Ayer sábado se llevó a cabo la primera edición de Portamérica Latitudes Mx, en la Plaza Bicentenario de CCU, en Guadalajara. Las propuestas de festivales musicales abarrotan una ciudad como la capital tapatía, eventos múltiples y más en la recta final del año. ¿Qué tuvo de diferente Portamérica Latitudes Mx? Podríamos pensar que no mucho o que es una propuesta curiosa para quienes disfrutan degustar algún platillo mientras están frente a un escenario. Otros dirán que el cartel no traía propuestas impactantes, sin embargo, la frescura que le encontré al festival fue justamente esas propuestas que van abriéndose paso en la industria y que sí apuestan por tonalidades diversas.
Tal es el caso de Las Guaracheras, un grupo de seis chicas que provocan un viaje por los sonidos de América Latina. Cada una de ellas detrás de un instrumento, con una voz guapachosa que nos hace mover el cuerpo en los primeros minutos que comienzan a cantar. Otro caso interesante que se dio lugar ayer por la tarde, fue La Santa Cecilia, una agrupación mexico-estadounidense, que radica en Los Ángeles, California. Pusieron a bailar al son de sus interpretaciones al ritmo del bossa nova, los boleros y la cumbia, provocando a toda la audiencia, que disfrutaba justo la caída de la tarde en la Plaza Bicentenario bajo dichos ritmos.
Otra gran propuesta para el final de la tarde fue Mare Advertencia, cantante zapoteca, rapera, activista social y feminista. Cuando Mare abrió el escenario el festival tomó otros matices, los más interesantes de todo el evento, a mi parecer. La audiencia que se dirigió al escenario fue en su mayoría de mujeres, mientras Mare conversaba con la audiencia entre una canción y otra, con canciones llenas de letras que incomodan a muchos, me preguntaba ¿Dónde estaban los chicos o las familias que andaban por ahí? porque vale recordar que era un evento cien por ciento familiar. No había tantos, se habían dispersado, aprovecharon para irse a comer un taquito, o para tomar un buen lugar en el otro escenario donde despues de Mare, saldría Porter. Y fue evidente, porque Mare Advertencia le habla y le canta a lo que no se considera en todos los ámbitos sociales, lo políticamente correcto.
Al escuchar a Mare, valió la pena la travesía para experimentar el festival, porque ahí donde la gente se dispersó es donde se siguen dibujando los discursos dominantes, donde se fortalecen, porque las palabras y letras de Mare incomodan porque tocan la llaga que tiene incendiado a un país como México, agradecí bastante escuchar a Mare desde mi función de reportera, fotógrafa mujer cuando mencionó que dentro de la industria musical hay mucho que hacer para que se siga visibilizando el trabajo de las mujeres en todos los aspectos, en lo técnico, en lo artístico, en la talacha y en la toma de decisiones para que la industria musical sea más equitativa y los discursos sean realmente diversos. O al menos, ese sabor de boca me dejó escuchar a Mare Advertencia.
Lo que vino después, en el caso de Porter y Siddhartha, sabemos que tienen su público, su propuesta, pero son artistas ya consolidados que le dan interés a un cartel que apostó por todo tipo de proyectos pero donde ellos son los ganchos que atraen a los públicos, sin embargo, lo más interesante no está en ellos. Portamérica intentó al menos la propuesta de un cartel más equitativo, más tarde vimos a Vetusta Morla, Elis Paprika, México Jazz Crew, Pahua entre otros más. Una noche que ofreció variedad y apertura, ahí está lo interesante de esta primera edición de Portamérica, veamos que nos traen otras ediciones dentro de esta marea de festivales y eventos musicales que inundan a Guadalajara.