Remedios Varo representó distintos síntomas de enfermedades para las que Bayer tenía una medicina. Así surgieron estas piezas, al estilo surrealista de la artista.

«A los 55 años, a Remedios Varo (1908-1963) se le paró el corazón en México. Terminaba a traición, cuando su firma se consolidaba, la vida de una artista singular que a los 24 años ya había entrado en la reputada Academia de San Fernando en Madrid y se codeaba con Dalí, aunque Dalí no quisiera codearse con ella. “Las nenas hacen pis en las escaleras”, le dijo un día el hombre que convirtió las puntas de su bigote en un ensayo sobre la vanidad. En los treinta, Varo, una española tímida con ojos de gato esfinge, se movió en el círculo de los surrealistas de París, hasta que los nazis entraron en la ciudad y ella salió: hacia México, la Nación Surreal según André Bretón, donde más creó, donde se murió y donde sigue viva». Menciona Pablo de Llano en su artículo Grandes minucias de Remedios Varo.

Dibujó publicidad para Bayer y la firmó a nombre de Uranga, porque manejaba varias firmas: R. V., R. Varo, Uranga, Remedios, Remedios de Varo y Remedios Varo. Los anuncios de Bayer, de antes de 1950, son de una audacia que uno no esperaría en aquellos tiempos de una empresa farmacéutica alemana. Plasma el insomnio como un hombre con barba que sale de su castillo, ilumina el negror de la noche con una antorcha y se encuentra un monstruo verde: dientes-cuchillo, sonrisa amistosa. El reúma es una damisela encadenada a una columna y con un puñal hundido en la espalda.

Las obras las donaron Walter Gruen, expreso de campo de concentración nazi y tercer y último esposo de la artista, y Anna Alexandra Varsoviano, amiga de Varo y esposa de Gruen después de su muerte. (De Llano, 2016).

«Frío Invierno»
«Vejez»
«Vitaminas»
«Laboratorio»
«Insomnio»
«Tiforal»
«Amibiasis»
«Dolor Reumático»
«Dolor Reumático»
«Paludismo»