La aldea medieval de Chinguetti en Mauritania, ubicada en el desierto del Sahara, fue un importante centro cultural bereber durante la Edad Media, así como centro de aprendizaje gracias a sus bibliotecas del desierto, que albergan textos científicos y religiosos.
Este poblado fue fundado en el año 777 d.C. y fue construido rápidamente debido al flujo constante de comerciantes y peregrinos que pasaban por ahí de camino a La Meca, debido a dicho paso de personas, se crearon las bibliotecas del desierto. Hasta 1950, más de treinta de estas bibliotecas familiares seguían abiertas al público, pero una sequía las redujo significativamente. Ahora, las cinco bibliotecas que quedan en Chinguetti contienen miles de textos, que aún se conservan y se manejan como dicta la tradición.
Pese a que el poblado ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, las tormentas de arena, el aire seco del desierto ponen en riesgo la preservación de los textos. Por otra parte, la inseguridad hace que el turismo disminuya y que las familias a cargo de las bibliotecas durante generaciones, muchas veces no puedan mantenerlas. Afortunadamente, el gobierno ha estado impulsando una mejora en la seguridad, porque lo que el turismo ha ido en aumento.
Fuente: My Modern Met