Rita Segato, antropóloga, escritora y activista feminista argentina, se presentó dentro de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en la mesa: “Contra la pedagogía de la crueldad: la experiencia vincular y comunitaria de las mujeres”, junto a Carmen Chinas, coordinadora local del Laboratorio de Conocimiento “Visiones de Paz” del CALAS en Guadalajara, Carmen Chinas, y el investigador Joachim Michael, fundador del Centro Maria Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados (CALAS), gracias a quien fue posible realizar este encuentro con la escritora argentina.
Joachim señala la gran trayectoria de Rita como activista y escritora, así como periodista de los feminicidios en Ciudad Juárez. «Quienes analizamos la violencia aprendimos de Segato que la violencia se aprende y rige la interacción social de patrón s social. Podemos hablar de una cultura de la violencia, donde esta aparece como un recurso eficaz. Una pedagogía de la crueldad, eso es lo que señala Segato, quien insiste que esta violencia no solo dirige a las mujeres, sin embargo la manera de actuar de la violencia hace que se dirigía de manera más puntual contra grupos marginados o con una historia de subordinación como son las mujeres. Sin embargo, existe también otra contra-pedagogía que las mujeres desarrollan en sus propias búsquedas o luchas colectivas», concluye el investigador antes de darle la palabra a Rita.
Segato cuenta cómo surge estos concepto de la pedagogía de la crueldad, señala que la inspiración le llega cuando vio una imagen que después observa que se trata de la Naranja Mecánica, y cae en cuen ta que de pasar de ser una de las películas más violentas en los años 70, hoy da risa. Lo que es impresionante, qué ocurrió para que hoy sea casi una comedia, y eso la hizo pensar en qué es lo que está pasando para que nos estemos volviendo tan insensibles.
Tras contar esto, también relató cómo encontró una entrevista en el New York Times la ex militar Bradley Manning tras haber filtrado múltiples documentos militares y diplomáticos al portal WikiLeaks. La historia de Bradley, posteriormente identificado como Chelsea Manning, durante su encierro en una cárcel norteamericana por el delito de espionaje.
El testimonio de Chelsea conmovió a Rita. Aunque su trabajo no lo exponía a la violencia directa, la ex militar reflexionó sobre la violencia, sobre cómo aquel grupo al que pertenecía asesinaba personas continuamente, así decidió exponer la información a la que tenía acceso:
«Eso es tan conmovedor, cuando yo leí la entrevista lloré conmovedoramente, me causó una gran emoción y fue también otro vislumbre como el de La naranja mecánica», manifestó Segato.
“El ataque sexual y la explotación sexual de las mujeres son actos de rapiña y consumición del cuerpo que constituyen el lenguaje más preciso de la cosificación de la vida El cuerpo de las mujeres es como nada, el lugar donde esa cosificación, esa apropiación, esa depredación sobre la vida, sobre el cuerpo vivo se realiza de una forma, como un síntoma de esa realidad”, expuso Rita.
La normalización de la violencia hasta el extremo de la crueldad, que se inaugura desde la conquista. El ojo colonial es el que inventa la cosificación del mundo, de la vida, y que está vigente hasta hoy.
Existe una «conquista de la realidad» o colonialidad permanente asociada a un ojo conquistual, depredador, donde solo las cosas pueden ser lastimada sin dolor. Y, como vemos en los feminicidios o en la violencia contra las mujeres, que es el cuerpo femenino el sitio donde se da dicha predación.
Como antropóloga y activista, Rita Segato ha trabajado los distintos fenómenos sociales latinoamericanos, entre ellos ha resaltado su análisis sobre la situación de alta violencia de género en Ciudad Juárez en contra de las mujeres, lo que produjo su obra: La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. Territorio, soberanía y crímenes de segundo estado.
Acerca de esto, la antropóloga ha identificado que los altos grados de violencia se han extendido a lo largo del país y aseguró: “México se ha Juarizado”. Bajo la violenta realidad del país ha reconocido que las distintas formas de violencia en contra las mujeres representan un lenguaje. Su hipótesis es que la violencia es ejercida como una forma de poder, para demostrar al mundo que los cuerpos como objetivación están apropiados, dominados ante la ausencia de un Estado legítimo:
“Esa violencia no es para algo, no es para nada que no sea mostrar al mundo que estos territorios están apropiados por la ausencia del Estado, por la incapacidad del Estado debido a su falta de legitimidad en el territorio que administra, sino que se generan formas de comunicar que el territorio está adueñado, o sea que hay dueños. Son crímenes, dicho de otra forma, de jurisdicción apropiadas que muestran su capacidad, su impunidad”.
«El patriarcado es una manifestación del poder que es ejercido de manera asimétrica en contra de las mujeres», advirtió Rita Segato, lo que debe entenderse como el sistema que es para poder atacarlo políticamente, “nunca desde lo privado o lo íntimo” .
“El patriarcado es un sistema político disfrazado de religión, de moralidad, de costumbres, pero en el fondo, por detrás de estos disfraces se trata de un orden político. El patriarcado es un sistema político, el primer orden de poder, de prestigio y de valor, también un sistema jerárquico. Tumbar el sistema patriarcal y el Estado hegemónico necesita de la colectividad, la unión, el cuerpo a cuerpo, boca a boca, todo para llegar a la Revolución”
Me gusta hablar de movimientos de las mujeres, en plural, porque no creo que sea un solo movimiento.
Pese a los logros de los movimientos feministas, Segato considera que ningún movimiento revolucionario puede acabar con este gran problema, ya que, sin demeritar los movimientos, la antropóloga explica que estos se han enfocado en derrocar al sistema patriarcal con el mismo sistema, a través del Estado y las leyes, algo que para ella simplemente no es probable:
“¿Por qué el movimiento feminista no ha conseguido contener los feminicidios, las torturas sobre el cuerpo de las mujeres, las violaciones? ¿por qué no ha conseguido, mucho menos, hacer disminuir los números de esas agresiones fatales? Yo creo que ha sido por una excesiva fe estatal y jurídica, que no comparto al menos para nuestros países”.
Para Rita, los Estados no tienen ninguna relación con la gente, al menos no en Latinoamérica, porque no son el resultado de nuestra historia, sino de una adaptación de los países europeos a la región. La autora considera que las leyes no tienen relación alguna con las personas, por el contrario, las pocas referencias del Estado están basadas en el uso de la fuerza bruta, autoritaria y armada, así como en el temor.
«La principal razón de los Estados fallidos en Latinoamérica se debe principal y sencillamente a que el Estado no se originó aquí: es una creación de quienes nos colonizaron», indica la investigadora.
Derribar el sistema patriarcal y el Estado hegemónico que conlleva a las múltiples formas de violencia hacia las y los desiguales necesita de reestructuración, pero mayormente, como lo comentó Rita Segato, necesita de la colectividad, la unión, el cuerpo a cuerpo, boca a boca, todo para llegar a la Revolución.