El ganador del premio Nobel, Abdulrazak Gurnah, presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2024 la traducción al español de su novela más reciente y compartió un consejo para quienes comienzan a escribir.

La expectación generada alrededor de Gurnah también es un recordatorio del poder de la literatura para conectar a las personas. La necesidad de instalar pantallas adicionales para que más asistentes pudieran seguir su charla demuestra el impacto que un buen libro y una voz autorizada pueden tener en la comunidad literaria.

Además, la colaboración entre Gurnah y Ricardo Raphael ofrece un puente entre dos mundos culturales diferentes, permitiendo un diálogo enriquecedor que beneficia tanto a los asistentes como a los autores. La literatura se convierte, de este modo, en un vehículo para el entendimiento y la empatía, unificando a personas de diversas procedencias alrededor de historias compartidas.

Este tipo de eventos también señalan el camino para futuras generaciones de escritores y lectores, quienes pueden ver en ellos un modelo de cómo la literatura no sólo refleja la realidad, sino que también la moldea, invitando a una reflexión profunda sobre las historias que contamos y cómo estas nos afectan.

Fotos: Carlos Miguel Glz.

El cálido recibimiento y los aplausos que resonaron en el auditorio no solo reflejan el entusiasmo de los asistentes, sino también la profunda gratitud y el reconocimiento hacia las figuras clave del mundo editorial. La mención de Sigrid Kraus por parte de Mayra González resalta la importancia de los esfuerzos individuales en la industria de la literatura. Kraus, con su liderazgo en Ediciones Salamandra, ha dejado una huella indeleble, y su presencia en el evento simboliza la continuidad y evolución de un legado literario.

Este momento también nos invita a reflexionar sobre el papel esencial de las editoriales y sus líderes en la promoción y difusión de la cultura. Las palabras de agradecimiento y los aplausos no solo celebran a los autores, sino también a aquellos que, desde detrás de escena, hacen posible que las historias lleguen a nuestras manos. Es un recordatorio de que cada libro que leemos es fruto de un esfuerzo colectivo, donde cada eslabón de la cadena, desde los escritores hasta los editores, juega un papel crucial en la creación y perpetuación del arte literario.

Raphael asumió su papel de guía o una especie de profesor, pensando sobre todo en aquellas personas que todavía no se han acercado a la prosa de Gurnah y que tendrán su primera dosis con El desertor. Así, invitó a los asistentes a pensar de qué —o de quién— han desertado en diferentes ocasiones de su vida, ya que los personajes de esta novela deben tomar decisiones que, en algún momento u otro, les convertirá en los que abandonan o son abandonados.

Si bien la trama no quiere convertirse en una clase de geopolítica o comercio, sí es buena idea entender por qué su autor decidió situar la gran parte de ella en un país africano del centro del continente en 1899. La elección de la época «no fue aleatoria», dijo el escritor, porque fue una época en que la sociedad europea colonizadora comenzó a acercarse a los territorios de África, y sus habitantes todavía no los veían como la amenaza en que se convirtió algunos años más adelante.

Fotos: Carlos Miguel Glz.

Explicó que decidió expresar estas transformaciones en las dinámicas sociales y culturales a través de sus personajes, entre los que destaca una pareja: Martin Pierce, un viajero inglés que se refugia en una ciudad costera de África Oriental y se enamora de Rehana, una joven local. Gurnah reflexionó que si esta historia se desarrollara ahora tal vez no tendría el mismo efecto, porque ahora ya existe un multilingüismo, diversidad cultural y de religiones, y quizá ya no se siente tan disruptivo como hubiera sido hace más de cien años. «Martin, Rehana y su familia cercana viven las amenazas de esa situación, pero también de la necesidad de comprender al otro». Sin embargo, la obra no se concentra únicamente en 1899, sino que intenta responder cómo esa historia de amor traspasa, trasciende y toca otras generaciones, ya bien entrado el siglo XX. Al respecto, el autor dio a entender que era una consecuencia lógica, porque «en nuestra identidad hay generaciones cuyos silencios y voces nos van atravesando».

Antes de terminar la charla para luego dirigirse al área de firmas de autógrafos en el área Internacional, Raphael le preguntó qué consejo le daría, especialmente después de ganarse el Nobel, a alguien que va comenzando su carrera de escritura sobre cómo contar una historia. «No sé qué tiene que ver el Nobel», dijo sin darle tanta importancia al reconocimiento, «pero le diría que desde que empecé a escribir no se me ocurrió que iba a ganarlo».

Fotos: Carlos Miguel Glz.

Claro está, eso no quiere decir que no lo deseaba o que no aceptó con gusto cuando recibió la llamada de la Academia Sueca, sin embargo, aceptó que «no existe un consejo en particular, o al menos no uno muy ingenioso, más que escribir», y hacerlo incluso cuando existan dudas o incertidumbres. «Uno tiene que confiar de alguna forma, por muy complicado que parezca, que lo que intentas hacer es importante», pues así logras llegar a alguien que reconocerá una verdad en la propia búsqueda literaria.

La reflexión sobre los rechazos editoriales que Abdulrazak Gurnah enfrentó al comienzo de su carrera es una poderosa lección sobre la resiliencia y la perseverancia en el mundo literario. Los momentos de duda y frustración son comunes en el camino de cualquier escritor, pero la decisión de Gurnah de no rendirse y continuar trabajando en su oficio es una inspiración para todos aquellos que enfrentan obstáculos similares.

Este relato nos invita a pensar en la importancia de creer en uno mismo y en la propia capacidad de superar los desafíos. La historia de Gurnah es un recordatorio de que el éxito no siempre es inmediato y que, a menudo, requiere paciencia, tenacidad y una firme convicción en el propio talento. Su éxito actual, llenando auditorios y firmando libros para cientos de admiradores, es un testimonio de que la persistencia puede llevar a recompensas significativas.

Además, la experiencia de Gurnah subraya la naturaleza subjetiva de la aceptación en la industria editorial. Lo que una editorial rechaza, otra puede celebrar. Este hecho debería alentar a los escritores a no desanimarse por los reveses iniciales y a continuar buscando oportunidades para compartir sus historias con el mundo.

En última instancia, la trayectoria de Gurnah es una celebración de la dedicación y el amor por la escritura. Su capacidad para transformar los rechazos en motivación y seguir adelante con su pasión es una lección valiosa para todos nosotros, recordándonos que los sueños y aspiraciones merecen ser perseguidos con fervor y determinación.

Fotos: Carlos Miguel Glz.

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