Dentro de las actividades del Pabellón de Perú, Invitado de Honor de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en su edición 35, se presentó el maestro danzante Fidencio Huamaní Inca, originario de Ayacucho. Explicó detalladamente ante un público atento, el ritual de la Danza de tijeras y su historia. Mencionó que se trata de una manifestación ritual de la cultura andina, que incluye elementos mágico-religiosos. Se baila en el norte de Arequipa, en Huancavelica, Ayapuco y Apurímac, aunque cada sitio tiene su propio estilo de ejecución.
Se cree que esta danza se originó en Ayacucho alrededor de 1565 como parte de la resistencia cultural, pues la población originaria no aceptó la nueva forma de vida que los europeos trataron de imponer tras el genocidio y conquista de la región. Los pobladores que se negaron a adoptar las nuevas costumbres, especialmente la religión católica, fueron perseguidos y se refugiaron en las zonas altas y en las huacas, que son los sitios sagrados de la cultura inca.
Por mucho tiempo se creyó que dicha danza estaba extinta pero se descubrió que prevaleció, gracias a que en los centros ceremoniales o huacas se reagrupó la resistencia que aún continuaba conservando sus tradiciones y practicando estos rituales.
El maestro Huamaní Inca detalló que los bailarines llevan en una mano un par de piezas de metal similares a las tijeras, de donde esta danza toma su nombre, que al chocar entre sí producen un sonido particular. Hay una tijera macho y una tijera hembra, cada una de ellas tienen un sonido diferente; las tijeras hembra se colocan arriba y las tijeras macho, abajo. La danza se acompaña por música de violín y arpa, e incluye algunos ritmos tradicionales españoles tomados de la jota o la zarzuela. Esta danza ritual se ejecuta en distintos momentos del año, en especial en los que marcan el retorno de la actividad agrícola tales como la fiesta de la Santa Cruz o el 6 de enero que se baila con sonajas. Los sacerdotes bailan y transmiten mensajes por medio de la danza, también realizan curaciones, y después de bailar por alrededor de una semana se retiran a un santuario sagrado. Existen cerca de 300 pasos y 200 melodías para su cumplimento.
Antes de iniciar, se pide permiso a la madre tierra y a las montañas sagradas, a esto se le denomina la amparación, también se pide permiso a los apus huamanís –divinidades de las montañas sagradas- y en las cuatro esquinas de la plaza principal se recoge tierra para honrar a los antepasados. A veces duran danzando de 7 a 10 días, algunos danzantes enferman por el intenso esfuerzo pero son sanados durante el propio ritual.
La danza cuenta con diferentes momentos, como la danza mayor, el zapateo y las pruebas que un danzante debe pasar el danzante para demostrar que se encuentra entre lo humano y lo natural. Y la danza menor, que por lo general se baila en las madrugadas para saludar al día, cuando el gallo canta. Es en este momento cuando el danzante hace un recuento de su vida, conmoviéndose tanto que puede llegar incluso al llanto. Al final del ritual, se bañan con romero para recuperar la energía.
El atuendo del danzante de tijeras fue descrito por el maestro Fidencio: el sombrero representa las alas de cóndor, el traje tiene elementos de la madre tierra y la naturaleza, los zapatos ayudan a tomar la energía de la naturaleza y la fuerza. El pañuelo del danzante es un espacio ritual portable donde se guardan las hojas de coca kintu-hojas de coca seleccionadas para ser ofrendadas-.
Los sacerdotes católicos no nos permiten ingresar vestidos así a la iglesia, porque no somos católicos, nosotros creemos en los apus huamanís, finaliza el maestro Fidencio antes de proceder a la demostración de la danza.
En conversación con el maestro Fidencio Huamaní
Esta herencia cultural peruana sigue transmitiéndose de generación en generación, sobre esto y otros aspectos, platicamos con el maestro.
¿Hace cuánto tiempo que usted es danzante de danza de tijeras?
Maestro Fidencio Huamaní Inca (MFHI): Yo tengo una trayectoria de 45 años en la danza de tijeras.
¿Usted cómo aprendió esta danza?
MFHI: La danza, la tijera, viene de familiar en familiar, porque mi abuelo ha sido danzante, mi tatarabuelo, danzante, mi padre, danzante. Yo desciendo, de una familia de danzantes. Tengo un hermano danzante, mi hijo tiene 18 años y él ya sabe la danza, practica desde los 12 años, yo lo enseñé.
¿Las mujeres practican la danza?
MFHI: Sí, hay mujeres danzantes, pero pocas. De Huancavelica, si hay unas 30 o 40 danzantes, por parte de Ayacucho hay 5 o 6 danzantes nada más.La danza de tijeras pertenece a los tres departamentos:Ayacucho,Huancavelica y Apurímac y es un estilo de baile diferente. En Apurímac es lento, en Huancavelica es bravo y en Ayacucho es al compás de la música.
¿Qué se necesita para aprender la Danza de la tijera?
MFHI: Bueno para aprender, se tiene que ir con el maestro y el maestro explica cómo es la danza; y el maestro, como yo que tengo a mis alumnos, ya sabe quién va a ser danzante, nosotros de ver ya conocemos. Al artista se le conoce, entonces le enseñamos.
Maestro Fidencio Huamaní Inca: