Emiliano Monge presenta su nueva novela Los vivos (Random House, 2024), durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. En la mesa lo acompañaron Enrique Díaz y Aora Moreno Durán.
La obra es una representación fiel de la trágica realidad de los desaparecidos en México. Este libro no busca brindar respuestas, sino ofrecer una perspectiva diferente desde la cual reflexionar sobre este fenómeno, con un giro lingüístico y un cambio de enfoque que invita a ver desde otra perspectiva.
Sinopsis: «¿México? Podría ser. Pero también podría ser su revés. Así como el tiempo podría ser éste o cualquiera y los personajes quienes son, además de quienes fueron y serán. En estas páginas, llenas de asombro y belleza, pérdidas y hallazgos, la realidad es un eterno deshacerse y rehacerse. Vestigia, cuyo pasado parece impenetrable, necesita recordar para entender su dolor; Hincapié desea cambiar su relación con los otros, pues no tolera vivir con el temor a que dejen de estar; el Niño, que irrumpe como relámpago, quiere dotar de sentido a las palabras y a las cosas, asomándose al silencio y al vacío, y Lucía, que persigue la lengua de los muertos, busca desentrañar qué hay tras la presencia y la ausencia».
En la novela, Monge evita los estereotipos y crea un universo fantástico y auténtico con un lenguaje propio, donde los desaparecidos en un lugar reaparecen en otro, asegurando que siempre hay un sitio donde son buscados. Los aparecidos/desaparecidos no son figuras vacías o espectrales; poseen agencia, deseos y, sobre todo, voz.
Emiliano Monge, con «Los vivos», nos enfrenta a una dura verdad: la desaparición de personas es un dolor constante en la sociedad mexicana, un dolor que resuena no solo por la pérdida, sino por la búsqueda interminable de quienes siguen esperando. Monge nos ofrece un terreno donde los desaparecidos no son simplemente números o estadísticas, sino seres humanos con historias, sueños y voces que merecen ser escuchadas.
Esta obra nos desafía a mirar más allá de lo superficial y reconocer la humanidad en medio de la tragedia. A través de su relato, Monge no solo busca conmover, sino también despertar una conciencia colectiva que se cuestione y actúe ante esta dura realidad.