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Otro caso de la irracionalidad de las conductas de los poderosos le vemos cuando, a pesar de que las víctimas insisten en el error del diagnóstico médico, el galeno no se digna en revisarle, llegando a producirse la muerte de su víctima por esa suficiencia que el titulado con un cargo concede a su propia conclusión. Si se siente Dios, que nos lo demuestre devolviendo la vida a su muerto, porque de lo contrario, deberíamos estar ante una crimen, no ante una negligencia, pues la negligencia se produce cuando hay un error o una o mala praxis, pero, cuando se está advirtiendo a un cargo social que está errando y no rectifica, el caso resulta más adecuado calificarle como de asesinato que como de homicidio. No obstante, como miembro de una institución social, el asesino tiene el respaldo de todas las demás instituciones sociales y, en consecuencia, generalmente, de la sociedad.
Así, tenemos el caso de una niña que muere por una peritonitis en Valencia tras acudir tres veces a urgencias y no ser diagnosticada correctamente [5]:
“La niña llevaba una semana con fuertes dolores abdominales, acompañados de vómitos y fiebre. Falleció a causa de una peritonitis purulenta, que derivó en una infección de la sangre
(…)
“los padres llevaron a la menor en tres ocasiones al médico…”
“En todos los casos, los facultativos no le detectaron ninguna dolencia de gravedad, atribuyeron los dolores tal vez a un virus estomacal o a la primera regla de la niña y la mandaron a casa. No le hicieron un análisis de sangre o una ecografía (…), a pesar de que la madre insistió en que se podía tratar de una apendicitis (por los precedentes familiares).”
En una semana, los médicos bien pudieron haber hecho algo, pero no quisieron. El primer hospital, al que acudieron en dos ocasiones, no iba a rectificar su diagnóstico inicial a causa de las opiniones de unos legos en medicina, que supondría un desprestigio para su título El diagnóstico del segundo hospital que visitaron no podía rectificar el dictamen anterior porque eso supondría criticar a un colega, y todos ellos saben que la primera obligación que se impone en toda institución, mara o mafia, es la de defender a sus miembros, incluso, a los de otras agrupaciones sociales afines de delincuentes.
Baste para demostrarlo, este otro titular: Detienen al fiscal de Morelos por, presuntamente, encubrir al sospechoso de asesinar a Ariadna Fernanda [6].
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Como el caso de la niña que muere por peritonitis, hay, por desgracia, otros muchos similares. Uno de ellos, que, además, enlaza con el tratamiento psiquiátrico anteriormente presentado, es el de Andreas Fernández, una paciente con meningitis que murió en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), a donde acudió por un problema físico, y que acabó ingresada, contra su voluntad, en la unidad de Psiquiatría y atada durante cuatro días a la cama.
“Hubo una dejación total de funciones. No es que pusiesen medios para ver qué le pasaba y, aun, así no diesen con la causa. Es que no le hicieron pruebas, a pesar de que ella siempre decía que tenía algo orgánico. Asumieron que tenía una patología psiquiátrica y no trataron de descartar una enfermedad orgánica que pudiese provocar los síntomas que mi hermana mostraba, tal y como se debería hacer según los protocolos», explica a El País, Aitana Fernández, la hermana de la fallecida que es la que está liderando la batalla judicial y que busca, en primer lugar, justicia.” [7]
“Quiere que se haga justicia con su hermana, que los médicos den todas las explicaciones ante un tribunal y asuman la responsabilidad por la muerte de una joven de solo 26 años, sana hasta el 19 de abril de 2017, que pasó cuatro días atada a la cama y que falleció de una parada cardiaca de la que el personal no se dio cuenta hasta media hora más tarde, porque no estaba monitorizada. Andreas Fernández sufría una meningitis linfocitaria sumada a una miocarditis que no fue diagnosticada pero que su autopsia sacó a la luz. El caso se cerró por la vía administrativa pero, con todas las consecuencias, la familia se ha enganchado a un proceso penal” [7].
La conducta de algunos galenos que aprecian más su puesto, su cargo y su poder, que la obligación de resolver los problemas de los pacientes ‒por lo que acaban convertidos en sus víctimas‒ es la misma que hemos visto en el caso anterior: “Ellos”, los “elegidos por la sociedad” por sus muchos conocimientos, no tienen por qué aceptar los diagnósticos irracionales de unos familiares insoportables que se empeñan en enseñar medicina a un médico, pero, gracias a ese supuesto saber, se acabó, con la vida de un paciente. Cuando una persona con sentido común lo hubiera resuelto de mejor forma para todos. Pero ya conocemos el lema de los poderosos: El hombre “bueno” tiene derecho a causar el mal a los “malos” ‒o sea, a los subordinados‒ baste ver que la demanda administraba se desestimó por parte de los responsables de esa institución social, pero, esperemos, aunque quizás sea mucho esperar, que la vía penal les dé la razón, aunque mucho me temo que los tribunales solo se dictaminarán una responsabilidad legal que llevará aparejada una indemnización económica. Y los responsables quedarán sueltos.
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Sin que sirva de esperanza, pues no son más que casos anecdóticos y no una tendencia en la evolución del respeto a las conclusiones de los enfermos y de sus familiares, existen personas sensatas que luchan contra la injusticia del poderoso, incluso, cuando ese poderoso pueda ser un colega y miembro de la misma institución.
Tal fue el caso de los 50 sanitarios que emitieron un informe contrario al informe forense presentado por el abogado de los acusados por la muerte de Andreas Fernández en el HUGA:
“A finales de mayo, los forenses del juzgado emitieron un informe en el que aseguraban que no hubo mala praxis por parte de ninguno de los médicos implicados en su caso. Sin embargo, 50 facultativos y trabajadores sanitarios -incluidos 16 psiquiatras- han encontrado una ristra de incongruencias que también han puesto por escrito y que la abogada de la familia, Alejandra Gutiérrez, ha presentado en la causa. Este informe alternativo se ha elaborado con la colaboración altruista de todos los firmantes.” [7]
Notas:
5ª.- 09-02-2023, El País, Una niña muere por una peritonitis en Valencia tras acudir tres veces a urgencias y no ser diagnosticada https://elpais.com/sociedad/2023-02-09/una-nina-muere-por-una-peritonitis-en-valencia-tras-acudir-tres-veces-a-urgencias-y-no-ser-diagnosticada.html
6ª.- Youtube: Detienen a fiscal de Morelos por presuntamente encubrir al sospechoso de asesinar a Ariadna Fernanda. https://www.youtube.com/watch?v=wMDGzWLgego
7ª.- 06-06-2019, La voz de Asturias, 50 médicos critican el informe forense que exime al HUCA de la muerte de una paciente atada a la cama. https://www.lavozdeasturias.es/noticia/asturias/2019/06/06/50-medicoscritican-informe-forense-exime-huca-muerte-paciente-atada-cama/00031559820583670168472.htm