Bulfaro, Agencia X, Milán, Italia (2016).