Una noche más, se desbordó energía en el escenario del C3 Stage, esta vez a cargo de la banda rusa de post punk: Human Tetris. Pasadas las 11 de la noche, Maxim Zaytsev, Arvid Kriger, Tonia Minaeva y Ramil Mubinov salieron uno a uno. Con un poco más de sesenta minutos de música, dejaron caer los tracks de su nuevo material Memorabilia.
El público estaba eufórico y los rusos también. No dejaron de brincar y moverse por todo el escenario. Escuchar a Human Tetris es hacer eco con bandas maestras como Joy División pero inevitable es también no conectar con Motorama o Soviet Soviet, bandas que han dejado una firma ya, por su paso en Guadalajara. Esos tintes peculiares que caracterizan al post punk ruso llenan de euforia a todo aquel que se deleita con este género musical. No habían pasado ni cinco tracks cuando los brincos y los chorros de cerveza se elevaban en el centro del lugar.
Human Tetris estuvo anoche (el pasado sábado) frente a un público que los recibió de manera excepcional, podríamos decir que fue una buena noche, pero sus fans se quedaron con ganas de escuchar más Human Tetris. Sesenta minutos fueron sólo una buena probada, pero parece ser una característica que se repite cuando estamos frente a músicos rusos. Son perfeccionistas, se plantan en el escenario con una sobriedad absoluta, devienen en su propio sonido, pero una vez que han decidido hasta que minuto tocarán y cual será la canción con la que le dirán adiós a sus seguidores, se despiden, agradecen y desaparecen del escenario.
Así sucedió anoche también con la banda rusa, pero vale mencionar que disfrutan también el contacto con la gente, por lo que antes de despedirse por completo, generan un espacio para interactuar y tomarse fotos con sus fans. Ojalá vuelvan pronto y se reviente una noche más a cargo de buen post-punk en tierras tapatías.