La más reciente película del director Marcelino Islas Hernández, Mi Novia es la Revolución, es protagonizada por Sofía Islas, Ana Valeria Becerril y Flor Edwarda Gurrola se presentó dentro del marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

Para Marcelino, Mi Novia es la Revolución, es una película sobre crecer. Es la historia de Sofía, quien entra a la adolescencia y se enfrenta al desencanto de dejar de ser una niña y despertar en un mundo que no es perfecto. La película es protagonizada por Sofía Islas, hija de Marcelino Islas, Ana Valeria Becerril, Flor Edwarda Gurrola, también cuenta con las actuaciones de Renata López, Martha Claudia Moreno, Paco Rueda, Mauro Sánchez Navarro, Pedro Hernández, Verónica Langer y Ana Lorena Rodríguez.

Still de la película, Sofía y Eva

El rodaje se realizó en 21 días y se filmó en Las Arboledas en el Estado de México, bajo la producción de Andrea Toca, Daniela Leyva Becerra Acosta y Aída Herrerías. «Mi novia es la revolución», se vive en el México de 1994. Sofía está por cumplir 15 años, pero no quiere fiesta. Acaba de mudarse a Las Arboledas tras la separación de sus padres. Sofía pasa los días en la aburrida compañía de su hermana menor. La monotonía desaparece cuando Sofía encuentra a Eva, una chica de actitud rebelde con la que descubrirá el amor y las decepciones que le acompañan, un turbulento viaje lleno de asaltos, ilusiones y rock and roll. Es inevitable, crecer es inevitable.

Still de la película, Sofía

“Cada que reviso el guión y llego al final no puedo evitar emocionarme al leer las últimas líneas, me imagino a Sofía cabalgando con fuerza, libre y arriesgada. Ese es justo el mensaje que quiero dar al público… y a mis hijas”. Comenta Marcelino Islas Hernández.

Platicamos con Marcelino y su hija Sofía ahora que se presentó la película dentro del Festival Internacional de Cine en Guadalajara en su edición 36, a continuación lo que nos compartieron:

Marcelino Islas Hernández, director

¿Cómo nace la idea de la película?

Marcelino: Nace cuando estaba yo escribiendo otro guión y justo fue una semana en la que me pasaron muchas cosas, el guión que estaba escribiendo me di cuenta que se acababa de estrenar una película que era muy similar. Justamente por esos mismos días fuimos a la fiesta de unos quince años de una amiga de Sofía y se me hizo un momento muy emotivo, al ver a la familia de la chica presentándola, nosotros no somos de esas tradiciones ni nada pero dije, ¿Y porqué no?, ahí fue que se me metió el gusanito antes de decirle a Sofía, empecé a trabajar con Gaby Vidal, mi co-guinista en esta película, le dije lo que quería hacer, como una especie de cartita de amor para Sofía, una película sobre crecer, así fue como empezamos a escribir y en realidad fue muy rápido el proceso, en dos meses tuvimos el guión y comenzamos a aplicar a fondos para poder levantar la película.

¿Cómo es trabajar con tu hija, ya lo habías hecho? Cuéntame sobre eso.

Marcelino: Es muy curioso, si bien ya había participado en mis otras películas, pero en pequeños momentos, no había un interés tan claro en actuar, entonces al principio fue un asunto de convencerla de lo que podíamos hacer y lograr, y poco a poco fue agarrando seguridad… no sé, mejor plática tú Sofía.

Sofía: Yo creo que como siempre estuve envuelta en el medio, por mis papás, el cine, el arte, todo esto y en mi siempre ha estado ese interés muy adentro, pero cuando mi papá me ofreció hacer algo así, yo no me creía capaz, tenía miedo, pero me lancé a hacerlo y me gustó muchísimo.

Sofía Islas

A demás la película refleja justamente una etapa que es complicada, ¿Cómo manejaron ambos este proceso con lineas tan delgadas? en el sentido de que es Sofía quién está actuando pero también es tu hija, quien tiene una edad similar a la del personaje…

Marcelino: Claro, fue muy revelador, porque es ver crecer a tu hija, en veintiún días, que fueron los que duró el rodaje, la vi tomar fuerza, seguridad. Tanto a mi como a Rodrigo, el fotógrafo, nos sorprendía como de repente ella ya sabía que hacer, para donde voltear, sus movimientos, ese dominio ante las cámaras y eso me hace sentir muy orgullo de Sofía, de cómo construyó un personaje muy sólido con todos los múltiples matices y que a través de este medio tono que también he venido manejando en mis otras películas creo que Sofía lo logra muy bien y para mi es el proceso más bonito que he vivido en mi carrera.

La película nos mantiene un una tensión curiosa, de repente podemos pensar que va a pasar de todo, que se va a volcar en un dramatismo insolente, pero no, nos contienes dentro de la historia, recordándonos que esas emociones son la vida misma, y todo lo que sucede en una etapa tan confusa como la adolescencia. Logras muy bien este medio tono que es una característica muy importante dentro de tu producción cinematográfica.

Marcelino: Sí, es que es es eso, la adolescencia es una revolución tanto física como mental para todos cuando estamos ahí, pero también es una etapa que nos define como persona, son las bases, entonces todo este descubrimiento y este acercamiento que da y sostiene la película me parece muy importante y ahí también es un reflejo de mil momentos y situaciones por las que Sofía puede pasar o ha pasado, entonces es un vaivén de emociones sin duda.

¿Porqué decides recrear un contexto tan partíiular en México como fue 1994?

Marcelino: Creo que fue un año muy convulso para el país, mi generación ha estado regresando hacia ese año, porque significa muchas cosas, vivimos un México antes del Tratado de Libre Comercio, todo esto de la falluca, los productos, los despertares del EZLN, lo de Colosio, todos estos sucesos creo que definen mucho al país y por supuesto a mi generación y ahí es donde yo retomo y construyo esta historia en ese momento histórico. Porque aprendimos muchas cosas en todo este tiempo, incluso a revelarnos dentro de nuestras formas y posibilidades, pero esa era la búsqueda. Filmamos en las Arboledas, en el estado de México que es donde yo crecí, también regresé yo mismo a mi adolescencia.

¿Dónde estuvo el mayor desafío para ustedes?

Sofía: El mayor reto para mi fue el rodaje, hacer las escenas enfrente de mi papá, también tenía ese temor sino me salían bien las cosas, porque quería que se sintiera orgulloso de mi, hacerlo bien, disfrutarlo pero a la vez cumplir con mi papel.

Marcelino: Pues levantar una película en este país siempre es un reto, es bien difícil, digo, esto que comparte Sofía si lo sentí yo también, porque cuando haces una peli te das cuenta porque elegiste esas escenas, te ves ahí, pero ver a Sofía en todas estas escenas que no todas fueron ligeras precisamente también implicó un desafío para mi, entender y dialogar desde otros ángulos. Digo, yo siempre espero tener una buena relación con Sofía y entendernos, pero el proceso para llegar a este canal de comunicación tan directo, es fue muy fuerte.

¿Qué sigue para la película después de presentarla aquí en el FICG?

Marcelino: La película se va a Roma, es el estreno mundial, el 16 de este mes pasa la primer función allá, prácticamente es estreno simultáneo, y pues ver que más pasa, en realidad estamos muy ansiosos por ver las reacciones, como las reciben, conocer lo que piensa el público y que se siga moviendo.

Still de la película, Sofia