Foto: El Elías de Guanatos

No ha muerto,

quien diga lo contrario miente,

en ti sigue vivo,

Rudi Not Dead. Juantxo Skalari

Antes de todo, me presento. Muchos de ustedes ya me conocen, pero supongo habrá quien no. Mi nombre es Oscar Ramón López Carrillo, la mitad de los que me dirigen la palabra me dicen “Greñas”. Durante 15 años fui el vocalista de una banda local de nombre No Hay Fianza, actualmente me encuentro en proceso de hacer un libro que recupere la historia del ska-punk y las experiencias de las personas que la han hecho posible durante tres décadas en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México.

Se preguntarán los curiosos lectores: ¿Por qué hacer un libro sobre ello? Pues simplemente porque no existe un documento que dé cuenta de las dinámicas sobre la escena de nuestra ciudad. Claro que existen libros sobre la genealogía del ska en México, algunos recuperan el factor de reconocimiento e identidad, otros el componente político, algunos son estudios de caso a bandas renombradas como Panteón Rococó o Salón Victoria y otros son esfuerzos más modestos por recuperar algunas dinámicas, pero TODOS se centran en contar la historia de la Ciudad de México. Pocos hacen un esfuerzo por salir del centralismo y no los culpo, muchas veces cuesta mirar a lo que ellos llaman provincia, pero desde acá no podemos hacer eso. 

Foto: Oscar Ramón López

Queda claro que en Jalisco se han hecho valiosos esfuerzos por contar la historia de la juventud y su relación con la música: se han hecho trabajos sobre jóvenes de esquina y el hip-hop, a ello Rogelio Marcial (QEPD) dedicó gran parte de su vida, trabajos sobre la escena anarcopunk, les recomiendo muchísimo el trabajo del compañero Marcelo Sandoval, virtuosísimos trabajos sobre el rock en occidente, el último libro de David Moreno es una prueba de ello, pondré algunos materiales en la bibliografía del documento por alguien se encuentra interesado. Asimismo, estoy contento de que cada vez sea más común leer trabajos de tesis (desde licenciatura a doctorado) sobre el componente cultural de la trova, el corrido norteño o el rap y me da mucha ilusión ver el apasionado trabajo que realiza Elián, joven estudiante de la licenciatura en Historia de la Universidad de Guadalajara, quien dirige nada más y nada menos que la Biblioteca Auditiva del Ska Jalisciense. Entonces, si algo no existe, debemos de crearlo, ¿no?

¿No existe la escena ska-punk en la ciudad de Guadalajara, Jalisco? Por supuesto que sí. Esta está compuesta por decenas de bandas que han estado resistiendo por casi tres décadas (sería imposible nombrarlas a todas, algunas duran décadas otras un par de meses), por cientos de asistentes (de todas las edades y de diferentes estratos económicos), por un puñado de promotores que hacen un esfuerzo por organizar eventos constantemente, cuenta con algunos entusiastas divulgadores que mantienen portales de Internet como Gumaro con MiMamáMeMima o quienes mantienen registros audiovisuales como El Elías de Guanatos, y cuenta con foros adecuados para la ejecución de conciertos, desde el Tianguis Cultural hasta el Laboratorio Cultural de Diversidad (LCD). Si bien, comparto la hipótesis de que la escena ska-punk de Guadalajara no pasa por su mejor época, eso lo debatiremos en su momento, queda claro que los que la habitan, los que la viven, hacen un esfuerzo por mantenerla. El ska-punk de Guadalajara no ha muerto, quien diga lo contrario miente.

De esta manera, mi propuesta y mi aporte a la problematización sobre la escena ska-punk de Guadalajara será esta columna. Al principio tenía la intención de que fuera semanal, pero el ritmo de trabajo en el que me ha sumergido el capitalismo tardío me lo impide, considero que una columna quincenal puede funcionar tanto para el lector como para el escribano. Hace algunos días pregunté en mis redes sociales sobre sugerencias de nombres, me dieron algunos bastante interesantes: Ritmo y Resistencia, A Cuadro Blanco y Negro, AA (Acordes y Activismo), Rebelión Sonora hasta el jocoso El rincón de Greñas. Pese a lo variopinto de los títulos sugeridos, he decidido llamarla Música para la resistencia, muchos ya habrán notado la referencia al legendario grupo jalisciense de anarcopunk Fallas del Sistema, dado que considero que es un título que refleja lo que quiero mostrar en la columna y el contenido que posteriormente pasará al libro.

Foto: El Elías de Guanatos

¿Qué es lo que el lector encontrará en esta columna quincenal? La primera premisa es que trataré de mostrar contenido que atraviesa las esferas de la música y la política; el formato será variado, desde micro ensayos sobre algunas bandas, por ejemplo la próxima columna versará sobre Los Inadaptados y sus primeros 30 años, reseñas de discos o entrevistas con algunas bandas o promotores locales, nacionales e incluso internacionales.

Por último, agradezco muchísimo al portal Vagabunda MX por la invitación, cuando Miguel González al candor de unas cervezas me habló de un espacio en una revista cultural por Internet no lo dudé ni un solo segundo. Asimismo, quisiera agradecer a Delia, estudiante de la licenciatura en Antropología, quien se acaba de unir al proyecto del libro y que me ha ayudado con algunas cosas que están fuera de mi alcance. Asimismo, te agradezco a ti, por leer, por acompañarnos en esta aventura quincenal. Emulando uno de los slogans de Juantxo Skalari: el ska-punk de Guadalajara no ha muerto, quien diga lo contrario miente.

Sugerencias de lectura:

Marcial, Rogelio. (2006). Andamos como andamos porque somos como somos: culturas juveniles en Guadalajara. Guadalajara: Colegio de Jalisco.

Moreno, David. (2023). Rockeros en tierras de Mariachis. Guadalajara: CORAL.

Sandoval, Marcelo. (2014). El movimiento anarcopunk de Guadalajara. Una apuesta por resistir-existir contra y más allá del Estado/capital. Desacatos, 37, 183-190.

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