Fernanda Echevarría, Alex Argüelles, Michelle Betancourt, en alfombra roja de FICG 37. Foto: Lucía Ges

Celeste Soledad (2022) es la opera prima de Alex Argüelles. Tuvo su estreno mundial durante el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, edición 37. La película es tan sorprendente como conmovedora, una propuesta muy bien cuidada en todos los niveles: dirección, trama, arte, edición; y con unas estupendas actuaciones por parte de sus protagonistas Michelle Betancourt y Fernanda Echevarría, quienes dan vida a la dualidad encarnada en dos hermanas, Soledad y Celeste.

Sinopsis: Dos hermanas con un serio problema de incompatibilidad se ven obligadas a vivir juntas a partir de la repentina muerte de sus padres. La necesaria convivencia se complica aún más con la imprevisible enfermedad mental de una de ellas, que la llevará a un mundo personal cada vez más tenebroso. Ambas se empeñarán por vivir su duelo alejadas, pero irremediablemente terminarán encontrándose para unir sus propias soledades. Conoce nuestra reseña completa: Celeste Soledad, inesperada película que sorprende y conmueve a la vez.

Celeste Soledad: La soledad llevada al cine por Alex Arguelles | El  Capitalino

La entrevista

Comenzaremos por el orden invertido de las preguntas: por la recepción del público. Observar la reacción generalizada, en un público muy diverso, de emoción, entusiasmo, fascinación tras ver su película, pues así nos sentimos tras terminar Celeste Soledad; ¿qué nos cuentan sobre esto que ustedes también comprobaron?

Michelle Betancourt (protagonista): Bueno, por ejemplo, a mí me sorprendió mucho que los chicos, las chicas estaban muy emocionados de ver la película, y no solo emocionados de gusto, sino conmovidos profundamente. Y sí, en efecto, se acercaron muchas personas al final, de todas las edades. La gente de plano nos abrazaba, como si lo único que quedaba por hacer después de la película era abrazar.

Michelle Betancourt. FICG 37. Foto: Carlos Miguel Glez.

Fernanda Echevarría (protagonista): Y a nosotras nos emocionaba a su vez ver tales reacciones en el estreno mundial. Sí, lo más bonito, además de haber venido aquí, fue ese momento terminando la película, las personas que estaban en las butacas y que hacían sus preguntas, la comentaban. Había tres chavitos que estaban en la tercera fila, y de pronto, cuando Alex mencionó la importancia de la difusión de boca en boca, ellos gritaron ¡Sí!  Muestras como esas son las que hacen que todo valga la pena, y además de que ellos llegaron y nos abrazaron, nos contaron lo que habían sentido, también una mujer mayor llegó, siendo de una generación muchas más adelante que estos chicos, me dijo, “yo tengo ya muchas experiencias en mi vida, y que me conmueva algo es muy difícil, y su película lo hizo». Así que si hay que escoger el sentimiento protagónico de todo este proceso es la sensibilidad, para todo eh, para el dolor, para lo que tú quieras, pero que la gente reconozca eso de la película, ese el premio mayor.

Fernanda Echevarría. FICG 37. Foto: Carlos Miguel Glez.

Justo sobre ello venía la siguiente pregunta. Alex, contaste que Celeste Soledad tardó 10 años hasta llegar a la pantalla. Ese proceso debió ser gigantesco, ¿cambió mucho desde su idea original?

Alex Argüelles (director): Pues mira, desde 2014, 2015, quedó trabajada la idea de forma bastante cercana a lo que quedó en pantalla. Antes, del 2012 al 2014, ahí sí cambió muchísimo. Al principio, mas que una historia, lo que tenía yo en la cabeza eran ciertas atmósferas sonoras, visuales de mucha soledad, basadas en lo que me platicaba la que entonces era mi novia, quien había perdido trágicamente a sus padres de la noche a la mañana. Ella tenía que habitar esta casa que de pronto ya era muy grande para ella sola, y me contaba cómo esta casa se volvía un personaje, entonces yo sabía que quería tratar eso, quería hablar de esa soledad.

Después conocí a Michelle y pensé, es que ella es este personaje que se llama Soledad. Y  me encanta de Michelle que tiene esta belleza tierna, aparentemente frágil, pero al mismo tiempo tiene una fuerza, una seguridad y es una líder que tiene las cosas muy claras. Y entonces empecé a escribir con ella ya en mente, y con mi prima, Fernanda, a quien la primera vez que la vi en el escenario, vi a la que no era mi prima, sino a la actriz, y me impactó, pensé de inmediato en el personaje de Celeste. Ese personaje de Celeste sí cambió, fue el que más cambió, porque al inicio era un personaje secundario, pues originalmente era una historia sobre la soledad de esta chava, pero me acuerdo que cuando le di uno de los tratamientos del guion a César Gutiérrez Miranda, que es el fotógrafo y uno de los productores, me dijo, “está muy bien, pero tu título está mal porque se llama Soledad, pero a te interesan Soledad y su hermana. Ahí me di cuenta que estaba haciendo la historia de dos hermanas. Entonces hubo ese momento de giro en la historia.

Alex Argüelles, FICG 37. Foto: Carlos Miguel Glez.

Fue cuando me dije, bien, hay que poner orden, que no me vaya a pasar lo tantas veces nos pasa con las opera primas, donde queremos hablar de tantas cosas que al final no hablamos de nada. Entonces tomé una idea de Alfonso Cuarón, de una vez que fue al CUEC, y dijo que la trama es como una cuerda, y que, por ejemplo, él en ese momento estaba trabajando con Los niños del hombre (2006), y lo que le interesaba eran los conceptos, de modo que la cuerda sirve para poner esos conceptos como prendas de ropa, y si tu cuerda está floja, es decir tu historia, esos conceptos se caen. Pero, al mismo tiempo si tú tienes una cuerda perfecta estirada, pero sin nada en ella pues solo es una cuerda estirada.

Me encantó esa analogía, ese modelo, y fue la forma en que pude acomodar todas estas ideas y preocupaciones que van desde la salud mental, el calentamiento global, la violencia en muchos sentidos, por la cuestión de narco, la violencia de género, la violencia en general en el mundo, pero siempre teniendo muy claro que lo que estamos contando es la historia de dos hermanas que no tienen nada en común más que una soledad profunda que las une.

Sobre esto que estás mencionando, quisiera que nos hablaran de esta manera extraordinaria en que Celeste Soledad muestra el contraste entre dos personalidades y realidades tan distintas, que nos compartieran sobre el trabajo que eso implicó tanto a nivel actoral como a nivel de dirección.

Fernanda: En mi caso, le compartía ayer a Michelle, que en la parte más superficial de lo que pasan las dos hermanas, en la capa más inmediata, mientras una es la que lo padece todo en carne y en mente, la otra todo lo está evadiendo. Para mí también había una cosa muy complicada cuando realizamos la peli, pues Alex me conoce muy bien como persona y varias veces me tuvo que, no llamar la atención, sino recordarme que me estaba conmoviendo, y no debía. Hubo una escena en la que Alex tuvo que decirme “para este estímulo, piensa en esto que te voy a decir, necesito ver una planicie emocional en ti”, porque a mí todo me estaba conmoviendo demasiado y era un recordatorio constante. Todo eso me hizo pensar en lo fuerte que está el habitar tan en serio el no dejarse tocar por absolutamente nada. Porque la sensibilidad es una capacidad, una cualidad, es un coraje y una valentía; no todo el mundo se atreve a conmoverse, no todo mundo se atreve a expresarlo. Y eso me da mucha ternura de Celeste, que no sabe. Entonces, era una cosa muy loca que ella se tenía que ir a Tepoztlán en modo “ni te enteras”. De verdad qué fuerte que haya quien no puede dialogar con su dolor sanamente. Ahora, está el otro extremo que te va a decir ahora Michell sobre el sentir tan profundo todo que la mente y la propia sensibilidad toman control. Ese es otro viaje, justo por eso me encanta esta película, porque desde el manejo el guion, desde la foto, desde las actuaciones y desde arte, desde absolutamente todo en la orquesta de talentos cinematográficos, desde lo técnico y en lo poético se trabajó para poner estas dos realidades contrastadas.

FICG 37. Foto: Carlos Miguel Glez.

Michelle: Por mi parte es un regalo tener un personaje así de complejo. Siento que es de esos personajes que uno estaba soñando desde que decía que quiere ser actriz y al fin llegan, y al mismo tiempo, en ese mismo sentido de gratitud es la responsabilidad. Ya yo decía tras la presentación de la película, que la actuación es algo que pasa por el cuerpo, y a veces en el cine ese proceso está menos potenciado que lo que vimos aquí. Este personaje de Soledad es tan emocional que demanda mucho a nivel mental y físico. Es el reto actoral más grande que he tenido hasta ahora, y pues eso me generaba mucho miedo y, al inicio del antes del rodaje, también resistencia, porque por más que uno construya y fabule sobre la locura, y hable de eso, investigue, tome experiencias de personas que están en ese lugar (y que uno al no estar en esa circunstancia, probablemente no lo pueda dimensionar), el problema es habitarlo actoralmente, que no se quede en un concepto. Así que sí fue muy demandante, pero por ello estoy muy satisfecha. En este sentido, Soledad tiene su complejidad en la misma medida en la que la tiene Celeste, porque actuar la contención es súper complicado, es el lado contrario, todo al revés, pero, repito, con el mismo grado de complejidad.

Ahora, creo que también hay que soltar al animal, sobre todo el de la segunda mitad de la película. Y eso es lo que literal me pasó tras la fiesta de conclusión de la película. Yo solo suelo tomar cerveza, y eso fue lo que hice, me tomé dos cervezas, me dije, mira qué chistoso ni siquiera tuve pesadillas ni sueños raros ni nada, me la pase súper tranquilo en este rodaje, perfecto. Y después vomité dos días seguidos, en los que me venían imágenes de la película. Pensé, claro, lo que pasa es que ahora tiene que salir todo, el cuerpo tiene que deshacerse de Soledad.

Alex: A mí lo que me sucede, que me conmueve mucho cuando se trabaja con actores en un proyecto que es tan personal, tan honesto, lo que ocurre es que tú estás ahí, te estás exhibiendo, y lo pones en personajes que los encarnan estos seres humanos tan maravillosos, y esto es muy fuerte. Porque yo me veo en Soledad y en Celeste. Esto tiene que ver además con lo que decías de la realidad, porque la gran pregunta de qué es la realidad a mí me apasiona, me parece que es una gran pregunta, que invita a muchas reflexiones sobre cómo vivimos una misma situación de forma tan diferente. Por ejemplo, cómo ciertos eventos a mí me producen tanta angustia, tanto pavor, que me es abrumador, y para otros no, o que incluso no entienden cómo esos sucesos pueden perturbarte tanto. Eso es algo que puse mucho en Soledad. Por el otro lado, para sobrevivir a nivel personal, además de ir a terapia (soy un gran promotor de la terapia), tomo un medicamento cuyo efecto secundario es que no puedo llorar. Entonces, tengo esto de que me conmuevo mucho, peor no me salen las lágrimas, y es una sensación rarísima, y de allí salió esta idea de que Celeste no pudiera llorar. De modo que los objetivos y personalidades de las dos  hermanas están cruzados. Son dos hermanas que se quieren alejar, pero se unen porque así es la vida.

Michelle: Yo también quisiera agregar algo, que a mí no me había tocado trabajar con un director que fuera en efecto un director de actores. Es algo que hay que reconocerle mucho a Alex, y agradecerle, porque a veces pareciera ser que el actor es un elemento más, y sí, es uno más dentro del lenguaje cinematográfico, pero creo que aquí él (utilizando su analogía de los ganchos de ropa), él tenía los ganchos en cada uno de los departamentos, y a veces siento que a nosotros como actores se nos deja al final, o no se entra en conversación con nosotros, y eso no pasó aquí. Alex sí cree en los actores.

Y seguramente es parte de lo que se percibe en la película, tan detallado, tan cerrado todo. Aquí preguntaré sobre el buen trabajo de arte que se logró.

Alex: Sí, no pudo estar Elisa Adame, nuestra directora de arte, pero fue con alguien con quien platiqué muchísimo sobre lo que deseaba plasmar. Creo que la clave para lograr hacer una película es quitarte esta idea arcaica y ridícula de que el director es el jefe máximo, no, mas bien eres una persona con ideas, pero que te haces de un equipo para realizarlas, un equipo que te va a apoyar, va a aportar porque son artistas, son creadores, entonces ponen lo suyo. Y con Elisa más que platicar de cosas técnicas, le platicaba de los conceptos en la historia. Ella conectó muy bien y a partir de eso ella hizo sus propuestas. Por ejemplo, hay estos pequeños detalles como la paleta de colores de Soledad que es más cálida, por su fobia al sol, y Celeste como lo dice su nombre, con un cuarto azul, en prendas de su ropa. Todo eso fue muy interesante trabajarlo con Elisa.

Por último, quisiera preguntar sobre la manera en la que la cinta aborda todo este tema de las muertes por narcotráfico y este impacto de los daños colaterales, que se dejan tan de lado, pero que en la película adquieren una resonancia tan crítica como interesante.

Michelle: A mí, como Soledad, me parece justo interesante pensar qué fue lo que la llevó a la locura, porque hay un anclaje en la realidad de eso, que uno no sabe si eso se lo provocó el contexto en el que está, o si ella lo está imaginando. Creo que la violencia es algo que desgraciadamente crece cada año, estamos conviviendo con ella de tal forma que tengo más respuesta que el saber que no debería de suceder y, al mismo tiempo, no sé qué podemos hacer al respecto.  

Alex: Sí, esta idea que nos lleva a dudar de si Soledad está alucinando con la hostilidad del mundo o es la hostilidad del mundo la que la empujó a alucinar. Hay cosas que pasan y que no te queda claro si es una alucinación o es real, porque esto obedece a la misma violencia que ella experimenta.

Fernanda: A mí lo que me encanta es que siempre sea una confusión. ¿Le pegó, estaba podrida la comida, estaba el mimo en la calle? Me encanta que no sea claro porque no tiene que ser claro, y a mí, igual, lo que ocurre con los padres está ahí, no se desarrolla más, sólo está en el radio, sin embargo es muy duro para Soledad, (y para Michelle como el intérprete), semióticamente ella es el símbolo de lo que le pasa a muchas y a muchos todos los días, todo el tiempo, la persecución, la paranoia, el terror, el ser víctima de una agresión. Le pasa en la peli todo el tiempo, como le pasa a todo el mundo, todo el tiempo. ¿Es real? Sí, es real. En la peli a este personaje, no sabemos, el chiste es que el espectador lo esté viviendo igual en su cabeza, lo esté pasando igual, y eso, creo que les quedó fino, fino.

Michelle: Porque el que no sea real, no significa que la persona que lo está viviendo no lo padezca como si fuera real. Allí eso pierde importancia, aunque uno sepa que esta angustia es imaginaria, que esta ansiedad, que estos pensamientos catastróficos son imaginarios, no hacen que a uno le duelan menos.

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