Desfile de Zapatistas frente a Palacio Nacional. Fotografía: Manuel Ramos. Archivo Manuel Ramos. Ciudad de México. 6 de diciembre de 1914.

Manuel Ramos (1874-1945) fue pionero del fotoperiodismo mexicano, capturando desde su lente sucesos que marcaron la primera mitad del siglo XX mexicano. Retrató el apogeo y caída de Porfirio Díaz, el triunfo y la debacle de Francisco I. Madero, la Decena Trágica y la Revolución en sus primeros gobiernos, envueltos en sangrientas luchas de poder. Además de la política, en su obra también encontramos el registro de las modas de principios de siglo XX, del teatro y otras expresiones culturales, de aficiones deportivas y del tráfico. Colaboró en publicaciones como El Mundo Ilustrado, Cosmos, El Hogar, El Fígaro y Excélsior. Manuel Ramos es parte de los autores que integran el Archivo Casasola.

Breve historia del Archivo Manuel Ramos

La existencia de las fotografías de Manuel Ramos fue revelada a mediados de 1991 a Alfonso Morales y Elia del Carmen Ramírez Bocardo por Pablo Ortiz Monasterio. Los tres formaban parte del equipo que preparaba la exposición Asamblea de Ciudades: cultura y vida cotidiana en México 1920-1950 que se presentaría en el Palacio de Bellas Artes de enero a marzo de 1992. En conjunto con el nieto homónimo del fotógrafo, Morales y Ramírez Bocardo plantearon en 1992 un proyecto de conservación y difusión del acervo de manera parcial, apoyados de diversos colegas. Tres años más tarde, obtuvieron la beca Rockefeller del Fideicomiso México-US que permitió dar inicio a los trabajos de conservación preventiva y el primer ordenamiento del acervo. Posteriormente el nieto homónimo de Manuel Ramos cedió la custodia a Ramírez Bocardo, desde entonces, ella y la asociación civil que dirige, La Casa de los Árboles A.C. han dedicado esfuerzos a proyectos de conservación y catalogación así como de investigación, curaduría y publicación que difundan el archivo del fotógrafo.

El propósito del archivo es conservar y catalogar las fotografías así como los documentos que resguarda para difundir y dar acceso al trabajo de Manuel Ramos.

Temáticas principales

El Archivo Manuel Ramos cuenta con un acervo de más de 11 mil piezas que incluye negativos con soporte de vidrio, nitrato de celulosa y acetato de celulosa, positivos de época, un álbum sobre el México Moderno, acuarelas, dibujos, películas en formato 16mm y documentos personales, revistas, semanarios, boletines, librillos, cromos, estampas, programas de cine, notas de venta, obituarios, fotografías familiares y de estudio, postales, cajas de película y periódicos.

Sus temas principales son: vida política, social y religiosa de México de finales del siglo XIX hasta la cuarta década del siglo XX; entre los que sobresalen los últimos catorce años del porfiriato; los hechos revolucionarios que trastocaron la ciudad de México como la Decena Trágica; vistas de diversos estados de la República Mexicana; vistas de la capital y tomas de la arquitectura del México moderno; festividades religiosas y la Guerra Cristera; escenas familiares; e imágenes de la vida cotidiana.

Muestra fotográfica

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Fotografía: Manuel Ramos.
Escena callejera frente a la fonda-pulquería La Alegría.
Archivo Manuel Ramos.
Ciudad de México.
1904.

Este establecimiento se encontraba en la esquina de las Calles Roldán y Manzanares en el barrio de la Merced. «La vía del tranvía se tiende por donde alguna vez corrió el canal de La Viga, ya cuando se adentraba a la Ciudad de México; el edificio aún existe, reconocible solamente por la herrería de los balcones» (Más por más, 2015).

Esta fotografía y la número dos tienen una historia en común, pues la llamada acequia de Mexicalzingo, conocida en un tramo como el canal de La Viga, fue la última ruta lacustre en desaparecer de la Ciudad de México, debido a las ventajas de esta sobre los caminos de tierra. Y aunque en esta fotografía ya vemos desaparecida la vía lacustre como tal, aún habían partes en la Ciudad donde pervivían los canales lacustres, como muestra la segunda fotografía.

Edgar Zaragoza (2017) menciona que el paseo de La Viga, como también se le conocía a parte del trayecto, fue el nexo más importante que la ciudad tenía con su hinterland agrícola ubicado en los lagos del suroriente de la cuenca. Los aproximadamente 56 kilómetros de esta vía desde la calle de Roldán, en el centro de la ciudad, hasta el lago de Chalco fueron aprovechados para establecer al margen del canal distintos embarcaderos para la carga y descarga de productos, así como para su venta.

Los pintorescos paisajes de la ruta sirvieron de inspiración para cronistas y escritores como Manuel Payno en el clásico Los bandidos de Río Frío o Alejandro Humboldt en su Ensayo político sobre el Reino de La Nueva España.

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Imagen

Fotografía: Manuel Ramos.
Vista de uno de los canales navegables ubicados al suroriente de la ciudad de México. Archivo Manuel Ramos.
Ciudad de México.
1908 (aproximadamente).

El tráfico y comercio lacustre tuvo una labor esencial en el desarrollo de la Ciudad de Mexico. Ya desde las conquista española, los transportes lacustres tenían gran relevancia económica. La particularidad de los lagos del sur era que sus aguas eran dulces, lo que favorecía los cultivos de las chinampas y las tierras aledañas.

La poca profundidad de las lagunas de la cuenca propició que los principales medios de transporte fueran las canoas, embarcaciones de proa cuadrada que eran impulsadas por pértigas o remos. Rosa Hassing señala que la palabra canoa probablemente fue tomada del arawaco y que, una vez llevada a las Indias occidentales por los españoles, reemplazó el término náhuatl acalli que significa atl: agua, y calli: casa.

A estas embarcaciones también se les conocía como piraguas y su capacidad de carga dependía de su tamaño; en algunas podían acomodarse hasta 60 personas. Alain Musset señala que las más grandes podían medir hasta 30 metros de largo y transportar hasta una tonelada de maíz. (Zaragoza, 2017)

3

Fotografía: Manuel Ramos.
Vuelo de un aparato Blériot en la exhibición de Moisant International Aviators, durante la Semana de la Aviación que tuvo lugar en el aeródromo militar de Balbuena. Archivo Manuel Ramos.
Ciudad de México.
Febrero de 1911.

«En plena efervescencia por las fiestas para conmemorar el Centenario de la Independencia de México, el 8 de enero de 1910 se efectuó el primer vuelo de un avión, que despegó de unos llanos de la Hacienda de Balbuena situados junto a la ciudad de México. La hazaña la llevó la cabo el mexicano Alberto Braniff a bordo de un avión Voisin de fabricación francesa, iniciando así la historia dela aviación nacional.

Braniff escogió los llanos de Balbuena por varias razones, todas ellas sumamente importantes: estaban situados junto a la estación del ferrocarril de San Lázaro, a la que el avión llegó desde Veracruz desarmado en cajas; los llanos ofrecían grandes áreas libres de obstáculos, y no se requería de inversión para utilizarlos, ya que eran propiedad de su familia. Vale mencionar que dicho vuelo fue también el primero efectuado en un país latinoamericano, y el hecho de que un avión volara a la altura de la ciudad de México proporcionó aún más méritos a la hazaña.

Durante parte de los meses de febrero y marzo de 1911, el grupo de pilotos, mecánicos y aviones que integraban la Moisant International Aviation efectuó vuelos de exhibición en las ciudades de Monterrey, México y Veracruz. Entre los pilotos estaban los famosos Roland Garros, Edmond Audemars y Rene Simón, quienes emplearon aviones Blériot XI». (Inicios de la aviación en México, s/f)

4

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

Fotografía: Manuel Ramos.
Tropas leales al gobierno del presidente Francisco I. Madero resguardan la entrada a Palacio Nacional. Archivo Manuel Ramos.
Ciudad de México.
9 de febrero de 1913.

Un evento que tuvo una fuerte representación en la prensa y los fotógrafos de la época fueron los diez días aciagos que significó la contienda armada en la Ciudad de México, mejor conocida como La Decena Trágica. Momento en que los generales Bernardo Reyes, Félix Díaz y Manuel Mondragón se levantaron en armas contra el presidente Francisco I. Madero, el 9 de febrero de 1913. 

5

Fotografía: Manuel Ramos.
Desfile de Zapatistas frente a Palacio Nacional
. Archivo Manuel Ramos.
Ciudad de México.
6 de diciembre de 1914.

Isabel Tovar y Magdalena Mas (2019) nos cuentan que: el 6 de diciembre, zapatistas y villistas protagonizaron un memorable y larguísimo desfile: durante horas, alrededor de 58 000 hombres atravesaron la ciudad rumbo al Zócalo. La reacción de los capitalinos seguramente se dividió entre el temor, el júbilo y la curiosidad. Cierta prensa advirtió sobre las “hordas” campesinas y revolucionarias, por lo que ambos jefes ordenaron a sus tropas mantener el más estricto orden y respeto a vidas y propiedades.

Los trenes de la División del Norte llegaron a la estación de Tacuba; en tanto, el Ejército del Sur se desplazó, a caballo, desde Tlalpan, San Ángel y Mixcoac.

Se reunieron en el Paseo de la Reforma y entraron al Zócalo por la calle de Plateros (pocos días después bautizada por Pancho Villa como Madero). Entre las crónicas de los días siguientes, un periódico describió: “Los zapatistas […] visten calzón y camisa de manta blancos, bajo sus anchos sombreros guardan pan y otras cosas ligeras. Sus cananas les cruzan en el pecho en forma de cruz. Los dorados de Villa en cambio portan uniformes color caqui y sombreros de fieltro […]. Villa llegó engalanado en un uniforme militar azul oscuro y Zapata vestía de charro, una chaqueta de color beige con un águila bordada en hilo de oro en la espalda, su pantalón negro, con detalles de plata relumbraba al sol”. Ambos lucían sus hermosos caballos y recibían vítores de la multitud, al igual que Eufemio Zapata, Otilio Montaño, Rodolfo Fierro y el mismo Felipe Ángeles, que impasible marchaba, quizá pensando en los días aciagos de la Decena Trágica en 1913.

Cuando la infantería zapatista desfiló, llamaron mucho la atención dos portaestandartes y empezaron a sonar gritos de júbilo que acompañaron a la Virgen India, de Guadalupe, Tonantzin en sus raíces, virgen del pueblo que ya había acompañado las campañas y huestes de Miguel Hidalgo, y de nuevo parecía acompañar a un ejército popular y rebelde. Detrás de los zapatistas venía la División del Norte, comandada en esta ocasión por Ángeles. El desfile, acompañado por la música triunfal de bandas militares, culminó a las seis de la tarde, pero la vanguardia había llegado a Palacio Nacional poco después del mediodía. (Tovar de Teresa y Mas, 2019)

6

Fotografía: Manuel Ramos.
Escena de la vida urbana tomada desde el Antiguo Ayuntamiento. Archivo Manuel Ramos.
Ciudad de México.
1922 (aproximadamente)
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La construcción del antiguo Palacio del Ayuntamiento fue ordenada por Hernán Cortés a inicios de la reconstrucción de la ciudad en 1522 y fue concluido entre 1527 y 1532. Actualmente forma parte del conjunto arquitectónico Patrimonio de la humanidad desde 1987.

7

La escena es presidida por una de las dos Victorias aladas que adornaban el Palacio Nacional antes de que a este edificio se le agregara un segundo piso.

Fotografía: Manuel Ramos.
Vista del Zócalo y la Catedral Metropolitana. Archivo Manuel Ramos.
Ciudad de México.
1925 (aproximadamente)

Fuente: Material proporcionado por el propio Archivo Manual Ramos para su difusión en Revista Vagabunda Mx, gracias a la vinculación realizada por Fotobservatorio Mx.

Bibliografía

Inicios de la aviación en México. (s/f).

ITESO. (2015). Ramos para todos. Fotografías de Manuel Ramos (1874-1945).

Más por más. (2015). Para el recuerdo. Pulquería La Alegría.

Tovar de Teresa y Mas. (2019). Recuerdos del Zócalo: «La entrada de los ejércitos de Villa y Zapata a la capital mexicana en diciembre de 1914», en Relatos e historias.

Zaragoza, E. (2017). Dime en qué viajas y te diré quién eres. El ocaso del transporte lacustre en el valle de México en la segunda mitad del siglo XIX. UACM.