Kemble, Kenneth (1923-1998). Museo Nacional de Bellas Artes. Buenos Aires, Argentina.

Quiero escribir

Papá

        quiero escribir

un libro lúbrico

                         obtuso

                                    alucinado

un libro que falte no escribir

el más atroz

más mal no escrito

ni siquiera

                 un poquito.

Para mí

                                (a Ángela Da Silva)

Entré con dientes, pero no con todo

me quedé afuera un poco

Yo nunca fui a la escuela

yo

    realmente

nunca vendí diarios

Cuando yo medio no existía

yo era demasiado yo

para mí solo.

Regreso

Me agarro a mi mamá

                                   papá

que no te lo puedo decir

voy a irme deseado

yo también.

Del inventario

Los platos de la niñez, es decir: aquellas comiditas

los pebetes con queso fundido Tigre y dulce de batata

las cabinas de los camiones, las metáforas

el dinero / la mosca / la biyuya / el parné

la crispación, los bicharracos

los contrincantes escolares

el orden, la estadística (este mismo inventario)

las blenorragias

la policía, los países limítrofes, los ban-lon

lo que flota y lo que se hunde

las calas, las ojeras de Jeanne Moreau

los cielorrasos, los volúmenes de obstetricia

la asociación libre, la espinaca, el fútbol de potrero

los chantapufis, la cerbatana, el tránsito a la inmortalidad

el rumano Nastase, las colecciones del Rayo Rojo y La Gran Historieta

el tranvía 99, los desfiles patrios

el emperifollamiento, los truenos, lo veloz

la calentura, el juguito de la carne de vaca

la escoba de quince, el zoo, la maestra particular

las llegadas tarde, las partidas temprano

la genialidad, la oratoria

las gorditas

la regla de tres simple, los lugares comunes, los revólveres de cebita

el teatro, el internacionalismo, las milongas sureras

las muecas en el espejo del botiquín

los colirios, la policirugía

Ramón, Nereo y Obdulio

El Alma Que Canta, los conciertos a viva voz en el patio grande

Racing Club Anexo, San Lorenzo de Almagro

los laxantes, la jerga de presidio

la consonancia, la asonancia, la disonancia

la caducidad.

Los papás queman

Ex Pablito afirma que los papás queman después de cenar

ex Norita no tiene dudas: los papás queman cuando se van a ver a un enfermo

ex Germancito con rudeza increpa a todos los papás que queman

ex Clarita asevera que los papás queman poco antes del mediodía del domingo

ex Arielito, ex Beatricita y ex Cecilita con fascies compungidas arguyen que los

    [papás queman en almíbar

ex Virginita atesora la certidumbre de que los papás queman porque amanecen más

    [temprano

y ex Rolandito declama que los papás queman de viaje o muertos, antes o después de

    [haber nacido

A ex Isakito se le pliega el alma porque sus papás queman desde sus hermanos

ex Alicita no quiere creerle a sus pechos enardecidos cuando los mustios papás le

    [queman

ex Hilarito

hila finito

que los papás queman cuando muelen a golpes

o se deshacen en cariñitos

ex Andreíta funeraria y ex Joselito se dan con sangre de horchata cuando los papás

    [queman por contigüidad

y ex Gabrielita se aprieta las puntas de los dedos con la ventana a través de la cual

    [los papás no cesan de quemar

Ex Palomita se arrellana en la contemplación de los papás que queman al horno

ex Miguelito, piromaníaco, aduce que queman y queman los papás que queman los papás

ex Silvita añade que los papás queman con mesura, con concupiscencia, con delicadeza,   

    [con suspenso, con salvajismo

mientras ex Leopoldito recalca, sobreimprimiéndose, que los papás queman abnegados, grandilocuentes,

    [ahítos, formales, posesos, desmadrados, despadrados, cachonderos, lóbregos

ex Estelita sufre porque los papás queman en prosa o con ademanes, descalzos y aun en

    [chinelas

ex Rodolfito sonríe con afectación porque los papás queman con tan extremada

    [independencia de la temperatura

así siguiendo, ex Lilianita y ex Danielito no accionan con prontitud en pos de salvar el

    [honor de los papás que queman cuando maman o papan

y ex Mirtita…: sólo ella se petrifica admitiendo el pudibundoso grado de

    [inflamabilidad hijística.

El fotógrafo cargado

El fotógrafo velado

retoma la boreal enyesada

él dice aurora como diría mediodía

como diría de noche moriría

resulta que la piensa tanto

el fotógrafo virado

que la compone y la desnuda

la aspira, la seca, la turba, la hiende

él es fotógrafo siempre

modestamente

lo aplaca la lluvia lo enardece

insiste con el violeta

                                 ¿vieron?

a todo se lo encaja

matón el insurgente

y miren que les tira datos, caramba

El fotógrafo cargado

se saca sobreexpuesto

artista inconsumado

de la nueva desfiguración.

Chuli

Inmanencia

                   de flores exiliadas

en los zapatos de un soneto

aunque digás que no

diseminada

polen y polvo

y harina

             todavía.

María Elena M.

¿Quién no ve tus pies pisoteando

la memoria del sueño?

¿Y que hay agujas más o menos clavadas

en algunos relojes

                             indesmontables

                                                      insensatos?

Gloria C.

Uno espera ciertos estallidos

apretadas explosiones

                                   ramalazos

porque nadie

                     y menos yo

Si uno todavía no se escurrió

y desea ser visto

                          advertido

en un arranque no venerable

                                             para nada

que así no se podría

Si uno gustara de ser el cascotito

que hizo craaaaassshhh

                                     en su ventana

entonces ella lo va a ver

                                      ¿eh?

lo va a ver.

Seguirla

Se refugió la perinola de tus pretensiones

en el cuchitril de mi indolencia

halló la calefacción exigua

que dejaba en la almohada mi cabeza

Tus pajarracos veraniegos revoloteaban sin cesar

excitadísimos por lo que caratulaba devaneos

por tanta piel quemada

que no pestañas

Me arrojé a mis brazos

cuando supe en lo hondo

que maltrecha y dormida me esperabas

para seguirla

                    todavía.

Ojos

Te estoy mirando

sin miras de condescendencia

sin miramientos

enlodado en la lengua del sueño

me secuestro los pozos

ciegos los pezones de la madrugada.

Minas

                              “Las penas son de nosotros,

                               las vaquitas son ajenas.”

                                       Atahualpa Yupanqui

1

Las minas se van

del bracete con otros

son de los otros las minas

las malas minas

Yo me tomo del brazo

me voy de paseo también.

2

Las penas no me son ajenas

y yo que no me soy ajeno

agarro y pego un alarido

puesto que las minas no me son ajenas

aunque son ajenas

                             las minas.

Me toca

Me toca saludarte

                             emocionarte

dejarte haciendo que te vayas.

Bolero mechado

A ver qué hacés con tanto sol, mostrame

que

no solamente una vez amé en la vida

¡Con lo que me gustaría estar en tus planes!

precisarme

en

    diría

           la más precisa de las acepciones

Vos me definís (guión) definirías

si te pienso fallezco si te siento

si te cité será que clamo que viniste

ya que es así quedate para siempre

ganas de decirte que tengo que te quiero

ganas libres

                  la gana

Yo te bendigo atentamente

ven

      digo

             a mí.

Rubia en movimiento

Aparece y desaparece

                                   rubia de verdad

te encuentra en su libreta

y llama por teléfono

                                cuando ya la olvidaste

viene y no viene

es detenida, pero se va

se deja retener huyendo

equidistante y cariñosa

te exige que la quieras

mientras la querés

te hace dudar

que es lo que precisa creer que advierte

para disparar

para arrancarse de vos

insostenible

                   tibia

                          disgustada.

Festejo

¡Y yo que te festejaba!

Colgaste de tu cuello la patita

sangrante de mi conejo favorito

¡y yo que te festejaba!

Divinizaste mis quejidos

pero qué te costaba

interceptar la rabia

                              y la risa.

A la vuelta

A la vuelta de la vida

divorciadas

algunas frisan treinta y cinco

pirulos treinta y tres

años treinta.

Tropezón

No me engañés con vos

con tu no soy cierta

trabajame de apuro

arrimame una manera de mirarme

que me encauterice

poneme frenético

dale

      gravidame

como nunca pudieron

o como pudieron

cuando yo no podía

No me embauqués

cuando no sea tu propósito hacerlo

desprestigiame de a poco

                                        ante mí

prestigiame de golpe

tropezate conmigo una vez

que después siempre.

Serás

Serás mía

o si no

           no serás nada.