Había encontrado respuestas asonantes y analógicas en mi pasada entrevista, dentro de la cual, este músico ejecutante de la batería, asimila el sonido que ejerce este primigenio instrumento con los latidos, ritmos y frecuencias de la tierra. Alfonso André, baterista profesional mexicano del grupo Caifanes. La voz, al ser un termostato conectado directo del corazón, reproduce sin resistencia lo suscrito a una sola y dispersa referencia: el sentimiento irregular. ¿Juega en ocasiones a favor o en contra en un cantante? No lo sé, debería de preguntarlo para desheredar y desvincular especulaciones. El llamado ahora sería a un vocalista, Ismael Salcedo, líder vocal de la banda nacional Los Daniels.
Ismael Salcedo: Músico, cantante y compositor líder de Los Daniels desde 2007. Inicia su carrera en 1989 a la edad de 14 años. En su trayecto musical, ha formado parte en más de 15 bandas, entre las que destacan: Marilyn Suicida (1993) ganando con ellos un concurso nacional en el Hard Rock Café, para posteriormente abrirle al grupo de rock alternativo Garbage en el Teatro Metropolitan. Con Pink Punk (2001) logran grabar un disco bajo el sello discográfico Discos Termita (Sony), producido por el guitarrista Alejandro Marcovich. Con la banda Gallo (2004) son seleccionados para abrir concierto a Placebo en Palacio de los Deportes. En Atto and the Magestics (2006) editan dos discos. Actualmente en proyectos como:
INSURPIPOL: Al lado de Poncho Toledo (La Lupita y Los Concorde), Dr. Shenka (Panteón Rococó) y Ro Velázquez (Liquits), editan un disco.
DE HISTORIAS Y CANCIONES: Ro Velázquez (Liquits) y Daniel Gutiérrez (La Gusana Ciega). Propuesta acústica con temas del rock en español y anécdotas contadas.
UNDERCOVER: Poncho Toledo (La Lupita y Los Concorde), Miguelón (Los Daniels) y Mauricio Clavería (La Ley). Canciones de lo mejor del rock hispano.
ORQUESKA INTERNACIONAL: Proyecto conformado por diferentes cantantes del rock en español y banda base con sonidos referentes al ska.
La entrevista
“La música inflama el temperamento” (Jim Morrison, Una oración americana, 1970). Antes de nuestra registrada conciencia y, al estar en el vientre materno, hemos escuchando y recibido los primeros sonidos emitidos desde el exterior; las onomatopeyas, charlas, ritmos cardiacos maternales, y canciones no sólo de cuna. ¿Crees qué es posible un mundo sin música? Y a sabiendas que, el silencio también lo es.
Ismael Salcedo: No, no es posible, ya que cualquier sonido emitido posee una nota, y la nota puede encontrar armonía con otras notas, o desarmonizar también; el silencio representa la paz, el ruido de forma natural puede formar parte de una armonía, o hasta una canción, o también un caos.
Cuando la letra de una canción no padece de conflictos, inestabilidades ni exigencias; cuando narras vocal y delirantemente para explotar felicidad; o cuando tu alma está en estado larvado, así como el suicidio de las mariposas, ¿En qué color te encuentras aún más identificado al momento de cantar?
Ismael Salcedo: En el color del bosque, digamos que podría ser el verde.
En mis pasadas entrevistas, ambos músicos empataron con la naturaleza de un comentario: “El instrumento me eligió a mí”. La voz, como aparato de parla cotidiana, responsable y desobediente, edificadora y destructora; incluso confusa a medida de revolución cuando se ama sin razón, sólo por amar. ¿Qué tan complejo es domarla cuando el corazón no entiende de dosificación?
Ismael Salcedo: La complejidad proviene de la inseguridad para exponer lo que traes adentro, con tus palabras, tus rimas, tus ademanes, tu timbre, tu actitud, en concreto cuando expones a tu persona en tu lado artístico.
“Elogio tu disciplina, pero en este caso no debes de ser tan estricto, y decidirte por fin a abrir esa puerta del diablo” (Gonzalo Arango, Sexo y saxofón, 1963). Los ideales sociales se basan en la renuncia, pero incluso también nos abandonamos a nosotros mismos para convertirnos en parte del otro. ¿Qué tan estricto eres para cuidar tu voz, tu herramienta vocal, que es al igual otro instrumento de la banda?
Ismael Salcedo: No lo soy en el cuidado físico, solo sé cuándo me estoy lastimando y conozco mi garganta, en el cuidado musical si lo he sido, sobre todo de una forma muy analítica sobre mis capacidades barítonas.
¿En qué momento de tu vida te das cuenta que en el cantar, encontrarías a modo de develación la experiencia más secreta, íntima y pasionaria de tu ser?
Ismael Salcedo: En el momento que lo comprendí.
Los Daniels. La reconfiguración emocional es continua, inquietante e irreductible como la rebeldía, también intacta si no te mueves en el perímetro de la vida. ¿Antes de ellos que tuviste que experimentar durante el camino?
Ismael Salcedo: Uff, demasiadas cosas. En 39 años de entregarme a la música en cuerpo y alma, he formado parte de un sin fin de bandas, como bajista en su mayoría, salvo Los Daniels con quienes comencé a cantar de manera comprometida y aprender a ser un front man sin complejidades.
Finalicemos. Ismael Salcedo, ¿En qué situación eres incapaz de hablar, aunque por dentro estés articulando y desafinando a la vez entre sombras y luces?
Ismael Salcedo: No me siento incapaz de hablar ante nada.