El libro, durante varios siglos ha sido considerado un símbolo de la cultura, de la formación y del desarrollo de las civilizaciones desde su invención, además de un objeto de atención y dedicación de literatos, investigadores, bibliógrafos y de la sociedad en general, sin embargo, con la aparición de la revolución digital, el libro tradicional ha experimentado cambios sustanciales en los últimos años a manos de la tecnología. Según Khun “Los avances tecnológicos, en constante progresión, se están mostrando como elementos transformadores del mundo de la comunicación de forma radical” (Caldevilla, 2011).

La aparición de los libros electrónicos ha modificado los sistemas de producción, distribución y venta, a la vez que los hábitos de lectura que se han tenido durante cientos de años. Los e-readers, el iPad, los sistemas de lectura social, Google, Apple, Amazon, etc. están cambiando nuestra forma de adquirir y procesar la información. En este texto se traza un panorama de los cambios operados por la revolución de los libros electrónicos y cómo ha llevado a los jóvenes a perderse de sensaciones y experiencias causadas al palpar y leer un libro impreso.

Repercusiones del libro electrónico en la sociedad y en el libro tradicional

La revolución digital, con nuevos avances tecnológicos como el libro electrónico, ha confirmado aparentemente a la Red como nuevo método de aculturación global del ser humano. Gutenberg afirma que:

Con el surgimiento del libro electrónico se está produciendo una brecha de enormes dimensiones, si la comparamos con la producida en su momento entre la oralidad y la escritura, o entre la escritura impresa respecto de la manual: entre la aparición de la imprenta de tipos móviles. (Galvis & Zapata, 2014, p.238)

Con la llegada de los libros digitales, el espacio de la interactividad de alguna manera es el gran escenario de experiencia frente al proceso de lectura.

Usualmente se piensa en la lectura como una actividad que involucra más que nada la abstracción, es decir, la imaginación y formación de ideas, la cual se encuentra bastante limitada en un libro electrónico.  Los libros impresos, en cambio, tienen un alto valor multisensorial, abarcando las texturas, los olores e incluso los recuerdos asociados a la lectura del material impreso y ofrecen la seguridad de que nunca dejarán de funcionar, no habrá baterías agotadas, incompatibilidad entre formatos y archivos, ni la obligación de comprar un dispositivo nuevo cuando el antiguo quede obsoleto, pero esas no son sus únicas ventajas.

El cerebro prefiere la lectura impresa antes que la lectura electrónica. Varios estudios han demostrado que el cerebro detecta y procesa las letras como objetos físicos. Es decir, la manera en que reconoce las letras es la misma en la que reconoce entre un perro o un gato. Así mismo, se ha descubierto que, al leer en formato impreso, el cerebro crea una especie de mapa mental del texto referente a su estructura física, dicho de otra manera, el cerebro relaciona cierta parte de la historia con una ubicación física. Por ejemplo, las esquinas del libro, el grueso de las páginas leídas, la altura a la que están las oraciones, etc. Nos ayudan a recordar sucesos significativos durante la lectura.

En cambio, al leer de manera digital, esto no ocurre. No hay una referencia de páginas leídas y faltantes, no existe un registro de ubicación de las oraciones al cambiar de página. Esto resulta un impedimento para el estudio. De hecho, se cree que las pantallas, al limitar la navegación física y tangible, también limitan la comprensión.

Un estudio de la Universidad de Stavanger en Noruega analizó la comprensión al estudiar con libros físicos y digitales. Se observó que quienes utilizaron libros físicos para estudiar tuvieron mejores resultados en los exámenes. Mientras que quienes estudiaron con e-books, salieron más bajos. El resultado se atribuyó precisamente a que el papel proporciona marcadores espaciotemporales que sirven como referencias para la memoria. (Openbook, 2017)

Otro aspecto que considero relevante, corroborando lo ya mencionado anteriormente, es el hecho de que muchos dispositivos digitales cuentan con una característica que puede ser considerada  un arma de doble filo: el hipertexto. Puede ser una gran ventaja para acceder a información relacionada con lo que se está leyendo, que permita entenderlo mejor, desde un diccionario hasta artículos, vídeos y otros datos. Pero también es una vía hacia las multitareas, es decir, atender a varias cosas a la vez, por lo tanto, suele dar como resultado distracción y baja concentración al realizar el proceso de lectura, lo cual confirma que la comprensión de un texto digital se torna menos favorable.

En la actualidad nos encontramos cada vez con más tecnología en el mundo que nos hace olvidar aspectos, experiencias o sensaciones realmente importantes en nuestra vida, y nos lleva a ocupar nuestro tiempo libre en celulares, tabletas, videojuegos, redes sociales, internet, etc. Es verdad que utilizar dispositivos electrónicos para leer un libro en línea no está mal, e incluso nos facilita el trabajo hablando de encontrar palabras, páginas o conceptos con mayor rapidez, por ejemplo, o el hecho de tener a nuestro alcance una gran variedad de libros digitales sin importar nuestra posición geográfica, sin embargo, es un hecho que no se experimentan las mismas sensaciones causadas al palpar y sentir el libro impreso en tus manos, sin mencionar el daño cultural que nos puede llegar a provocar.

Particularmente sostengo un desacuerdo con la digitalización de los libros, pues para mí tiene ciertas desventajas en relación con una lectura apropiada, además de manera indirecta propone la absolución de espacios académicos, como son las bibliotecas. Los libros empastados, con hojas y letras impresas, tangibles y palpables se están dejando de lado, se están perdiendo los hábitos de lectura, y ahora solo se lee por leer, asimismo a largo plazo se puede presentar una dificultad en la visión debido a la exposición a los rayos que emite el dispositivo electrónico. Claro que como mencioné anteriormente, puede llegar a ser una ventaja si se habla del aspecto económico y tal vez por cuestión de tiempo o comodidad, pero aun así creo que tiene más aspectos en contra, que cada individuo tendría que evaluar para reflexionar dónde queda el papel de los libros impresos como parte de esta revolución.

 

Bibliografía

  1. Galvis, C., & Zapata, M. (2014). Libros electrónicos: Del papiro al bit. Las implicaciones comunicacionales de un medio permeado por la tinta electrónica. mayo 05, 2020, de – Sitio web: file:///C:/Users/jorge/AppData/Local/Packages/Microsoft.MicrosoftEdge_8wekyb3d8bbwe/TempState/Downloads/44324-Texto%20del%20artículo-68525-4-10-20140801%20(1).pdf
  2. Caldevilla, D. (2011). La aparición del libro electrónico (e-book) y su repercusión en el libro tradicional. mayo 05,2020, de Universidad Complutense de Madrid (España) Sitio web: file:///C:/Users/jorge/AppData/Local/Packages/Microsoft.MicrosoftEdge_8wekyb3d8bbwe/TempState/Downloads/953-Texto%20del%20artículo-4445-1-10-20110619%20(1).pdf
  3. Muelas, R. (2018). Las ventajas de leer en papel. mayo 05, 2020, de La mente es maravillosa Sitio web: https://lamenteesmaravillosa.com/las-ventajas-de-leer-en-papel/
  4. (2017). Por qué es mejor leer en formato impreso. mayo 05, 2020, de Openbook Sitio web: https://openbook.mx/por-que-es-mejor-leer-en-formato-impreso/

Fuentes de imágenes: https://www.mireteditorial.com/blog/10-articulos/100-libro-electronico-vs-libro-de-papel