Actualmente se ha disparado un conflicto social en Argentina. Uno de los puntos que señalan las críticas y acciones ciudadanas, es que el Parlamento de Argentina aprobó la nueva Ley Previsional que modifica el cálculo para pagar las jubilaciones, una decisión que generó movilizaciones en todo el país.
Esto ha generado que desee difundir el conflicto social, cultural y estructural que vive la Argentina. Mis fotografías son un deseo por encarar la problemática social a través de la imagen.
Ellos volvieron, me refiero a los que nunca se fueron, a quienes estaban ocultos esperando el momento oportuno: las corporaciones, los medios masivos, los que intentan impedir que las personas formen su propia crítica constructiva.
Junto a mis fotografías, que son de diferentes marchas, como la de Santiago Maldonado y del pasado diciembre, les dejo un breve relato de lo que he vivido o presenciado al momento de capturar las imágenes.
Estas son fotografías que duelen
Muchas fotos me han costado sangre y lágrimas, aunque el lunes fue terrorífico, nadie habló de aquel embudo que se formó sobre avenida Rivadavia.
Piedras, tiros, gases eran moneda corriente. De un momento a otro la policía retrocedió y hubo un silencio, todo estaba muy calmado, nadie decía nada, las balas no se escuchaban y solamente quedaba ese humo en el aire que cerraba la garganta y picaba en los ojos.
Acto seguido, camiones hidrantes acompañados de infantería, salieron a reprimir. El agua del camión, con una sustancia parecida al gas lacrimógeno y su valla frontal, empujaba a la gente, mientras la policía tiraba balas de goma y los gases teñían el cielo de gris, provocando una ceguera y cierre de garganta que te inhabilitaba.
La gente empezó a correr pero había tanta que era imposible. Atrás un camión te empujaba con una sirena. El acumulamiento de personas provocaba una avalancha y la gente caía tropezando, aplastándose entre sí. Yo solamente rogaba no caerme, estar firme porque sabía que si caía me iban a aplastar. Mientras caminaba muy despacio, intentando no perder la calma, recordaba y me ponía en el lugar de aquellos chicos aplastados en Cromañón.
La policía tomó el control apuntando y amenazando. Insultaban y decían: «los vamos a hacer mierda». Esto es un documento para aquellos que estigmatizan a un pueblo que tiene razón en protestar, en exigir, porque las nuevas leyes nuevas violan la Constitución Nacional especialmente el artículo 14 bis.
Tras este breve recuento, les dejo las fotografías:
