La primera vez que me encontré con la obra de Nicolas Bruno fue cuando intenté investigar sobre la parálisis del sueño; las alucinaciones provocadas por este trastorno que se genera en un estado ambiguo entre el sueño y la vigilia.

En mi búsqueda por la red, antes de llegar a una buena explicación, lo primero que me encontré  fue con el trabajo de este fotógrafo neoyorquino que recrea sus alucinaciones en fotografías, que contienen la misma intensidad con las imágenes que seguramente se enfrenta al momento en que tiene dichas alucinaciones.

Me fascinó ver cómo podía representarlas. La parálisis del sueño contiene sensaciones muy extrañas, lo sé porque lo padezco y al ver las fotografías de Bruno, fue como entender yo misma ese proceso que sacude la mente de una forma tan fuerte que cada vez que sucede: la mente se debilita, se asusta y nunca termina por entender el tan peculiar proceso de los sentidos y sus extrañas conexiones o quizás, más bien, cortocircuitos.

Nicolas Bruno nace en Northport, Nueva York en el año 1993; una pequeña comunidad portuaria ubicada en Long Island. Estudió en el Colegio de Compra y recibió su BFA en fotografía en 2015. Es considerado un fotógrafo conceptual, que desde la edad de 15 años padece de forma constante el transtorno de “parálisis del sueño”; mismo que le provoca alucinaciones en un estado ambiguo entre la conciencia y el sueño.

Nicolas lleva un diario donde anota todas las alucinaciones que tiene, donde la realidad y las pesadillas son una mezcla constante. “Las alucinaciones  más comunes son la sensación de ser observado, ver sombras negras que entran y salen de la habitación, sentir la presencia de “algo” que se sienta en la cama y observa alrededor, y también de la sensación de asfixia y presión en el pecho”, señala el fotógrafo.