Élmer Mendoza. Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Foto: Carlos Miguel Glz.

Élmer Mendoza llegó a la edición 35 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara con una aventura más del detective de la «Colpop»: El Zurdo Mendieta. Por primera vez publicado en Alfaguara, la nueva entrega de la saga del detective sinaloense, tiene como título una canción de The Beatles.

Presentado por BEF, y acompañado por Andrés Ramírez, asistimos a una amena entrevista con público dirigida por BEF, quien comienza contando que, si Benito Taibo es el papá de la novela negra policiaca en México, Élmer es el tío buen onda con quien todos nos queremos ir a cotorrear. Si yo no hubiera leído El asesino solitario no habría seguido en la novela negra. Y es que es imposible leer una novela de El Zurdo Mendieta y no amarlo. Señala BEF.

«Élmer es la voz literaria sinaloense, es quien se ha dado a la tarea de contarnos desde dentro dicha cultura, con su habla cotidiana.» BEF.

Y lo ha hecho con profundo respeto. Hace novela con mucha calle. Concluye BEF antes de lanzar la serie de preguntas que guiarán la conversación.

Esta novela es llegar a una madurez. Es donde está lo mejor de El Zurdo. ¿Deliberadamente tenías esto pensado? Pregunta BEF. Élmer inicia dando las gracias a quienes asisten a la presentación del libro. Me da mucho ser el tío buena onda. Y sí BEF, sí planeo hago tarjetas, pero para esta novela no hice tantas porque luego no las uso todas.  Sin embargo, sí hago un plan general y trabajo sobre esto. Algo pasa cuando estoy escribiendo y es que algunos personajes crecen y eso pasó con El Gory (el torturador), porque cuando lean la novela verán que luego el Gary se pone muy Sentimental. Yo necesitaba un enlace con el pasado para que El Zurdo  se involucrara, el Gory fue el y el eslabón entre los dos puntos importantes de la historia.

¿Es lo más cercano a una historia de amor? Pregunta  BEF. No lo había pensado, pero aquí lo  voy a confesar, contesta Élmer. ¿Han escuchado de Madame Bovary? Flaubert vio una noticia que lo inspiró para hacer la novela. Y así me pasó a mí. Solo que me dije que tenía que convertirlo en un relato erótico, que es muy complicado, porque lo más difícil es producir deseo, no describir escenas, sino generar en el lector esa ansia de deseo. Yo había creado fragmentos eróticos, pero no un personaje altamente erótico como este personaje de la chica pelirroja.

La gente empieza a decir que esta es la mejor de la saga, ¿estás de acuerdo? Pregunta BEF, a lo Mendoza contesta: me gusta eso, porque quiere decir que estoy trabajando mejor. BEF añade: yo no sé si es necesariamente la mejor, pero sí una en la que te sientes muy cómodo como narrador. Ahora te pregunto sobre el uso que siempre despliegas del lenguaje popular, sello de tu obra.

Élmer responde que lo que él hace  es seguir una serie de reglas. La primera es ponerme a escribir, siguiendo lo que siempre me decía mi maestro Fernando del Paso, «toma el toro por los cuernos y ponte a escribir, deja de solo estar especulando». Lo otro es que cuando yo estaba en la facultad, tenía un profesor experto en Joyce, al que le dije una vez: yo voy a superar a Joyce. Me puse a ver qué era lo que yo sentía que le faltaba a Joyce, y vi que algo era el uso de lenguaje callejero. También que hacía muchas frases largas. Yo dije: haré frases cortas. Y respecto a lo que dices del lenguaje sinaloense, yo soy de la Colpop, y pues allí se inventó el español (risas). México además de aportar aguacate, también puede aportar palabras. Al escuchar a la gente de mi barrio dije, ya no tengo que hacer nada más, aquí lo dicen todos, se avientan una frases.

Hay distintas formas en que tú te diviertes con tus libros o estoy leyendo mal, pregunta BEEF. Claro, responde Élmer tiene que ser distinto, divertirme distinto también. Dejo que el instinto aflore, y ya cuando corrijo es cuando depuro. Hago cada novela como si fuera la primera.

Fotografías: Carlos Miguel Glz.