Sinopsis: Abla tiene una humilde pastelería en su propia vivienda de Casablanca, donde vive junto con Warda, su hija de 8 años. Su rutina, dictada por el trabajo y las labores domésticas, se ve un día interrumpida cuando alguien llama a su puerta. Se trata de Samia, una joven embarazada que busca empleo y techo.
Festivales:
- Festival Internacional de Cine de Cannes
- Festival Internacional de Cine de Durban
- Festival Internacional de Cine de Melbourne
- Festival Internacional de Cine de Toronto
- Festival de Cine de El Gouna
- Festival de Cine de Zurich
- Festival Internacional de Cine de Chicago
- Festival Internacional de Cine de Philadelphia
- Festival Internacional de Cine de Valladolid
- Festival Internacional de Cine de Cartago
- Festival de Cine Tallinn Black Nights
- AFI Fest
- Festival Internacional de Cine de Palm Springs
- Festival Internacional de Cine de Rotterdam
- Festival de Cine de Göteborg
- Festival de Cine MOOOV
- Festival Internacional de Cine Agape de Seoul
- Festival de Cine de Florida
- Festival de Cine de SAFAR
- Festival de Cine Independiente de Ashland
- Festival de Cine de Jeonju
- Festival del Nuevo Cine de Montréal
- Festival de Cine de Philadelphia
- Festival de Cine de Sarasota
- Premios
- Selección Oficial – Una Cierta Mirada – Festival de Cannes
- Propuesta Marroquí a los Oscares
- Festival Internacional de Cine de Cartago – Mejor Edición y Mejor Fotografía
- Festival Internacional de Cine de Chicago – Premio Roger Ebert – Competencia de nuevos directores
- Festival Internacional de Cine de Durban – Mejor Actriz para Nisrin Erradi
- Biografía de MARYAM TOUZANI / DIRECTORA
Nacida en Tánger en 1980, Maryam Touzani pasó su infancia en su ciudad natal antes de realizar estudios universitarios de periodismo en Londres. Apasionada por la escritura, regresó a Marruecos después de sus estudios y trabajó allí como periodista cultural, especializada en cine magrebí.
Rápidamente sintió la necesidad de expresarse a través de sus propias películas. En 2008, escribió y dirigió su primer documental sobre la conmemoración del primer día de la Mujer en Marruecos, una fecha importante para el país a partir del cual comenzó su trabajo documental. Cuando duerman (2012), su primer cortometraje de ficción, fue proyectado y premiado en prestigiosos festivales de todo el mundo, ganando un total de diecisiete premios. Su segundo cortometraje, Aya va a la playa (2015) siguió el mismo camino, ganando quince premios.
ADAM. Mujeres en Casablanca es su primer largometraje.
- Filmografía previa de LA DIRECTORA
- 2022 THE BLUE CAFTAN (Largometraje, Postproducción.)
- 2019 ADAM (Largometraje)
- 2015 / 2016 AYA GOES TO THE BEACH (Cortometraje)
- 2011 / 2012 QUAND ILS DORMENT (Cortometraje)
- Nota de LA DIRECTORA
ADAM es la historia de dos soledades que se enfrentan y se domestican al juntarse. Es la historia de dos “prisioneras”, cada una a su manera, buscando refugio en la huida y la negación. Samia es prisionera del niño que está esperando, de la vida creciendo dentro de ella, día a día, materializándose a pesar de ella misma. Y Abla es prisionera de la muerte de su marido, que ha congelado su existencia, de su negación al duelo.
Estas dos mujeres se enfrentan ante la vida en su forma más bella y más cruel, y en el centro de todo esto está la maternidad. Eso que nos supera, nos trasciende, que viene
despertar nuestros instintos primitivos, por muy enterrados que estén. La vida que se impone, en Adam, como la muerte en toda su grandeza…
Esta película nació de un encuentro real, doloroso y al mismo tiempo inspirador, que dejó huellas imborrables en mí. He conocido a la joven que inspiró el personaje de Samia. Ella aterrizó en Tánger, huyendo de su familia tras quedar embarazada, luego de ser abandonada por un hombre que le había pedido matrimonio. Por miedo y por vergüenza, no había dicho nada a sus allegados y ocultó su embarazo durante meses, lejos de casa. Esperaba dar a luz a su hijo en secreto y darlo en adopción para volver a su pueblo.
Mis padres le dieron la bienvenida cuando llamó a nuestra puerta, sin conocerla. Su estancia, que se suponía iba a durar unos días, duró varias semanas, hasta el nacimiento de su hijo.
Esta “Samia” era dulce, reservada, amaba la vida. Durante su estancia pude presenciar su dolor, pero también su alegría de vivir, pero sobre todo, su angustia frente a este niño que se sentía obligada a abandonar para seguir su camino. Su negativa a amarlo, al principio, porque ella se negaba a mirarlo, a tocarlo, a aceptarlo. Vi a este niño imponerse sobre ella. Poco a poco un instinto maternal visceral despertó, a pesar de sus esfuerzos por asfixiarlo.
La vi amarlo, a pesar de ella, amarlo con el amor eterno de una madre, sabiendo que su tiempo con él era contado. El día que fue a entregarlo quiso mostrarse fuerte, mostrarse digna. Entendí su gesto y encontré su acto valiente porque sentí el sufrimiento que significó para ella este abandono. Al mismo tiempo, en el fondo, tenía la esperanza de que ella lo mantendría, que se enfrentaría a la sociedad, a sus padres, a su familia. Ciertamente fui ingenua y todavía lo soy, sin duda. Pero también sé que su herida permanecerá abierta para siempre. No imaginé, en ese momento, que llevaría a esta mujer dentro de mí durante tantos años.
Cuando sentí por primera vez a mi propio hijo moverse dentro de mí, cuando vi crecer mi vientre, pensé en esta joven mujer, en su elección y su angustia, y sentí la urgencia de contar su historia. Su historia se unió con mis propias heridas, con mi experiencia con la pérdida, de la impotencia que se puede sentir, de la negación, de el duelo que no se hace. Pero también de mi alegría de ser madre.
Adam se abrió camino en mí, durante años, casi sin mi conocimiento…