No es común que tanto la obra literaria y la cinematográfica sean un éxito de ventas y de taquillas, que ambas sean un clásico en su medio de expresión, y El Padrino (1969) lo es.
La novela de Mario Puzo cumple 50 años y su autor es conocido como el literato de la mafia, es decir, el escritor italoestadounidense nacido en Manhattan en 1920, creó un género. La novela fue un éxito que se mantuvo como best seller del New York Times durante 67 semanas y que a la larga vendería más de 30 millones de copias.
El origen de El Padrino es, primero, la historia del oficinista cansado de su rutina diario y lleno de deudas que decide cambiar de rumbo. Era además padre de cinco hijos y una esposa que le demandaban resultados. Su editor le sugirió escribir una ficción a partir del submundo del crimen organizado, un universo que había explorado ya en su novela The fortunate pilgrim (1965), producto de sus vivencia en el barrio de Hell’s Kitchen de Manhattan (la llamada “cocina del infierno”, nido de gángsters irlandeses e italianos en los años 20 y 30, donde su familia pasó los primero años de su vida.
Su propuesta fue rechazada por varias editoriales, sin embargo, Putnam’s sons accedió y le dio un adelanto por cinco mil dólares. Más tarde, Puzo, «entusiasmado y con 30 páginas escritas bajo el título genérico de Mafia fue a Paramount Pictures. Al productor Robert Evans no le tomó mucho tiempo darle luz verde a una adaptación cinematográfica que con los actores indicados y el director correcto podía transformarse en una mina de oro». (González, 2019)
La otra inspiración del escritor fue su madre. Puzo no conoció a Carlo Gambino o Frank Costello, los dos capos mafiosos a los que más se parecía Don Vito Corleone. En The fortunate pilgrim, estaban algunos personajes del hampa ítaloamericana desarrollados en El padrino, pero lo relevante es la trama se trataba de la historia de Lucia Santa, una mujer que había emigrado de Italia para tener una vida mejor en Nueva York. Lucia era, en realidad, una representación de su propia madre Maria Le Conti Puzo. (González, 2019).
El Padrino se nutrió de las historias que su madre le contaba mientras él crecía, pero sobre todo, se nutrió de ella, así lo cuenta Puzo en el prefacio a la edición de 1996: «Eran de mi madre la sabiduría de Vito Corleone, su rudeza y su inconquistable amor por la familia y por la vida. A través de los personajes de El Padrino oigo las voces de mis hermanas y hermanos, tolerantes todos ellos con las debilidades humanas. Lo sé ahora, sin Lucía Santa, no habría escrito El Padrino».
Después vino la adaptación cinematográfica realizada por Francis Ford Coppola, quien inició su rodaje en 1971. Por demás está decir que el film es una obra canónica dentro de la historia del séptimo arte y que idealizó a nivel de mito al crimen organizado. Las caracterizaciones sabemos que corrieron a cargo de Marlon Brando (Vito Corleone), Al Pacino (Michael Corleone), John Cazale (Fredo Corleone), James Caan (Sonny Corleone) y Robert Duvall (Tom Hagen).
Marlon Brando, Mario Puzo, and Red Buttons «The Godfather»
La carta
Además, Puzo escribió una carta a Marlon Brando acerca de la interpretación de Vito Corleone.
MARIO PUZO
866 Manor Lane
Bay Shore, Long Island
Nueva York, N. Y. 11706
Estimado señor Brando:
