Casi un año ha transcurrido de las pláticas escritas con algunos músicos mexicanos, la evaluación para el cierre de temporada 2024 tendría que serlo con un artista que convocara sensibilidad, enfrentamientos disruptivos, y una ininterrumpida debilidad para amar. Pero vayamos al inicio, con esos nombres y llamados para integrarse a estas entrevistas donde se proclamó un entrenamiento sensitivo, poético y de abstracción. Uriel Herrera (baterista y director musical de Natalia Lafourcade), Alfonso André (Caifanes), Ismael Salcedo (frontman de Los Daniels), la nueva sensación entre Japón-México, Torinotabi, y Francisco Familiar (vocalista de DLD). El común denominador entre todos ellos fue la empatía y la transfiguración; en primera, la identificación por hacer sentir a su prójimo como tarea continua, y la segunda, la facultad de transpolar hasta las “entrañas” de su propio instrumento como ser vivo.
Dentro del lineup presentado recientemente por parte del festival Tecate Paᶦl Norte 2025, mi intuición para sellar con estos diálogos introspectivos la apelaría por la emotividad y el límite impoluto de Darío Vital (voz de Comisario Pantera y Vitálico). Darío Vital Meza, nacido el 8 de diciembre de 1986 en Ciudad de México, es compositor, letrista, músico y cantante. En el 2010 cofunda la banda de rock Comisario Pantera con quien ha grabado cuatro álbumes de estudio: Jóvenes ilustres, Club rodante, Cosmovisiones e Instinto felino y tres EPs: Como la primera vez, Éramos adolescentes y Tiempos mejores. En 2020 lanzaría su proyecto musical alterno llamado Vitálico en el que destacan temas como “Para hacerte muy feliz”, “No nos dejes caer”, “Y sin saber”, “Nadie más” y la reciente canción “De súbito”.
La entrevista
En el siglo XX, muchos creadores en el mundo empezaron a experimentar su arte entre sí: artes visuales con el performance, la re-evolución de la danza moderna y contemporánea, la poesía de John Giorno con la música; donde creó y buscó un sonido psicodélico entre el verso y el sintetizador en el álbum Better An Old Demon Than A New God (Mejor un viejo demonio que un nuevo dios). ¿Te veremos vestido de música al ritmo de cualquier tiempo, sonido y otro género musical, o de alguna otra diciplina escénica, literaria y/o gráfica?
Darío Vital: Vitálico, per se, tiene esa finalidad, la de explorar una nueva identidad sónica y dentro de géneros musicales que me han atraído desde mucho antes pero que no cabían en el ADN de una banda con un sonido característico inclinado hacia el rock. Es comenzar de nuevo, pero con herramientas más concretas, ideas más sólidas, con el reto de descubrir si existe una faceta distinta fuera del primer ejercicio o sólo es un idilio.
Aunque el acto de crear por lo general es un proceso solitario, individualista y al mismo tiempo abstracto; donde la sustancia del alma se separa del cuerpo para generar una historia, un estribillo, una estrofa; un camino donde la reacción del corazón se suelte y no se sujete a la razón, ¿Cómo es el escenario creativo para la composición de tus canciones?
Darío Vital: Los tiempos cambian y siempre es un reto poder fluir en las transiciones, si bien comencé a escribir de manera impersonal mis primeras composiciones hablaban de cosas que probablemente sólo había escuchado, supuesto o inventado a partir de conversaciones, libros, canciones; en esta nueva etapa exploro la posibilidad de mostrar más de mí, de mis convicciones, de mi criterio hacia la vida, no con el fin de agradar, pero de compartir y que mi música y letra encuentre resonancia en otros. Y también busco más el trabajo colaborativo, con otros artistas a los que admiro.
“Quien sabe si mi destino se parecerá al de un hombre y nacerá algún día un niño para imitarlo” (Leopoldo María Panero, Poemas del manicomio de Mondragón, 1987). ¿Qué tanto te seduce en el imaginario de encontrarte contigo de niño y platicarle lo que te sostiene aferrado a la vida y al presente?
Darío Vital: Es una pregunta que he escuchado recurrentemente, y pienso si lo hubiéramos hecho mejor teniendo la certeza de lo que el futuro nos depara en una segunda oportunidad; no lo sé. Creo que lo importante es el desarrollo de la inteligencia emocional para poder vivir, disfrutar, tolerar, sobreponerse de los momentos de felicidad, de tristeza, de abundancia o de retos que la vida nos brinda y que dentro de un límite razonable se presentan erráticos, inesperados. Mi niño creció con la fortuna de tener amor, seguridad, sentirse con un hogar y sigo platicando conmigo mismo, en las distintas etapas de mi vida. Eso es algo que desearía fuera universal.
Conectemos ahora con Comisario Pantera. Platícanos como ha sido la edificación y el sacrificio oculto de la agrupación para crear con una auténtica esencia un puente sólido entre ustedes y su público. Darío Vital: A pesar de vivir en colectividad, ciertos factores definen el perfil de una persona que, dentro de una banda, es una pieza más en la configuración de un sonido que considero, es una mezcla de probabilidades: influencias, gustos, carácter, etc. Así me imagino la configuración de mi banda, y así siento que de manera casi natural encontró su peculiaridad que se convirtió en sello distintivo que resuena en quienes nos escuchan y quienes están por descubrirnos.
Al inicio de la entrevista mencionamos el tema de la evolución. Del 2005 al 2024 han transcurrido 19 años; tiempo donde lo salvaje se convierte en fantasía, las ciudades en mensajes, y los impulsos ciegos en partos de reflexión, ¿Cómo se encuentran como banda, compañeros de profesión y colegas de la misma ruta?
Darío Vital: Creemos firmemente en que la motivación primordial siempre fue la música y que la vida cruzó caminos entre personas sensatas, buenas, que le desean lo mejor al prójimo; eso nos ha ayudado en los momentos más álgidos, en el saber que sobre el desacuerdo que pudiera existir y que eventualmente encontrará solución, impera la amistad, los buenos deseos y la voluntad de hacer más y mejor música y esa energía se transmite, no sé si de manera mística, pero creando una conexión con la gente que gusta de nuestro sonido, mostrándose honesta, sincera y enérgica.
Las renovaciones del espíritu, comunicar lo incomunicado, la libertad del temperamento rebelde, y la sensación de crearnos por encima de nosotros mismos, nos lleva a generar otros actos y mudables comportamientos, ¿Qué sugiere tu proyecto alterno de Vitálico?
Darío Vital: Me gusta ver mi proyecto como una síntesis de un deseo que pudo convertirse en frustración. Me gusta pensar en que la libertad es tener la oportunidad de intentar satisfacer las inquietudes personales de cambio que no siempre tienen cabida en todos lados; pienso que definitivamente es un acto de la preservación de la individualidad artística que puede sentirse descuidada y, pero al nutrirla, puede representar nuevos bríos a todos los proyectos.
Finalicemos. El jazzista Charlie Parker comentaría: “La música es tu propia experiencia, tu sabiduría, tu pensamiento. Si no lo has vivido, nunca saldrá de tu instrumento”. ¿A quién le cantas cuando cantas?
Darío Vital: Definitivamente le canto a quien quiere escucharme, y siento responsabilidad de aportar una perspectiva diferente de otros artistas a ese diálogo que se gesta entre quien escucha recurrentemente y quien canta. El arte busca influir en el desarrollo del criterio de las personas, no solamente a nivel estético, pero también de pensamiento, de ideas. Mi intento, es a través de canciones de amor y desamor, generar un conversatorio en el imaginario de quien me abre las puertas por medio de sus oídos.