Durante la décima edición del Festival Internacional de Cine de Los Cabos le hablamos de Luchadoras, documental sobre la lucha femenil en Ciudad Juárez que retrata las vidas de las valientes luchadoras de wrestling de Ciudad Juárez, una ciudad conocida por sus estadísticas de asesinato de mujeres. La película está protagonizada por un puñado de mujeres que practican lo que se conoce allí como ‘lucha libre femenil’ y que responden a nombres como Lady Candy, Baby Star o Mini Sirenita.

Conversamos con su directora Paola Calvo y esto fue lo que nos compartió.

El interés de Vagabunda Mx ha sido la divulgación cultural, pero también la concientización social, por lo que el tema de las muertas de Ciudad Juárez, un tema tan sensible, como también lo es la violencia hacia la mujer, nos interesa mucho. Así que el documental de Luchadoras nos ha gustado por la manera tan esperanzadora que trata el tema. En otros documentales sobre este tema, al terminar hay un sentimiento de tristeza, y en Luchadoras, no, hay algo de alegría al final, en la historia de estas tres mujeres, las protagonistas de la película.

Paola Calvo: Me parece muy bonito eso que dices, justamente ese era el objetivo de la película. Lo que pasa en Juárez, es horrible para Juárez, pero también es horrible para el mundo entero. Es horrible saber que hay un sitio en el mundo que se conoce por esta tasa tan alta de violencia contra las mujeres. Nosotros no entendíamos cómo podía ser eso posible, que existiera un lugar así, y tampoco podíamos entender cómo la gente podía vivir en un sitio así. Pero cuando conocimos a nuestras protagonistas, nos dimos cuenta que realmente, cualquier persona que vive en Juárez, es luchador, es luchadora, todas las mujeres de Juárez tienen una fuerza increíble, se levantan cada día, luchando, con una sonrisa y eso fue lo que más nos emocionó, nos impactó y nos pareció que ahí había algo que contar.

Se trataba de romper prejuicios, no era hablar de las muertas de Juárez, que se merecen todo nuestro respeto, por lo que hay que seguir hablando de ellas, pero aparte de estas mujeres, están estas otras mujeres luchadoras sobre las que pensamos, creemos y nos damos cuenta que es importante contar estas historias, ya no solo para el espectador de la película, sino también para y por ellas mismas. Y eso ha sido un proceso muy bonito, estar con ellas, conocerlas, descubrirlas como personas y como mujeres, y bueno, hacerles este monumento que se lo merecen, así como una copa de un pino.

Paola Calvo. Imagen obtenida de SEMINCI

Este vínculo tan bien logrado, que se percibe al ver el documental, el lazo que se creo entre la producción y las Luchadoras, ¿cómo se fue dando?

Paola: Nosotros llegamos a Juárez por una amiga de Patrick que está viviendo allí, ella también es luchadora, es Miss Kath, una muy buena compañera de Patrick ya desde hace años y gracias a ella llegamos a Juárez, yo creo que sin ella no lo hubiéramos hecho. Teníamos un contacto directo con alguien que vive allí, que practica la lucha libre y a través de ella empezamos a conocer todo lo que es la lucha libre de Juárez y así conocimos a las protagonistas, ella nos fue presentando.

Cada protagonista es muy diferente, son personalidades muy diferentes. Algunas desde el primer momento nos abrieron las puertas de sus casas, pero bien es cierto que hubo otras que son más precavidas. Claro, es que ni siquiera nos conocían, no hablamos juarense, hablamos un castellano muy diferente (risas), pues claro, con otras costó mucho más, pero al final, poco a poco nos fuimos conociendo y conseguimos este lazo tan estrecho e íntimo. Yo a estas mujeres las admiro, y lo pasé súper bien con ellas, ha sido un tiempo de conocerse, de reír, de llorar también, de conocer estas historias, que claro que habíamos escuchado algunas de ellas, pero el conocerlas de mano de ellas, fue muy duro. Pero nos dimos mucha fuerza, mucha energía y confiamos los unos en los otros y eso fue la base de este documental: la confianza.

Lady Candy. Fotograma de Luchadoras.

¿Cuánto tiempo duró la producción y cómo fue la selección de las protagonistas? ¿Hubo alguna especie de casting?

Paola: En total, nosotros estuvimos unos cuatro meses en Ciudad Juárez, ese fue el tiempo que estuvimos con ellas. La selección de las protagonistas, ya te digo que puede haber una película de cada persona que vive en Juárez, pues todos han vivido y padecido esta tasa de violencia tan alta, lo que ha ocurrido en Juárez, y ahora desgraciadamente en varias partes de México, ha sido un lidiar con la violencia a tal extremo, que no hace falta hacer un casting. Al final elegimos pasar nuestro tiempo con estas mujeres porque conectamos muy bien, y esa conexión de confianza era la razón por la que al final ellas fueron las protagonistas de la película.

Lady Sirenita. Fotograma de Luchadoras.

¿Conocías el mundo de la lucha libre y la importancia que tiene para un sector de la sociedad mexicana?

Paola: Conocía un poco sobre la lucha libre, había escuchado algo. Sí que conozco las máscaras, las piruetas, no sabía muy bien sobre las rondas, pero créeme que después de tanto tiempo, de tantas luchas a las que fuimos, por lo menos ahora en Juárez me conozco a todos los luchadores y todas las luchadoras, ha sido un “crash course” de lucha libre mexicana muy intenso, muy bonito e interesante.

Luchadoras en la vida real, luchadoras dentro del ring, el nombre quedó perfecto para el documental.

Paola: Intentamos buscar otro nombre, pero para mí luchadoras me parece un nombre muy bonito, es lo que mejor las define a ellas y al documental.

Baby Star. Fotograma de Luchadoras.

¿Tuvieron algún apoyo logístico por parte de las autoridades de Ciudad Juárez?

Paola: No. Nuestra forma de trabajar es muy íntima, de tú a tú. Llegamos con una cámara muy pequeña y nos pusimos a hablar con la gente, y con la gente que trabajamos, esos eran nuestros contactos, ellos eran la ayuda y tuvimos mucha ayudad y apoyo por parte de las familias de las luchadoras, por parte de la lucha libre, la comunidad de luchadores, la comisión, las arenas, fue una ayuda a varios niveles, pero a alguna autoridad, no lo pedimos, no nos interesó y ni lo pensamos, el documental es pequeño pero hecho con mucho amor.

Hay una escena en la que se habla sobre las sábanas blancas, con la que cubren los cadáveres desafortunadamente, algo que se hace habitual en algunas ciudades de México. ¿Cómo fue el grabar esa escena?

Paola: Todo natural. Nunca nos dijo nadie nada. La prensa siempre está en un lugar como donde pasan estas cosas. No éramos los únicos con una cámara. Por suerte fue el único hecho que filmamos de este tipo, pues siempre me he negado a filmar este tipo de imágenes violentas en mis películas. No hay un plano abierto sobre el cuerpo con la sábana, pues no quiero, no me interesa mostrar esas imágenes, pues no me parece que sea una forma de educarnos como espectadores de un cine documental. Nunca quisimos ser voyeuristas, nunca quisimos mostrar las cosas así, porque son fuertes. Fue una conversación muy interesante en el montaje, pues es verdad que se hizo un plano muy general, donde casi no se veía la manta, pero se hizo, y tuvimos muchas conversaciones con el montador y con Patrick, sobre qué imágenes mostrar y cuales no, y al final por suerte decidimos no ponerla en el documental.

¿Cómo cambió tu perspectiva de Ciudad Juárez al realizar el documental?

Paola: Cuando llegamos a Ciudad Juárez teníamos mucho miedo, pero al final creció mucho la confianza en las protagonistas, en las familias, en la gente que nos apoyó. Pero lo más interesante, lo que he sacado de esta ciudad, fue que, un día estábamos en un mercado y se me acercó una chica y me dice, “yo soy fulana de tal, soy feminista de Juárez”. Fue algo que en verdad me dejó flipada. Ahí, me empecé a dar cuanta que la Ciudad de Juárez es fascinante. Juárez tiene esta imagen negativa y violenta, que lo es, pero también hay muchas personas que están poniendo mucha energía para que la situación cambie. Te estoy hablando de profesores y profesoras, grupos feministas, de gente que es muy activa a nivel social, que está buscando y consiguiendo un cambio. Eso es lo fascinante de Ciudad Juárez, pues a pesar de que tiene esta imagen tan terrorífica, hay mucha gente buena que está luchando por conseguir un cambio social, y eso yo, antes de llegar a Ciudad Juárez, no lo sabía, eso es lo que me pareció maravilloso.

¿El documental va dirigido a algún publico en especial, al femenino o masculino, o eso es indistinto?

Paola: A mí lo que me gustaría, es que esta película motive a que la gente hable, que se hable sobre el machismo, sobre las estructuras en las que vivimos, que seamos consientes de que una mujer no es menos por el simple hecho de ser mujer. Esto es algo que se dice muchas veces, pero la gente no es consiente de que lo tenemos muy dentro de nuestras estructuras. Yo por ejemplo me he dado cuenta de que nunca me he sentido identificada con el rol de ser mujer, pero sin embargo siempre he pensado que todas las demás mujeres sí lo son, y ahí estaba mi machismo, yo me sentía diferente, pero pensaba que las demás mujeres sí eran esa imagen de mujer que se da y que se define, y no debe ser así. Los roles de género es un invento que hace daño a muchos, afecta a todos y todas, tanto a hombre como mujeres, esto no es solo algo que pase con las mujeres.

En esta película se habla en concreto de las mujeres, pero el hecho de tener que ser un machito para poder desarrollarte dentro de tu círculo social, también hace mucho daño a todo el mundo que está involucrado dentro de esa estructura. Lo que me gustaría es que nos hagamos consientes de las estructuras en las que vivimos, que hablemos de ellas con nuestros padres, con nuestros hijos, vecinos y amigos, verbalizar esta situación es muy importante. Y no tiene que ser algo de violencia, simplemente con verbalizar las estructuras, cómo vivimos, dónde vivimos y cómo queremos vivir.

¿Cómo fue el grabar de noche y de día en Ciudad Juárez, es decir, qué se percibe de la ciudad con luz y oscuridad?

Paola: La vida en Ciudad Juárez de noche ocurre dentro de casa, la ciudad se disfruta de día, cuando puedes ver. Lo que yo viví, la noche es para estar metido en casa. Hay muchas ideas estructuras que intentan cambiar esto. La marcha feminista que vimos en la película, pues sale este proyecto de ley, este toque de queda que prohíbe a las mujeres de Juárez salir de noche, es por lo que salen las feministas a la callen y dice que esto no es lo que soluciona el problema, nosotras somos las víctimas, y con esto culpabilizan a las víctimas. Entonces se quiere cambiar esta idea y hay que cambiarla.

Me encantaría llevar esta película a todos los cines de México. Paola Calvo

*Agradecemos al Festival Internacional de Cine de Los Cabos por gestionar la entrevista.