Yves tumor, es el seudónimo del artista experimental Sean Bowie. Sean nació en Miami, pero creció en Tennessee, donde aprendió a tocar varios instrumentos. El hecho de crecer en una ciudad conservadora y su propio contexto lo impulsaron a construir un personaje que actualmente lo ha posicionado como una de las figuras más enardecedoras del soul experimental norteamericano. Al escuchar la música de Yves y saber un poco sobre su vida y su formación, me hizo pensar en esto que les comparto a continuación sobre el hecho de encarnar a un personaje. Aquí les cuento porqué y les hago saber la relevancia de un álbum como «Heaven to a tortured mind».
En la ciudad donde crecí abundan las leyendas, parecen ser parte del patrimonio de cada uno de los habitantes, pero estoy seguro de que hasta el más escéptico podría dudar de los personajes que ahí deambulan. Bastaría con observar a “el carbones/el tiznado” para comenzar a echar a volar la imaginación, un indigente que oculta su identidad detrás de un camuflaje de algún tinte negro que cubre su rostros y cuerpo por completo, algunos dicen que escapó de la cárcel, otros dicen que simplemente padece de sus facultades mentales pero mientras esto se resuelve, él existe en la cotidianidad de todos, siendo un contrapeso importante en el debate de quién es el público de quién. Nos enseñaron a temerle y a huir de él sin siquiera saber su verdadero nombre, tiempo después me entere que su nombre es Martín, no estoy seguro de que hoy se encuentre con vida, de lo que estoy seguro es que mucha gente lo recuerda por su personaje.
Con esta antesala por mucho tiempo pensé la diferencia entre una persona y un personaje, cómo ambos conceptos habitan en uno mismo, incluso cómo ambos pueden ser una batalla diaria para algunas personas que aún se encuentran en un camino de autoconocimiento, aceptación y salud. Pues lamentablemente la gran mayoría de nosotros, no contamos con la información suficiente respecto al concepto de identidad personal y su garantía. Lo que más me entristece es que hoy en día no contamos con la sensibilidad suficiente para entender que detrás de cualquier personaje, disfraz, tinte, existe una persona que siente. A la vez proyectos como el de Yves Tumor me devuelven la esperanza de que hay personas que son capaces de encarnar a sus personajes hacer que existan, muevan y se expresen como su verdadera identidad, aquellos que ponen todo sentimiento en el pecho y andan abrazados a ello.
En el álbum “heaven to a tortured mind” de Yves Tumor podemos encontrar un mensaje muy contundente respecto a las relaciones interpersonales, al sin fin de sentimientos propios del cortejo, romance y especialmente del deseo. Yves Tumor una persona que, a través de sus personajes, pero principalmente de sus sentimientos se ha encargado apasionadamente de retratar la sensualidad en cada sonido, producción audiovisual y atmósfera de este trabajo, lo cual me parece magnífico y tan propio del romance, ya que es muy posible que todos hayamos hecho un pequeño melodrama en la imaginación de tal magnitud de una relación que de verdad nos haya significado.