Los Plebes (2021) es un documental dirigido por Eduardo Giralt y Emmanuel Massú, cuya fecha de estreno mundial será a través de Cinépolis Klic, el domingo 21 de marzo a las 11:00 hrs, dentro del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM) que se llevará a cabo del 18 al 28 de marzo.

Sinopsis: un grupo de jóvenes sicarios millennials vaga por Sinaloa mientras tratan de hacer frente a su crecimiento, su trabajo y sus deseos para el futuro. Esta es una película sobre adolescentes nacidos en el lugar equivocado, en el momento equivocado y en las circunstancias sociales equivocadas.

La Vagancia comanda un equipo táctico de sicarios. Con 29 años, se encuentra al final del espectro de vida de un sicario. Habla constantemente sobre lo que significa la libertad, el amor y la muerte. Es una persona romántica y nostálgica. Lo veremos pasar tiempo con Vago, su cachorro, charlando con diferentes chicas en la vida real y en redes sociales. 

Hace unos días, tuvimos la oportunidad de conversar con sus realizadores; esto fue lo que nos compartieron.

En la foto: Emmanuel Massú y Eduardo Giralt

Iniciamos con la pregunta obligada, cómo surge o qué los motivó a realizar esta película.

Eduardo: hace cinco años, el padre de mi mejor amiga fue asesinado por tres sicarios de 15 años en el Estado de México. Debido a la complicidad de la policía con los asesinos, mi amiga decidió iniciar su propia investigación sobre quiénes eran los asesinos. La mayor parte de su investigación se realizó en línea. Me mostró capturas de pantalla de los perfiles de Facebook de varios jóvenes que formaban parte de diversas células del crimen organizado local. Lo que me llamó la atención fue cómo se podían ver fotos de ellos disfrutando de un asado con su familia o jugando fútbol en la liga local, seguidas de fotos de ellos con equipo táctico y armas.

Este contraste me recordó lo que Hannah Arendt llama la “banalidad del mal”. Me obsesioné con cómo la juventud mexicana que trabaja para el crimen organizado usaba las redes sociales para mostrar abiertamente su doble vida: los adolescentes millennials que eran al mismo tiempo sicarios.

Bien. Ahora me gustaría que nos platicaran cómo es que deciden trabajar juntos, y cómo fue este proceso de dirigir juntos.

Emmanuel: por azares del destino, coincidió que Eduardo estaba trabajando en unos castings y coincidió que una conocida mía también trabajaba ahí, así que ella nos contactó porque vio que yo podía apoyar a Eduardo con eso. Así fue como empezamos a trabajar juntos, a hacer los castings para una película que se iba a hacer. Y entonces empezaron a llegar plebes, chicos del cartel a quienes también les hicimos la audición. Al final, no se hizo la película, pero a Eduardo y a mí nos quedó la inquietud de retratar otra cosa que no fuera lo mismo sobre los que trabajan en el narco. Cuando vemos que tenemos un interés en común, decidimos pensar y plantear el proyecto.

Sí tuvimos muchas complicaciones, porque, para empezar, yo soy rapero, y tampoco estamos en la élite del mundo del cine, ni tampoco creo que vayamos para allá (sonríe).

Eduardo: al contrario, vamos al exilio (agrega riendo).

Ahora, cómo lograron generar la confianza suficiente para que estos jóvenes les permitieran filmar su cotidianidad, incluso el rostro de uno de ellos, y que esto se proyectara tan natural en la película.

Emmanuel: fundamentalmente se trata de hablar con la verdad, es lo que nos ha abierto las puertas a Eduardo y a mí, ser sinceros con lo que queremos. Con el personaje principal hicimos una conexión muy fuerte porque yo soy de aquí de Sinaloa, de modo que en todo el ambiente en el que yo crecí también llegué a conocer muy bien a los plebes, todavía sigo aprendiendo de ellos, de sus conductas y de sus acciones, así que con el personaje principal hubo un contacto que nos llevó a él, y este contacto es muy especial para él, así que por eso logramos vincularnos de tal manera con él.

Still Los Plebes

La idea de filmar con el celular fue una apuesta de ustedes por el formato o por el contexto del que trata la película.

Eduardo: la razón de filmar con celular no tiene ninguna intención de obtener material de forma clandestina. Nosotros le pedimos permiso a las personas que controlan ese lugar, les pedimos permiso a sus patrones para poder filmar, porque no hacerlo es una tontería, eso de las cosas clandestinas son de lo que hace que más pronto termines muerto.

Pero sí nos dimos cuenta de que, para lograr intimar más rápido con los chicos, el celular era mejor opción, pues estos chavos, al ser narcollenials, se han criado con el celular, para ellos es algo normal y se graban a cada rato; entonces nosotros necesitábamos empezar a grabarlos y que ellos se olvidaran de la cámara lo más rápido posible. Y sí fue así. Al mismo tiempo, también nos ofrecía ventajas porque yo podía decirles que me grabar a mí, luego yo a ellos y así generar más confianza. Así que fue más por una estrategia.

Y, por esto mismo, ¿hubo muchas complicaciones técnicas o, al contrario, el filmar con el celular facilitó todo?

Eduardo: sí hubo problemas técnicos, por ejemplo, el descargar el material fue súper pesado.

Emmanuel: el audio fue un desastre.

Eduardo: y algo que también discutíamos Emmanuel y yo era que, algunos de ellos, no todos, al comienzo no se tomaban en serio lo que nosotros hacíamos. Era un “ah sí, estos chavos dicen que van a hacer una película, que con el celular…” Esto nos preocupaba, primero, porque necesitábamos que nos vieran como profesionales, no como unos cuates locos; y segundo, yo pensaba que cuando se estrenara la película era cuando a ellos les iba a brincar. No quería ese shock. Quería que desde el inicio supieran que sí era una película, no un experimento nuestro o una locura. Así que eso sí fue una complicación fuerte el uso del celular.

¿Dejaron mucho material fuera?

Eduardo: sí, fueron como cincuenta horas en total las que filmamos.

Emmanuel: así que sí, tuvimos que eliminar mucho material.

Eduardo: incluso habíamos construido un personaje, un chavo de Sonora que trabaja de fixer y también es actor. Entonces le dijimos, “mira, tú vas a decir que eres vendedor de autos usados y que quieres hacer una carrera como youtuber entrevistando gente, y ahora quieres entrevistar a chavos del cartel”. Y pues nos lo trajimos, estaba vestido súper extraño con la idea de que así los morros se relajaran, porque nos estaba costando que se abrieran y nos contaran cosas más personales.  Así que lo filmamos, y era una especie de talk show con él entrevistándolos (ríe), pero esto al final fue algo ridículo, rompía con el tono de la película, así que rescatamos las respuestas de ellos, pero lo sacamos a él.

Esta otra pregunta sí va para Eduardo, pues al inicio mencionaste el concepto de la banalidad del mal de Hannah Arendt. Nos podrías platicar un poco más sobre esto.

Eduardo: sí, bueno, no soy ningún filósofo ni nada por el estilo, pero a mí siempre me ha interesado la sistematización de la violencia, es decir, cuando ya pasa de un acto pasional a algo mecánico; cómo las personas la hacen, la normalizan, la encasillan, y por eso perfectamente pueden ir a machetear a su vecino en Ruanda y en la noche cenar con su familia como si nada; o ser un guardia de un campo de exterminio y en la noche vas y les lees cuentos de hadas a tus hijos. Hannah Arendt habla a propósito del juicio de Adolf Eichmann [teniente coronel que durante la Segunda Guerra Mundial estuvo a cargo de los transportes de los deportados a los campos de concentración en Alemania y Europa del Este], y dice, este tipo en realidad no era un antisemita, que luego encontraron el diario de Eichmann y contradice mucho de lo que pensaba Arendt, pero en su momento ese diario no existía, así que Hannah argumentaba que lo que hizo este él fue seguir órdenes, ser un buen funcionario, alguien eficiente y no un loco sádico que disfrutaba matar minorías.

Así que, básicamente, quería ver eso, qué tanto estos chavos son como los han pintado películas tan reduccionistas e irresponsables como Heli (2013), Miss Bala (2019), El infierno (2010) o la serie de Narcos, que los pintan como si fueran Ted Bundys, es decir, que todo el día piensan en matar. Hay chavos así, muchos, sobre todo, hay patrones así, totalmente, pero no son todos, hay otro grupo donde para ellos lo que hacen es cumplir órdenes o se inventan un tipo de narrativa en la que ellos se convences de que no están matando a gente inocente, sino a gente que está metida en la jugada, a otros soldados; entonces se entiende. Eso los ayuda a percibirse más a ellos mismos como personas que no son completamente malas.

DÓNDE VER EL DOCUMENTAL

Como ya mencionamos, Los Plebes tendrá su lanzamiento oficial en la plataforma streaming de Cinépolis Klic, el próximo 21 de marzo a las 11:00 hrs, donde lo podrás ver gratis, solo ten en cuenta que habrá un número limitado de accesos, por lo que te recomendamos llegar anticipadamente a la cita virtual.