A morir a los desiertos (2017) es un documental de Marta Ferrer sobre el canto cardenche, un género de la música folclórica mexicana basado en la composición e interpretación de canciones únicamente interpretadas con la voz. Llega a los cines este 28 de mayo.
Sinopsis: Un viaje al semidesierto de la Comarca Lagunera (Durango) en busca de los últimos maestros del Canto Cardenche, un melancólico canto de amor y desprecio, de lamento y tragedia. A Morir a los Desiertos es un viaje en busca de los últimos vestigios de esta tradición nacida de los peones de las haciendas algodoneras y mineras, donde la única vía de evasión y expresión de los peones eran esas canciones a las orillas de la siembra, y que hoy está en vías de desaparecer.
El día de ayer platicamos con la directora de este documental. Les compartimos sus palabras.
Entrevista a Marta Ferrer
¿Hay algún vínculo personal respecto a tu interés por el canto cardenche o cómo fue que te interesó hacer este documental?
Descubrí esta canto cuando un amigo me enseñó un video de los Cardencheros en Youtube. Aquella misma noche soñé que tres bocas me cantaban al oído y desperté con la idea de hacer una película. A morir a los desiertos nació de una forma totalmente emocional y visceral, por la conmoción que me había causado este canto. Me comenzó a interesar mucho el contexto en que surge el canto, las condiciones de dureza que hace que el canto sea tan desgarrador. Hicimos varios viajes, durante varios años y cuando Iván Puyol, uno de los sonidistas, y yo escuchamos a los cardencheros, a los minutos ya sabíamos que haríamos la película.
La película es un disfrute a nivel visual y sonoro. Tu formación es como fotógrafa y eso se nota en los planos que ofreces, los paneos suaves que conectan con lo que va narrando la historia, ¿cómo construyes esa maqueta desde tu mirada?
Sí influye que mi formación sea de fotógrafa. Estudié en la Escuela de Fotografía de Barcelona, que tiene una formación de ficción muy fuerte, así que mi manera de dirigir es bastante ficcionada, doy muchas indicaciones que se basan en lo que imaginé previamente. Por eso el trabajo documental requiere mucho tiempo, pues primero establezco contacto con la gente y a partir de allí creo. Para este documental, junto a Hugo, creamos un ritmo lento, alargado, porque el canto cardenche es así. Nos dejamos guiar mucho por la música. A veces dejábamos que la cámara hiciera un trabajo más orgánico, por ello hay tomas muy abiertas, porque el paisaje es un personaje más, igual que el sonido.
Eso es parte de lo que le da la magia a la película, igual que el uso que haces de la luz, es casi toda natural, ¿cierto?
Sí, trabajamos todo el tiempo con luz natural por dos razones. Primero, porque no había más recursos, pero a la vez yo tampoco quería, porque la gente se siente más libre si no ve luces artificiales, ya en sí la presencia del crew y la cámara tienen un efecto en las personas, que está bien que lo tenga, pero si además instalas luces o un set ya no dejas que las cosas fluyan igual.
Bien, la siguiente pregunta es respecto a la naturaleza del canto cardenche, que es como una forma de desahogo de quienes trabajaban en la haciendas, un canto vinculado a la tierra, al trabajo extenuante y también al aguardiente, ¿percibiste que estos elementos perviven en la forma de vida de la Comarca o ya no es así?
Es una buena pregunta, porque yo me obsesioné mucho con el origen de esa esencia, saber de dónde proviene ese hermoso dolor. El canto se volvió una necesidad para sobrevivir a una realidad brutal que era parte de la vida en las minas o haciendas. Porque debemos tomar en cuenta que aunque en el grupo de los cardencheros que nosotros filmamos ya no es así, ya que ellos cantaban para un público, sí lo fue cuando ellos eran niños o cuando sus abuelos cantaban, no para un público, sino para desahogarse, para comunicar, para hacer hermandad.
Así que sobre el origen del canto yo lo tuve que buscar por otro lado, y lo encontré con estos hombres que trasladan piedras, en condiciones muy duras, que incluso han muerto al trasladar piedras gigantes de forma manual. Los hombres que aparecen en la cinta son hijos de cardencheros, y en ellos percibí parte de esa necesidad de desahogo que debió tener el canto en sus inicios.
Otro caso fue el de don Miguel Orona, que no era cardenchero como tal, pero que se la pasaba cantando a su mujer que había fallecido y que imprimía esa necesidad de decir a quien ya no estaba. O el de los jóvenes de hoy que trabajan en las maquiladoras, que yo percibo como una analogía con el trabajo de las haciendas, y que hoy escuchan banda, que quizá podríamos pensar como el canto cardenche de la actualidad.
Sí, el canto ha sido un denominador común en las prácticas sociales de grupos esclavizados o semi-esclavizados, a modo de catarsis y de formar hermandad, como tú misma lo has señalado. Por último, las mujeres, ¿la tradición de cardenche también incluía a las mujeres o en el documental solo aparecen a modo de personas que recuerdan en canto de sus antepasados?
No, las mujeres no podían pertenecer a grupos de cardenche. Ellas se la pasaban encerradas, pero escuchaban las canciones y se las aprendieron. En la película salen las mamá y tía de don Fidel que es cardenchero, doña Mariana y doña Otila, dos mujeres maravillosas, que, por cierto, ya fallecieron y se podría decir que eran las últimas cardencheras. Aunque ya no será así, la buena noticia es que se integrará la primera mujer al grupo cardenchero, la hermana de don Fidel.
Nota de la directora: Lo fascinante de esta tradición radica en la peculiaridad de su interpretación. Un canto a capella desgarrador y bello a la vez. Como si su pausada cadencia dejara al alma agarrar aire para sacar su dolor. A morir a los desiertos explora el poder de la música para reflejar un contexto social, un pedazo de la historia y el sentir de toda una comunidad. El reflejo del estado del alma de muchas generaciones expresado con fuerza hasta hoy.
Actualmente solo queda un solo grupo de Canto Cardenche en el mundo, y esta especie de “Blues mexicano” amenaza con desaparecer. Son muchos los esfuerzos que se están haciendo para mantener y rescatar esta tradición, única en el mundo. Y así como la película trata de ser un testimonio de lo que queda de este canto, afortunadamente hay personas que están reinterpretando el canto Cardenche con nuevos lenguajes musicales, manteniendo así, la tradición mas viva que nunca. Para mí el Canto Cardenche es una tradición muy viva que más que morir se transforma y adapta a medida que el mundo va cambiando.
La película, de la mano del canto y siempre entre el polvo y el viento del desierto, retrata desde señores que cantan viejas canciones para paliar el olvido o su dolor, hasta las expresiones musicales de los jóvenes de hoy que trabajan en las maquiladoras textiles.
Una película que encuentra distintos espacios y personajes que nos hablan del canto, pero sobretodo, nos hablan de las condiciones de dureza de la vida de ayer y de hoy. De la música como catarsis, De una canto para sobrevivir.
FICHA TÉCNICA
Directora: Marta Ferrer
Guion: Marta Ferrer
Productores: Nicolás Celis, Sebastián Celis, Alejandro Durán, Marta Ferrer, Francisco del Valle
Productor ejecutivo: Daniel Gruener
Compañías productoras: Bambú Audiovisual, Cinemateli, Cuadernos de Cine, FOPROCINE/IMCINE, Gavilán Cine, Marta Ferrer, Pimienta Films
Fotografía: Marta Ferrer, Hugo Royer
Edición: Ares Botanch Català, Andrea Rabasa Jofre
Sonido: Adriá Capmany Buisan, Iván Pujol Martínez
Música: Cardencheros de La Flor de Jimulco, Cardencheros de Sapioriz, Juan Pablo Villa
REPARTO
- Los Cardencheros de Sapioriz:
- Antonio Valles
- Fidel Elizalde
- Higinio Chavarría
- Guadalupe Salazar
- Genaro Chavarría
- Los Cardencheros de la Flor de Jimulco:
- Heriberto Aguilera
- Refugio Agüero
- Lino Beltrán
- Marco Antonio Soto
- Mariana García
- Miguel Orona Ríos
- Otila García
Tralier
Agradecemos a Calouma Films por hacer posible esta entrevista, así como por compartirnos material visual y notas para este artículo.