La Feria Internacional del Libro de Guadalajara, celebra este año a España como país invitado de honor, y dentro de su nutrida programación, destaca la presencia de autores vascos que darán vida al euskera en un escenario global. El euskera, hablado por aproximadamente 900,000 personas en el mundo y considerado una de las lenguas más antiguas de Europa, cobra protagonismo en un contexto donde las lenguas minoritarias enfrentan desafíos de preservación y visibilidad.
Un diálogo con la diversidad literaria vasca
Los autores y autoras vascas llegan a Guadalajara para explorar temas universales como el feminismo, el amor, la identidad y las masculinidades. La programación incluye desde paneles reflexivos hasta sesiones de lectura y presentaciones de libros, que permitirán al público acercarse al pensamiento crítico y sensibilidad de la literatura vasca contemporánea.
Entre los eventos destacados se encuentra el Día Internacional del Euskera, que se celebra el martes 3 de diciembre con un acto especial en el stand Basque Books, que subraya el compromiso por la promoción de esta lengua única. Además, figuras clave de la literatura escrita en euskera como Arantxa Urretabizkaia, Karmele Jaio, Kirmen Uribe, Katixa Agirre y Bernardo Atxaga compartirán su visión en diversos espacios.
Katixa Agirre es escritora en lengua vasca y profesora de comunicación audiovisual en la Universidad del País Vasco. Ha publicado dos libros de cuentos: Sua Falta Zaigu (2007, Elkar) y Habitat (2009, Elkar), y algunas historias para niños y jóvenes, destacando la saga de aventuras de Amaia Lapitz, que cuenta ya con tres volúmenes.
En 2015 publicó su primera novela Atertu arte itxaron (Los turistas desganados), traducida a varios idiomas europeos y merecedora del Premio 111 Akademia que ofrecen los lectores. En 2018 vio la luz Amek ez dute (Las madres no), publicada ya en doce idiomas y adaptada al cine de la mano de la cineasta Mar Coll. En 2022 publicó Berriz zentauro (De nuevo centauro), una ficción especulativa ambientada en un París del futuro.
En 2019 fue seleccionada en el programa 10 de 30, del Ministerio de Asuntos Exteriores para la Internacionalización de Autores Menores de 40 años. En los últimos años ha viajado a numerosas ferias y festivales internacionales como la Feria de Fráncfort, el Quais du Polar de Lyon, el Toronto Motive, entre otras. Ha participado en antologías de relato breve y ensayos sobre cine, y a menudo colabora en proyectos multidisciplinares con otros artistas del País Vasco, como pueden ser la obra Kax-Kax-Kax junto con la violinista Maite Larburu, y Gorputzaren atzean, con el videoartista Josu Rekalde. Actualmente trabaja en su cuarta novela y una serie para televisión.
La Entrevista
¿Cómo combinas tu labor como escritora y profesora? ¿Cómo influye esta dualidad en tu vida?
Katixa Agirre: La verdad es que últimamente lo llevo un poco mal. La docencia y la investigación dentro del mundo académico consumen mucho tiempo, y cada vez me queda menos para la escritura, lo cual genera un poco de conflicto para mí. Sin embargo, considero que el entorno académico es favorable y agradable, no es hostil hacia la escritura. Me ofrece tiempo y espacio, además de estudiantes con los que puedo intercambiar ideas.
¿Cómo perciben tus estudiantes tu faceta como escritora?
Katixa Agirre: La verdad es que paso bastante inadvertida en ese aspecto. Algunos estudiantes que ya vienen con el amor por la lectura desde casa sí muestran interés, pero en general, no mucho. La digitalización y vivir en un mundo globalizado y de redes sociales, donde todo parece posible y fácil, afecta la percepción de los jóvenes sobre la escritura y la literatura.
¿Qué similitudes encuentras al escribir para diferentes públicos, como jóvenes y adultos?
Katixa Agirre: Creo que mi voz como autora siempre está presente, ya sea que escriba para niños, jóvenes o adultos. Aunque el lenguaje varía, ciertos elementos como la ironía y el humor siempre están presentes. Me adapto principalmente en términos de lenguaje y complejidad de las tramas, pero considero que mi esencia se reconoce en todos mis libros.
La saga de aventuras de Amaia Lapitz ha tenido mucho éxito. ¿Qué te inspiró a crear este personaje?
Katixa Agirre: Mi inspiración proviene totalmente de una fantasía de mi infancia. Soñaba con convertirme en detective, recorrer la ciudad resolviendo asesinatos y encontrando asesinos. A los 12 o 13 años leía muchas novelas de detectives, y finalmente decidí escribir la mía propia. Amaia Lapitz es una arqueóloga, hija de arqueóloga, y resuelve misterios arqueológicos de manera lúdica, lo que refleja tanto mi nostalgia por mi infancia como mis sueños de entonces.
Tu novela Amek ez dute (Las madres no), fue adaptada al cine recientemente. ¿Cómo fue este proceso?
Katixa Agirre: La novela salió en 2018 y la película se estrenó recientemente, por lo que ha sido un proceso largo desde que se compraron los derechos. Aunque no participé directamente en el guion, he acompañado a las cineastas y visto cómo evolucionaba la historia. La película se ha alejado bastante del libro original, pero me parece legítimo y necesario. La directora y la guionista han hecho suya la historia, y ahora es una obra cinematográfica independiente y propia, aunque tenga su origen en mi novela.
Se habla mucho sobre la creación artística hecha por mujeres. ¿Cómo vives esta realidad?
Katixa Agirre: Hay una diferencia entre lo que se dice y lo que realmente ocurre. Aunque hemos mejorado en comparación a hace 30 o 40 años, todavía queda mucho camino por recorrer. En ciertos ámbitos, ser mujer no es considerado igual que ser hombre, y esto se experimenta en la creación literaria y en el ámbito académico. En el mundo literario he sentido más el paternalismo, un trato condescendiente, que un desprecio abierto. A veces te llaman para charlas y te dicen que apoyan la igualdad, pero no se dan cuenta del paternalismo implícito. Transformar esta realidad es un proceso muy lento.
¿Es tu primera vez en la FIL de Guadalajara?
Katixa Agirre: Sí, es mi primer año en la FIL. El año pasado estuve en Ciudad de México dando un taller y presentando mis novelas, pero en la FIL es la primera vez y estoy maravillada. Mañana tengo una charla con Laura Fernández sobre novela distópica, y el viernes participaré en Ecos de la FIL. Estoy muy emocionada por la experiencia.