Fuente: http://www.comingsoon.net/tv/news/861019-winter-is-here-with-12-game-of-thrones-season-7-posters#/slide/1

El invierno en Game of Thrones trae urgencia por llegar. La frase “the winter is coming”, se escuchó desde el primer momento a manera de eslogan, capítulo a capítulo, temporada a temporada hasta que apareció la frase “the winter is here”. Para los fans de la serie la espera fue muy larga, pero ahora, tal parece que el invierno está precipitándose. Y es que recordemos los capítulos en que los tiempos de los viajes de cada personaje eran toda una odisea, la mayoría de las veces cargados con una buena dosis de sorpresas, tanto para ellos como para el espectador. Eso ha terminado. Podríamos decir que tras la “resurrección” de Jon Snow, la serie entró en un proceso de aceleramiento en picada.

Hasta las últimas dos temporadas, la serie había sabido hacernos creer que las distancias de los Siete Reinos eran gigantescas, propias de la temporalidad en que suponemos ocurre la trama, a manera de un periplo en la época medieval donde atravesar largas extensiones a caballo tenía una duración de semanas o meses.

Fuente: http://www.upsocl.com/muvi/el-reencuentro-del-ultimo-capitulo-de-juego-de-tronos-fue-dificil-de-grabar-por-la-razon-mas-tierna/

Sin embargo, como si todos estuviéramos ávidos de los reencuentros familiares, vemos que Bran llega como Pedro por su casa a las puertas del Muro y poco después ya está en Invernalia como por teletransportación. Arya parece que fue a pasear por la pradera antes de tocar a la puerta de su hogar para abrazarse con Sansa y Jon llega, al tan esperado como desilusionante encuentro con Daenerys, como si acabase de descender de un vuelo express.

Fuente:http://www.mundodeportivo.com/elotromundo/television/20170731/43246385243/daenerys-targaryen-jon-snow-encuentro-juego-de-tronos.html

Pero la escena que se lleva las palmas de la rapidez es la proeza del herrero Gendry. Tersipo, el soldado ateniense que corrió poco más de 40 kilometros desde Maratón hasta Atenas para avisar de la victoria sobre los persas, es un novato ante Gendry y su velocidad ultrasónica, quien, cual si fuera Usaint Bolt, corrió hasta las puertas del muro para avisar que los caminantes blancos tenían sitiado a Jon Snow, Jorah Mormont y compañía.

Fuente:https://fueradeseries.com/el-tiempo-en-juego-de-tronos-transcurre-a-otra-velocidad-1d65ab4321d9

Por otra parte, los cuervos mensajeros solamente fueron nombrados, cumpliendo su función tan eficazmente como un wattsap. Daenerys recibió el mensaje y con la efectividad de un vuelo concorde, montada en su dragón y de una escena a otra, llega en auxilio del escuadrón anti white walker, más allá del muro.

Fuente: http://laprensa.peru.com/espectaculos/noticia-game-of-thrones-7×06-white-walkers-viserion-muerte-jon-snow-daenerys-74185/2

Y por cierto, qué decir de los dragones. Tanto tiempo resguardados, ocultos incluso, mostrando apenas sus fauces. Había algo emocionante cada que su madre bajaba a alimentarlos, tanto a ella como a nosotros nos hacían aguardar la respiración. Pues resulta que a uno de esos seres imponentes, lo sacan sin más a la batalla y termina siendo alcanzado por una lanza al primer descuido.

Fuente: http://www.hobbyconsolas.com/reportajes/juego-tronos-7×06-7-detalles-importantes-que-quizas-te-has-perdido-160988

En fin, sería largo enumerar las fallas argumentativas que se han mostrado en esta séptima temporada. Sólo resta decir que el invierno está arribando y lo hace de una forma predecible. La serie se había caracterizado por matar a cuanto hombre debiera morir y por hacer de lo poco esperable su firma. El principio de verosimilitud era llevado con maestría a través de una larga fila de personajes con diálogos inteligentes y múltiples historias.

Lo esencial: había obras literarias de fondo, trabajadas minuciosamente por George R. R. Martin, bajo los ritmos y procesos de las obras de largo aliento. Sucede que los libros no terminaron la historia y la serie adquirió un éxito descomunal. Había que continuar.

Así lo hicieron y los resultados son, sí, batallas, efectos espectaculares, mercadotecnia al por mayor, ganancias millonarias y actores que, en varios casos, serán superados por sus personajes. No obstante, la última temporada ha ofrecido el sabor de lo inmediato. Los personajes se han adueñado de la trama y, por ejemplo, Jon Snow ya no es un hombre “a matar” más, sino el resucitado que actúa según su fama adquirida.

Claro está, no por todo esto nos perderemos del último capítulo ni dejaremos de mostrar entusiasmo por lo que depara la historia de Game of Thrones, donde es más larga la espera de temporada a temporada que el mes y medio en que el invierno se ha ido preparando para instalarse en los Siete Reinos.