Crédito de fotografía de Cees Nooteboom: Mikel López González

Noticias de Berlín (2014) es una serie de crónicas que se vuelve una crónica compleja y completa, de lo que sucedió durante un par de años previos y unos tantos después de la caída del Muro de Berlín. Está dividida en cuatro partes. La primera es sobre los años previos a la caída del Muro y del mismo año de 1989, la segunda es sobre los primeros años posteriores, la tercera inicia con las impresiones de Cees Nooteboom tras su regreso a Berlín en el año 2008, y la última en el 2012.

Cees Nooteboom

Noticias de Berlín es una obra profundamente sagaz, que tomó el pulso de esos años con la mirada de un extranjero —Nooteboom es neerlandés— que, como él lo escribe, llevaba demasiado de Alemania en sí mismo, pero que, a la vez y de manera consciente, sabía que esa distancia que da la extranjería era la que le posibilitaba poder consignar en palabras lo que pasaba de forma tan lúcida.

Además de narrar ciertos periodos, incluso días concretos, lo que hace el autor es reflexionar de manera extraordinaria sobre lo que vive en esa Alemania que durante décadas pagó con la división de su territorio, y que de un plumazo, quienes dirigían ambas mitades decidieron, como decidieron partirla, volverla a unir; con la euforia que eso ocasionó y que ha quedado inmortalizada en cientos de imágenes, así como la reticencia que pronto pasó a esparcirse entre ambos lados, en cada uno por “sus propias razones”.

Junto a sus propias reflexiones, anota también “decires” cotidianos de las personas con las que convivía, las mezcla también con noticias de la prensa, y como cereza en el pastel, añade citas de filósofos, poetas o literatos alemanes, que como sabemos, han dado material sobre cómo pensar extraordinariamente el mundo.

Si visitas hoy Berlín, por ejemplo, observas los rastros de esta historia inmensa que le es propia, de esa guerra de la que tanto ha sacado tajada el séptimo arte hollywoodense. Esas secuelas las ves en la cantidad de edificios construidos después de los 50, o en esos amplios espacios al aire libre que adivinas quedaron hechos parques o amplias losas de asfalto porque no era posible reconstruir una ciudad inmensa y por completo bombardeada. Es más, adivinas que se decidió no hacerlo, tanto por quienes triunfaron, pero creo también por quienes perdieron. Hay heridas que se vuelven mapa.

Sin embargo, también es cierto que hay mucho que solo adivinas usando mucho la imaginación, quizá adentrándote en la historia del país o la ciudad, porque hoy Berlín es bella, tiene la vitalidad de lo que se ha reconstruido a fuerza de una voluntad misteriosa. Eso nos permiten atestiguar las crónicas de Nooteboom, quien señala que “la historia es invisible porque sucede muy despacio; solo muy raras veces se permite apresurarse”, como lo hizo con la caída del Muro. Justo narra esa aparición esporádica de la historia que hoy nos sabe ya lejana, que vemos ya a través de apartamentos Airbnb y postales instagrameables.