Si se analiza la concepción de la mujer en el judaísmo, cristianismo e islamismo (y sus derivados), se encontrará una misoginia intrínseca en la parte fundamental de dichas cosmovisiones religiosas. Y que, encima, a lo largo de su evolución histórica, se agudizaron. Ahora bien, si vamos a las creaciones religiosas emanadas de estas tres macro-religiones, las cosas se ponen aún peor, el fundamentalismo hace entrada y, sistemáticamente, la mujer es concebida todavía peor que en los sustratos religiosos de los que surgen estos grupos religiosos, como son, en el caso que analizaré: los menonitas y los mormones.
Women Talking (2023), en español Ellas hablan, es una la película escrita y dirigida por Sarah Polley, protagonizada por Frances McDormand, Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley y Ben Whishaw; es una adaptación de la novela de Miriam Toews de 2018, “que se centra en un grupo de mujeres de una secta menonita aislada y ficticia que han sido drogadas y agredidas sexualmente (los hombres les hacen creer en un primer momento que han sido violadas por espíritus malignos). Se reúnen en un pajar para decidir si quedarse y perdonar a los hombres (la única forma, se les dice, de que pueden entrar en el reino de los cielos) o resistir y luchar contra los hombres. O hacer las maletas y dejar el único hogar que han conocido” (Galán, 2023).
Por su parte, la miniserie estadounidense Under the Banner of Heaven (2022), en español Por mandato del cielo, consta de siete episodios que remiten a un caso real: un asesinato doble moderno cometido en el nombre de Dios por hermanos Ron y Dan Lafferty, quiénes participaban en una versión fundamentalista de mormonismo. La serie está basada en el libro de no-ficción del autor Jon Krakauer, publicado por primera vez en julio de 2003, donde este investigó y yuxtapuso dos historias: el origen y evolución de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia SUD) y el doble asesinato.
Ambas historias están basadas en hechos reales. Woman Talking “se inspira en una historia real que ocurrió en una comunidad menonita de Bolivia entre 2005 y 2009. Mujeres y niños fueron drogados con aerosoles para anestesiar vacas (rociaban la sustancia a través de las ventanas para drogar a familias enteras y luego se colaban dentro de las casas) y violados por grupos de hombres de su misma comunidad. En 2009, dos hombres fueron detenidos cuando una mujer de la comunidad recuperó la consciencia durante un asalto y un grupo de nueve hombres, de entre 19 y 43 años, terminaron por confesar los ataques que habían cometido a lo largo de cuatro años. Las 130 víctimas de la comunidad menonita tenían entre 3 y 65 años. Durante el juicio, celebrado a lo largo de 2011, siete de los ocho acusados fueron declarados culpables” (Galán 2023).
Under the Banner of Heaven retrata la historia del terrible crimen que tuvo lugar en 1984 en Utah, Estados Unidos. La historia narra cómo dos hermanos, Ron y Dan Lafferty (interpretados en la serie por Sam Worthington y Wyatt Russell, respectivamente), cometen un doble asesinato contra Brenda Wright y su hija de 15 meses, Erica, quienes fueron degolladas en su casa. En dicho crimen, los asesinos afirmaron que Dios ordenó la «remoción» de las dos víctimas, conceptos distorsionados de la religión mormona de la que eran practicantes.
En ambas obras vemos cómo el fundamentalismo religioso es la clave, primero, para gestar estos grupos religiosos y sus dinámicas particulares y, segundo, las agresiones y los crímenes producidos. En las dos, vemos cómo dichas agresiones y crímenes se perpetran contra mujeres. Y lo importante es que dichas agresiones son justificadas bajo la visión religiosa de sus hombres creyentes, y bajo la premisa de que el hombre tiene el poder de toda la dinámica socio-religiosa y concretamente el poder sobre la mujer.
Lo interesante también es observar cómo dichas obras abordan y representan el tema. Under the Banner of Heaven está centrada en un personaje masculino, presenta una narrativa convencional en donde seguimos las pistas que va encontrando la investigación policial. La mujer, en este caso, es vista de manera lejana, como víctima, justamente. Es cierto que se señala la forma de pensar del personaje femenino, en donde observamos cómo ella ponía en duda o refutaba directamente las ideas de los que más tarde serían sus asesinos. Sin embargo, aunque esto puede verse como una crítica y una manera de darle peso a la visión femenina, en realidad tenemos una perspectiva totalmente masculina de la historia: las pistas nos son reveladas bajo la mirada de los detectives, que las obtienen de varios de los hermanos involucrados y las van hilando en medio de un universo de poder masculino.
Mientras tanto, Woman Talking, es una cinta que desde la obra literaria en que se basa está escrita por mujeres. De hecho, Miriam Toews, escritora de la novela en que se basa la película, nació en una comunidad menonita en Canadá que abandonó cuando cumplió 18 años. Por lo que en la narrativa se percibe de pi a pa la visión femenina en todos los sentidos, incluso en el aliento cinematográfico de la cinta.
Justo esto es lo que hará que algunos receptores la vean como un material adoctrinador o que incluso haya quien la señale como “panfleto feminista”. Este tipo de percepción delata que Woman Talking realmente es una mirada femenina que no busca ser complaciente, parece decir: si te aburre, si te molesta, no nos importa. Y que hace preguntas fundamentales, de hecho, es más un ensayo planteado en lenguaje cinematográfico donde lo importante es poner en voz de las protagonistas reflexiones cargadas de ideas o preguntas feministas, esto si llevamos el feminismo a ese lugar donde también es elemental: la cosmovisión religiosa.
Es necesario conocer, analizar y confrontar los movimientos religiosos. Hay que partir del respeto por algo que es todavía esencial para buena parte de las personas, pero eso no significa que debamos minimizar su impacto y que debamos dejarlo de lado en el debate social. Por ello, veo tan relevante que se lleve a discusión desde el ámbito que sea, y uno de los más efectivos es el cinematográfico. Así que si no han visto estas obras, va mi recomendación a hacerlo. Y también revisar este artículo de la BBC donde se habla de los orígenes de los menonitas, los hechos reales que inspiraron Woman Talking y los estragos ecológicos que producen en sus asentamientos: Cuál es el origen de los menonitas, la comunidad ultrarreligiosa asentada en América Latina que protagonizó el escándalo sexual que retrata la película «Ellas hablan».
Bibliografía
Galán, R. ‘Ellas hablan’: Netflix, HBO, Filmin, dónde ver, en Esquire.