Después de un retraso importante, que hizo desesperar al público y a la banda Los Mala Vibra, quienes eran los encargados de abrir el concierto, pasadas las 22:00 hrs, por fin apareció Cuarteto de Nos. Lo hicieron con unas máscaras de animales que le dieron el toque peculiar al inicio del show. El público, que ya cantaba cualquier canción que se ponía de fondo tras la larga espera, olvidó las horas de retraso y coreó a todo pulmón en cuanto los uruguayos comenzaron a tocar.
Brincando y con manos en lo alto los presentes coreaban el “ya no sé qué hacer conmigo”. El público demostró ser ético, algo errático, poco escéptico, muy fanático. Por su parte, Cuarteto de Nos demostró que ya se cambió el pelo de color, que ya estuvo en contra y estuvo a favor, que lo que le daba placer ahora le da dolor y que ya estuvo al otro lado del mostrador.
Cuarteto de Nos sabe bien qué hacer en el escenario: mantener la frescura pese a los años o lo inconvenientes. Sabe también que sus fans –los cuales van desde los menores de edad a los que no les permitieron el acceso y tuvieron que vender sus boletos en la fila, hasta los entrados en años– estarán cantando y disfrutando de sus canciones existenciales y de crítica social, sin que por ello dejen de ser divertidas.