‘Gaza’, de Carles Bover Martínez y del talaverano Julio Pérez del Campo, el pasado sábado ha ganado el Premio Goya 2019 al Mejor Cortometraje Documental.

Se trata de un cortometraje que aborda en poco menos de viente minutos el conflicto que surgió en 2014 en la Franja de Gaza, donde el ejército israelí “bombardeó y masacró a toda la población gazatí de una manera atroz”, según apunta Julio Pérez del Campo, director y productor de esta cinta junto al mallorquín Carles Bover.

Al recibir el premio, Bover y Pérez del Campo, han agradecido este reconocimiento «a pesar de todos los intentos de censura». «Estamos aquí, gracias a los académicos que han roto con su voto el silencio por los derechos humanos», ha asegurado Bover Martínez. Por su parte, Pérez del Campo ha hecho un llamamiento « a la lucha del pueblo palestino«. «Viva la lucha del pueblo palestino, para los que están y los que no están», ha asegurado.

La censura por parte del Arzobispado de Madrid

El Diario.es dio a conocer que el pasado viernes, el centro pastoral San Carlos Borromeo de Madrid ha suspendido la proyección del documental Gaza que tenía prevista para este viernes. «La Comunidad San Carlos Borromeo se ve en la obligación de suspender la proyección por orden del cardenal de Madrid», ha informado la parroquia en un comunicado.

La comunidad judía ha protestado ante el Vaticano por la programación de este acto. Ha cuestionado que se presente una campaña de ese tipo desde una parroquia, dado el papel de la Iglesia católica en la mediación en el conflicto palestino. Ante esto, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha ordenado suspender la convocatoria.

La parroquia asegura que «la proyección tenía como finalidad ofrecer un espacio de reflexión sobre la realidad de la Franja de Gaza desde nuestro compromiso con la realidad del pueblo palestino, un pueblo que sufre y vive una incuestionable falta de derechos».

El comunicado de la parroquia reivindica la libertad de expresión y «la necesidad de escuchar todas las opiniones, incluidas las de aquellas personas que no piensan como nosotras». «Por eso nos parece que este documental puede y debe ser proyectado», defiende. No obstante, han decidido «acatar la orden de suspender su proyección» para «garantizar el bienestar de las personas que se encuentran acogidas en este centro pastoral» y «evitarles cualquier perjuicio ante las amenazas que se han ido vertiendo estos días».