Como premonición o advertencia de los hermanos Cano, el 7 de septiembre nos dimos cita en el enclave musical tapatío que se encuentra entre Avenida Chapultepec y calle Marsella. Así es, en una noche de llovizna nos congregamos de nuevo en el C3 para escuchar a Soviet Soviet.
El trío proveniente del Este de Italia se dio puntual cita con su público tapatío, al cual no veían desde el cada vez mas lejano 2016. Sin preámbulo y solo para abrir boca, arrancaron con “Ghost”, conocida balada de 2019. Inmediatamente después propusieron “Endless Beauty” y de ahí ya no hubo tregua alguna durante la noche. Un aire añejo con gusto a Placebo abarcó el espacio, por ello no es de sorprender que algunas de las clasificaciones los coloquen como una banda de post-punk revival, pues nos trajeron inevitables reminiscencias de una época más lacónica aunque menos triste.
Hay algo de revival rock entretejido en sus canciones que se agradece, algo oximorónico pues justamente no para de resucitar en Soviet Soviet el post punk oriental de los ochentas, o la trama oscura construida desde Nueva York en los dosmiles. Si hay que definir esta actuación, habría que empezar por destacarla como un sueño breve de sonidos sucios, con una voz firme, propositiva -directamente proporcional al dueño-; un timbre alto -inversamente proporcional al dueño-. En general, un Alessandro Constantini que jamás dejó de correr, bailar y brillar.
La batería de Alessandro Ferri fue sobria en todo momento, aunque presente, quizá sabía. El bajo fue propio, aunque solitario y no por ostracismo, sino por introspección. A grandes rasgos, lo que tuvimos anoche fue música para sufrir lento, de a poco y con cautela, como otrora los “emos” nos enseñaron (no es queja, es reconocimiento).
El recital duró poco más de 1 hora, el “tempo” no fue el mejor en Guadalajara pues las lluvias menguaron la asistencia. Igual mejor, acá los gritos no faltaban en un show que deja un buen sabor de boca y una impresión positiva en los fans indiscutibles que vieron, en el sopor de la pasada tormenta, un recuerdo que se viene a la cabeza de pronto, un deja vú lúcido y placentero, así fue Soviet Soviet en el extinto reino de la Nueva Galicia.