De Todas somos Frida (Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2010)
Ratonera
La casa-ratonera ha quedado limpia:
En un cajón del armario están tus huesos
y en el otro los míos.
Los pelos que perdiste,
los pelos que perdí,
debajo de la cama son
un animal manso y cariñoso
que nos despierta a las mañanas.
Las uñas que nos cortamos
son una inmensa cáscara de huevo
en el jardín, que a todos maravilla
y nuestros jugos, evaporados,
una mancha profunda en el colchón.
Muchas rejas arrenglonan las ventanas,
según nos aconsejan,
y en las horas vivas,
en las horas muertas,
reviso los álbumes para aspirar,
con aullido de sirenas
los rostros del pasado –así no vuelven-
Ya planché las paredes,
ya fregué las lechugas ,
ya enceré los toallones
que dicen you y me.
Ya me toca la siesta,
nuestro perro olfatea
mis axilas con cariño
y se recuesta tibio, en tu almohada.
A tu regreso, serviremos
copas de jabón con granos de mostaza
y liquidámbar.
Un aperitivo, después de las noticias.
Y en la alta noche ¡clap, clap, clap!
saltan los resortes, los alambres,
el mundo convulsiona
y por el pecho, (nos comimos el queso, ¡qué remedio!)
nos toma el artefacto, o sea el lecho.
De todos los ratones que pululan
que fortuna, atrapada con vos.
De la muerte por celos
Vuelve, vuelve la oscura traza
de la muerte por celos.
a apretar con su puño inmenso
mi corazón de puño hasta exprimirle hiel
por artes raras de patología
se cuela por mi oído y revuelve los huesillos
que martillan la duda y la certeza,
se cuela por mi boca al aspirar tu aliento
(yo preparo todas tus comidas)
por mis ojos cuando leo todas las letras
de todos tus archivos
todas las máquinas
de mandar mensajes.
Pero todas las claves aleves y leales,
se me niegan.
Vuelve la oscura traza de la muerte por celos
aleteo de murciélago en el plexo
torniquete de pellejo
a la altura del ombligo
Vuelve a colarse por mis puertas de abajo
y me hace preguntar dónde estuviste,
animal sediento malcriado,
que me trae de beber y me contenta
bello animal de compañía
que tapa mi boca y reclama con susurro.
Vuelve negra traza de la muerte por celos
se cuela por mis poros
y eriza mis arterias
ponzoña mis raspones,
infecta mis bebidas,
corroe las mucosas
de mis partes más suaves
y fecunda la cizaña
en el bosque de mis venas.
Andate, negra traza, juira perra, alimaña.
Andate de mi mesa, de mi cama, de mi casa
Fuera negra traza de la muerte por celos.
De Diario de Inminencia (Huesos de Jibia, Bueos Aires, 2015)
Los libros arden como en las películas.
Hay fuego en tus pupilas y también en las mías.
En hogueras de cine siempre hay
algunos grandes títulos
-el nombre de la víctima-
La cámara planta
más luz para filmar.
En los ojos el fuego
rueda este cuadro para nadie.
Y suben al viento cenizas de palabras
que habían sido tan bellas.
Nosotros, máscaras sin gloria,
somos los que prenden el fuego
somos los que arriman el bidón y la chispa
somos los que arden
Bastó para matarlos
una palabra sola
Una sola palabra
los ha matado a todos
una palabra apenas
la misma nada menos
los ha matado a todos
ha matado también
a los muertos
a los que matan
Haikus de Clínica, novela (Amazon digital- Parque Moebius ediciones 2021)
Yacen los relatos
En las hornacinas
Esperando a un juez
El negro emblanquece las sombras
En el cuarto cerrado
El granizo lapida a la niña
Ella no ha hecho nada
Tinta en los dedos
Firman las culpas
Que no han sido mostradas
En la pura exterioridad
De lo que veo
Sólo mis ojos existen
De Partes del Simbionte (Densas Producciones 2019)
Víspera víspera víspera
síspera síspera síspera
parate no sigas
la flecha lanzada en el aire
víspera éspera espera
no lanza su flecha de tiempo.
Te quiero suspensa
víspera que lanza
y no espera esperanza.
Nóspera nóspera nóspera
quedate a vivir esta noche
Perreza mía nunca desesperra
esta sinrazón adversa
Pero perro el modo
hay esperanza al fondo de las manos.
Es y soy esperrando
el hambre de animal.
Beleso triste en el beso
lengua de milonga perrosa
y pena empenachada
Desnudormido yaces
-es el verbo adecuado
yo no lluevo él no llueve
un escampe de palabras
espermarse ahora
en esta grieta
del tiempo y los horarios
¡cada idea!
Misántropa me llaman
¿Puesta en tropo?
¿Señorita humano
que extraña y suspira un héroe a la griega?
¿Propietaria de una tropa de santos?
¿Celestes armadas bajo su comando?
¿Altar de campaña?
ella está sobrando
Misántropo sola-fastidio del otro-reclamo constante
mis, mis, dice el hombre
yo digo mis tropos,
mis tropos quebrados
mis figuras rotas.
¡Hápax!
El grito de batalla
salpica los cuadernos, la pantalla
en esta dispersión del yo que habla.
Libera la memoria del falsario en lenguas
y las manos barajan a la suerte
con las hojas de los diccionarios.
¡Hápax! ¡Hápax!
Susurra en lecho del amor
amante atadounido
al lazo del sentido cola de ave
despliegue de miradas y pupilas
de plumas que engarzan los idiomas
y amante dimi, dite, dis moi dice