Fue la Sala 2 del Conjunto Santander el recinto donde presenciamos el concierto del Cuarteto Latinoamericano ayer por la noche. Con ejemplar maestría, el cuarteto de cuerdas nos regaló una noche musical memorable. La agrupación conformada por Javier Montiel (viola) y los hermanos Álvaro (violonchelo), Saúl (violín) y Arón Bitrán (violín), presentaron un programa que incluye piezas de Henry Purcell, Leo Brouwer, Heitor Villa- Lobos y Franz Schubert.


Dos Fantasías – Henry Purcell

Cuarteto No. 3– Leo Brouwer

– La voz ritual para el comienzo del año
– Por el cuerpo del viento
– La danza imposible
– Cambió el ritmo de la noche


Cuarteto 5– Heitor Villa- Lobos 

– Poco Andantino
– Vivo ed energico
– Andantino
– Allegro


Cuarteto No. 14 en re menor D.810 “La Muerte y la Doncella”– Franz Schubert  

– Allegro
– Andante con moto
– Scherzo Allegro molto
– Presto

La trayectoria que lo respalda es evidente, la armonía y la precisión con la que hacen vibrar mediante las cuerdas es admirable. Una sonoridad que conectó al público presente. En punto de las 8.30 pm inició el concierto y finalizó dos horas después, emocionados y agradecidos con el audiencia, cerraron el concierto, interpretando el tercer movimiento del compositor tapatío Domingo Lobato, quién fue maestro emérito de la Universidad de Guadalajara.

El Cuarteto Latinoamericano deja ver, a lo largo y ancho de el escenario ese dominio técnico que se vuelve para el espectador en una experiencia que atrapa toda tu atención, todos los sentidos se manifiestan y entonces dejas de pensar en el tiempo que transcurre, sólo quieres seguir escuchando, dejándote llevar al ritmo de las cuerdas, con esos instrumentos que los cuatro músicos convierten en una especie de extensión de sus manos y por lo tanto de su expresión artística.

Fotografías: Lucía Ges