Es una tarea complicada elegir las 20 mejores fotografías del mundo en este 2017. Podemos pensar en guiarnos por temas, por naciones, intereses, noticias, pero aún así al intentar separarlas para así elegir con mayor facilidad, es una labor difícil.
Tanto los apasionados como los analistas de la imagen se enfrentan a amplias discusiones respecto a la sobre-población de imágenes que cubren los motivos que refleja el mundo. No obstante, haremos un intento por elegir las mejores 20 fotografías que nos muestren, desde los acontecimientos más comunes, hasta los que dejan huella en el curso de todas las latitudes.
Hemos descartado las fotografías sobre noticias impactantes o las que en su momento fueron trending topic; para eso están los grandes concursos de fotografía. Aquí más bien atenderemos a la percepción, al peso visual de cada una de las imágenes, la perfección con la que la mayoría están hechas, la exactitud con la que muestran los momentos cotidianos. La mayoría de estas fotografías pertenecen a los archivos del New York Times.
¿No les parece, cuando se ponen a ver fotografías, que todas les fascinan de alguna manera? En el primer momento que las vemos, y más si estamos ante un listado de las mejores fotografías seleccionadas por algún concurso, diario, especialista o instituto. Pero, realmente, ¿qué tenemos frente a nosotros? ¿Qué es lo que realmente nos sorprende? ¿Qué motivos nos dejan atónitos? ¿A qué llamamos bello, cruel, apasionante, exquisito, maravilloso, cotidiano?
Si revisamos la historia del mundo en fotografías, ¿cuántos conflictos no son similares y solo cambia el lugar donde están sucediendo? ¿Cuántas fotografías no hemos visto de presidentes, de protestas, de bellos alces y gigantes osos polares, de ciudades congeladas o incendiadas a causa de bombas o explosivos? ¿A cuántas personas retratadas no hemos visto llorando, aclamando, desgarrados, vencidos o victoriosos?
La tarea difícil radica en educar el ojo a la inversa, saber apreciar aquello a lo que casi no le prestamos atención, en tener ese dominio para saber reconocer tanto esas fotografías que se repiten a lo largo de la historia con diferentes modelos, ángulos y colores pero también para identificar esas fotografías que tocan temas comunes, que se ven simples y no porque estén faltas de técnica o porque no contengan un significado profundo, sino porque lo cotidiano es lo que ha dejado de impactarnos.