Foto. Carlos Miguel Glez.

Diego González es un documentalista que habla dormido. Está casado con una sonidista que trata de descifrar lo que dice en sueños. Se muda a Barcelona, pero el pasado lo alcanza como una pesadilla. La visita de un viejo conocido, el periodista Adalberto Anaya, trastoca su reciente tranquilidad. Anaya –quien ha vigilado a Diego durante años con la atención casi desmedida de un admirador– lo culpa de haber hecho un documental para entregar a un narco. Diego se ve obligado a lidiar con este enemigo que es, al mismo tiempo, su único aliado. La tierra de la gran promesa es una metáfora del México contemporáneo. Una lectura amplia sobre las entretelas de la corrupción y la vida íntima donde las verdades se pronuncian al dormir. Una reflexión sobre la forma en que el arte influye en la realidad y en que la realidad distorsiona al arte. Una novela tan política como personal que mantiene a Juan Villoro como un testigo excepcional de nuestro tiempo.

Lo anterior es la reseña de la nueva novela del escritor Juan Villoro, “La tierra de la gran promesa”, editado por Random House, que fue presentado el pasado lunes 29 de noviembre en el salón 8 de la Feria Internacional del libro. La presentación estuvo a cargo de la también escritora Paola Tinoco, que, aunque ella ha leído buena parte de la obra de Villoro, esta novela es la que más le ha gustado. Ha encontrado que incluso los pequeños relatos que forman el libro son grandes historias.

Por su parte Juan Villoro señaló la gran felicidad que le provocó el volver a la FIL y más que Paola sea la presentadora pues, ha sido una gran interlocutora a lo largo de su vida, así que para él es un gusto conversar con ella.

Continuó mencionando que alrededor de 1982 es la época en que los de su generación estaban haciendo cine y es cuando ocurre el incendio de la Cineteca Nacional, en la Ciudad de México. “Sin embargo, esta generación mía es algo así como una generación perdida, que solo sería recuperada con la siguiente generación de cineastas”.

Señaló también, que el título del libro tiene una relación directa de cuando él vivió en Berlín oriental y es lo que le sirvió de base para crear al personaje de la novela, que es un hacedor de documentales.

Paola indicó que le gusta mucho encontrar, que además de que Villoro es un gran narrador, también es un gran sociólogo, por lo que el novelista acotó, “yo consideré durante mucho tiempo que la literatura y la sociología eran aguas separadas. Solo al paso de los años pude entender que podían relacionarse.  Pienso que tiene que ver con que mi padre estudió filosofía, sentía que ejercer la sociología era entrar en el terreno de mi padre. Solo al pasar el tiempo, hice las paces con ello y dejé de sentir que solo podía ser un fabulador.”

En la tierra de la gran promesa, Villoro decide hablar en distintas asociaciones simbólicas del fuego.  “Pienso que todo esto está relacionado con el hecho de que yo estudie en Iztapalapa, tiene una gran relación con que el mundo prehispánico estaba vinculado a las ofrendas donde se usaba el fuego.  De allí creo que surgió mi inspiración para hacer una sociología del fuego en la Tierra de la gran promesa.”

La presentación estuvo moderada por el director Editorial de Penguin Random House, Andres Ramírez.