Alguna vez escuché ésta frase: «Las paredes escuchan y hablan de lo vivido».
El ojo de nuestras calles observa y contempla lo que los jóvenes nos quieren compartir, como una catarsis el arte urbano se manifiesta en los muros de la ciudad de Guadalajara.
Lo que amo de la fotografía de calle es que, el lienzo principal puede ser cualquier momento, luz o elemento que me encuentro en el camino, en sincronía con mi mirada, donde la vida y la calle se convierten en el baile urbano de lo cotidiano. Y le digo amor porque es admirable ver ese movimiento y su propia luz, las cuales mediante un click se quedan atrapadas en el tiempo como reflejo de lo que habita en los muros de la ciudad.