Foto: Danáe Kótsiras

La Tragedia de Romeo y Julieta es uno de los proyectos más ambiciosos de Teatro Nómada. Es un trabajo realizado en co-producción con la Compañía Nacional de Teatro, en el marco de su 50 aniversario y de la conmemoración de los 400 años de la publicación de los textos completos de Shakespeare; la Dirección de Cultura del Gobierno de Guadalajara y Armarmedia.

El proyecto se lleva a cabo gracias al Estímulo Fiscal del artículo 190 de la LISR (EFIARTES). El texto más emblemático de William Shakespeare llevado a escena tal como fue concebido por el autor. La puesta en escena ofrece una experiencia en formato al aire libre y cercano al público, que convierte al espectador y al propio espacio en protagonistas.

Romeo y Julieta se estrenó hace poco más de 400 años en medio de una pandemia y hoy en día se representa en el mismo contexto. El proyecto busca desmitificar a Romeo y Julieta como “la gran historia de amor”. Redescubre un texto clásico donde la venganza, el rencor, el humor ácido y la ironía generan una trama cruda y plagada de pertinencia hasta nuestros días.

Se realiza a partir de una traducción completamente nueva y cercana a la audiencia local, a cargo de Fernando Sakanassi. Propone una aproximación contemporánea  y abordada con enfoque de género e inclusión. La Tragedia de Romeo y Julieta es una oportunidad sin precedentes para experimentar dos joyas del Patrimonio Cultural de la Humanidad simultáneamente: Museo Cabañas y la obra del Bardo Inglés.

Foto: Danáe Kótsiras

Elenco profesional y multigeneracional:

Trece actores en escena; música original y coro en vivo en las últimas 4 funciones.

Jesús Hernández (Premio Jalisco); Coralia Manterola (Mejor Actriz MET); Paloma Domínguez (Mejor Actriz Festival de Cine de Guadalajara) y un grupo de jóvenes actores suman su talento para construir una propuesta al mismo tiempo clásica e innovadora.

Miguel Ángel López de la Compañía Nacional de Teatro integra el elenco en el rol de Capuleto. 


Dirección escénica mixta:

Karla Constantini que además de ser actriz, directora y productora, es especialista en estudios de género. 

Fernando Sakanassi, con experiencia como actor y director, es el primer mexicano egresado de la Maestría en Actuación Clásica de la Royal Central School of Speech & Drama, en Londres. 

El producto invita a un análisis  profundo de la obra de Shakespeare, además de ofrecer la oportunidad de conocer la faceta más irreverente, atrevida e incluso progresista del Bardo Inglés.

La entrevista 

Platicamos con Paloma Domínguez, gran actriz que recordemos en su papel de Diana en Los años azules. Ganadora como Mejor actriz en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y en el Festival de Cine de América. Esto fue lo que nos compartió al respecto de la obra y también aprovechamos para que nos platicara un poco sobre su trayectoria.

Foto: Danáe Kótsiras

¿Qué es lo que te llevó a estudiar artes escénicas?

Paloma: empecé a trabajar y a incursionar en el teatro desde muy chiquita porque mis papás tenían una compañía de teatro universitario en Aguascalientes entonces yo los acompañaba a los ensayos y cuando había oportunidad, cuando los montajes se prestaban pues también participaba dentro de las obras entonces el teatro estuvo en mi vida desde muy temprano y de una manera muy natural. Después en la secundaria se me olvidó un ratito, en la prepa lo retomé en un montaje cuando cursas estos talleres complementarios y ya para cuando terminé la prepa tenía bastante claro que quería estudiarlo profesionalmente.

Nada más que esto sucedió en Aguascalientes de donde soy originaria y no había una opción profesionalizante, solo había oportunidad para hacer un técnico superior pero no había licenciaturas entonces investigué y la que estaba más cerquita de Aguascalientes y que tenía una curricula que me pareció interesante en su momento fue la Universidad de Guadalajara entonces por eso es que me mudé a Guadalajara a estudiar artes escénicas. Realmente no tenía muchas dudas vocacionales (risas).

¿Cómo fue el proceso para irte involucrando en el ámbito profesional? ¿Fue mientras estudiabas, una vez que terminaste, cómo has armando ese camino?

Paloma: Fíjate que corrí con mucha suerte porque yo estaba en tercero o cuarto semestre de la carrera y salió una convocatoria de casting para la Compañía Estatal de Teatro eso fue en el 2011.  En aquella ocasión la dirigía Beto Ruiz y estaba montando El gesticulador, entonces había que hacer audición para todos los personajes y en realidad el día de la audición yo fui a acompañar a uno de mis amigos que ya estaban por salir de la Universidad, él estaba en octavo semestre me acuerdo y entonces yo ya había leído la obra en alguna de las clases de la licenciatura y estando allá pues me animé a hacer la audición y pasé el primer filtro y luego pasa el segundo filtro y me quedé. Fue un montaje muy afortunado porque además de que fue un proceso padrísimo también como de nueve meses muy intensos con mucho entrenamiento tuvo mucha proyección porque era la compañía estatal de teatro.

Ahorita ya no hay una compañía estatal de teatro, no sé cuántos años hace que dejó de haber pero un espacio auspiciado por Secretaría de Cultura del estado en el que tú recibías unos honorarios mensualmente y para formar parte de ese elenco se renovaba cada año tanto el proyecto como el cuerpo de dirección, de actores, escenografía, etcétera. En esa ocasión me tocó conocer muchos de los compañeros actores con los que he trabajado y bueno a partir de ese momento comencé a desarrollar otros proyectos o involucrarme en otros proyectos entonces fue partir de ahí y y me parece que desde ese momento el movimiento de trabajo fue constante.

Foto: Danáe Kótsiras

¿Qué ha sido lo más difícil con lo que te has encontrado a lo largo de tu trayectoria?

Paloma: Lo más difícil…pues creo que las condiciones de trabajo no son las idóneas, sobre todo en cuanto a la retribución económica ya que distan mucho de ser las ideales porque en la mayor parte digo salvando ese proyecto del que te hablo algunos otros que cuentan con financiamientos sólidos como este en el que estoy ahora de Romeo y Julieta, pero la mayor cantidad de los trabajos que provienen de producciones independientes no están remuneradas en los ensayos; entonces tú puedes dedicarle hasta seis meses, ensayar una obra de teatro y estar expensas de si va a ir o no al público el día del evento para que tú puedas recibir un dinero de la taquilla y esto puede ser muy angustiante porque si no va gente y además pues sabemos que el teatro en México y en muchos lugares de América Latina no está situado dentro de la canasta básica. Ni siquiera está ubicado por el grueso de la población como una opción viable de entretenimiento, es decir, la gente no sabe cuáles son los teatros, estoy hablando como en general, en cuáles son los teatros independientes, en si hay cartelera, el como consultarla, etcétera.

Es hacer un esfuerzo importante de difusión que me parece que todavía se está investigando cómo hacerle para llegarle al público, pero al público real, no al público teatrero que consume teatro, sino a todos en general. Eso me parece lo más complicado,  porque me parece que a muchas compañeras y compañeros la opción que nos deja es trabajar muchísimo ósea para poder ganar lo mismo que ganaría un profesionista promedio de cualquier oficio pues nosotros tenemos que estar en muchos proyectos al mismo tiempo muchas veces dedicarnos a otras cosas para garantizar nuestra manutención y nuestra subsistencia. Creo que  es un trabajo súper satisfactorio pero muy extenuante también.

¿Cómo llegas a esta obra o cómo llega a ti?

Paloma: pues yo con Teatro Nómada ya tengo muchos años de colaborar, el primer montaje que hice dentro de la compañía fue Escurrimiento y anticoagulantes ahí estuve como asistente de dirección y después participé como actriz en el Amor de las luciérnagas y después fui asistente de dirección en Juana Inés paráfrasis de sí misma; entonces hay algunos miembros de la compañía que digamos que conformamos la base por decirlo de alguna manera porque somos quienes hemos estado colaborando desde hace bastante tiempo. Entonces, cuando Fernando y Karla empezaron a pensar y a generar este proyecto afortunadamente yo creo, bueno, eso me han dicho ellos que ya me tenían en mente para interpretar a uno de los personajes entonces pues fue por invitación.

Actualmente radicó la mayor parte del tiempo en Aguascalientes entonces cuando me lo dijeron, me gustó muchísimo la idea también por las características del proyecto y ahora lo que está sucediendo es que me fui allá, hice una residencia artística por decirlo de alguna forma para poder preparar la obra y ahora que ya terminó el periodo de ensayos pues lo que estoy haciendo es yendo y viniendo de Aguascalientes a Guadalajara.

Foto: Danáe Kótsiras

Cuéntame sobre el montaje de Romeo y Julieta, el hecho que sea al aire libre, ¿Con qué se encuentra el espectador, de qué manera se le involucra?

Paloma: sí, creo que eso que comentas es una de las cosas que más rescatamos a la hora de hablar de la obra porque es de los aspectos que más nos han dicho los espectadores y las espectadoras que les resultan novedoso y es algo que les ocasiona una impresión fuerte  y tiene que ver con que Fernando no solamente ha estudiado la literatura dramática de Shakespeare sino las puestas en escena porque él estudió en Londres, y allá existe toda una cultura alrededor de la investigación del teatro isabelino y del teatro de Shakespeare.

Fernarndo durante su maestría se familiarizó mucho con esta dinámica actoral que ocurría desde aquel entonces, en las calles porque el teatro así era o sea el teatro era muy popular, ambulante; entonces algo tiene que suceder para que tú captes la atención de los  espectadores que no están sentados en una butaca. Por lo tanto, tienes un montón de distractores en la calle desde los vendedores ambulantes, los peatones, los vehículos, etcétera.  Y toca amplificar mucho tu energía para lograr capturar primero y luego conservar la atención de los espectadores e incluirlos y es esto de lo que tú hablas.

En el teatro realista, el que se acostumbra a hacer en sala, hay lo que se conoce como la “cuarta pared”; en el cine también se usa mucho, cuando los personajes están solo hablando consigo mismos, aunque están conscientes de que están siendo vistos pero nada más sin embargo acá sí se rompe la cuarta pared entonces todo el tiempo estamos compartiendo los diálogos con los espectadores, incluyéndolos en las escenas. Si bien, no es un formato de teatro participativo es decir la gente no tiene que pasar o no se les convida a que pasen al escenario a hacer cosas o a formar parte de la ficción pero sí creo que sus presencias funcionan como cómplices ya que todo el tiempo estamos haciendo comentarios hacia ellos. Se incluyen tanto las partes cómicas como las partes trágicas de la obra, hay momentos en donde compartimos los chistes por decirlo de alguna forma y otros momentos en donde se comparte la desgracia o en donde se busca refugio o en donde se busca la complicidad de los espectadores para para poder sobrellevar una situación que puede ser muy grave o muy compleja.

Foto: Danáe Kótsiras

¿Y cuáles han sido las recciones del público en estas funciones pasadas, qué es lo que has visto?

Paloma: Lo siento muy bien, en la función anterior fue básicamente una fiesta y es que de eso va también el recuperar estas características del teatro isabelino; este teatro de la época de Shakespeare mas o menos como ocurría y es que era una fiesta al aire libre; no había solemnidad no era un evento solo para la alta cultura, direccionado a cúpulas del dinero o de la intelectualidad sino que era completamente popular entonces eso me parece que desde la dirección está buscándose y entonces las personas pueden echarse una chela ahí adentro del Museo Cabañas, en el en el patio de los naranjos o echarse unas papitas; pueden expresarse libremente, gritar, aplaudir cuando lo sientan y creo que es una provocación que sí, el público ha tomado de una manera muy bonita entonces se convierte en un convivio al aire libre y tiene una característica muy especial y es que en términos por ejemplo de iluminación natural empezamos la obra de día y terminamos la obra de noche entonces también eso le da una atmósfera muy particular. Al público lo veo bien, atento, interesado, risueño, festivo, preocupado, acongojado o sorprendido entonces eso es maravilloso también.

¿Cuál es el panorama actual del treatro en Guadalajara, qué observas y has observado a lo largo de tu trayectoria?

Paloma: Guadalajara es uno de los estados, me parece que es el segundo, con mayor producción a nivel nacional. Hay muchas compañías profesionales e independientes. Se hace mucho tipo de teatro en Guadalajara; hay teatro para jóvenes audiencias, para bebés para niños y niñas, para jóvenes, hay teatro para la Comunidad de sordos, hay de circo, hay espectáculos de calle,  teatro musical… hay una gran variedad de opciones de teatro también hay teatro participativo, teatro social y quizás también este período post-encierro creo que puede ser una provocación interesante y una invitación para salirnos de los espacios cerrados porque no podemos estar tan cerquita todavía entonces es habitar los espacios abiertos por lo que los espacios públicos se vuelve una alternativa interesante incluso para cuidar la salud de las personas, de los espectadores, de los actores y a lo mejor es la oportunidad de regresar, digo, el teatro no ha dejado de estar en las calles pero para que otras compañías que no solíamos hacer teatro en espacios abiertos empecemos a pensarlo como una posibilidad y entonces incluir a otro tipo de públicos ir a otro tipo de lugares y no estar esperando que todos los casos sean los espectadores los que se movilicen a los teatros sino que pueda ocurrir al revés. Esta también es un poco la idea de de la segunda etapa de de este proyecto. Que podamos ir a los municipios de Jalisco.

Foto: Danáe Kótsiras

Faltan entonces dos fines de semana de función, ¿cierto?

Paloma: Sí. Estamos sábados y domingos de marzo a las 6:30 pm en el patio de los naranjos del Museo Cabañas y bueno también es un privilegio estar estar ahí, en este espacio que a nivel arquitectónico se suma a la propuesta visual del espectáculo es decir nosotros estamos interactuando también con los arcos, las columnas, con el patio, la disposición de los espectadores y es muy interesante porque están así como en herradura alrededor, la gente está muy cerca de la acción y adentrarse en ese espacio que tiene una atmósfera muy especial, no por nada es patrimonio de la humanidad.

Además, va a estar El Coro Municipal de Guadalajara; va a estar cantando en vivo la música original que se compuso para la obra.  La compuso Carlo Constantini y hay también un percusionista increíble que tiene muchos años haciendo trabajo de música para teatro que se llama Héctor Aguilar, también la cantante soprano Rosalinda y somos 13 actores en escena. Hay secuencias coreográficas de combate, hay actores de muchísima trayectoria como Jesús Hernández y nuevas caras como los mismos Romeo y Julieta. Siempre está super interesante ver a las nuevas generaciones que están ahí empujando y haciendo su trabajo con tanto profesionalismo.